sábado, 8 de noviembre de 2014

CA YAO (Séptimo cuento chino de Ho Tse Lin)

Ca Yao vivía en una remota aldea de las montañas chinas junto a su mujer Yu Lai y su hijo Di Yin. Todas las mañanas se levantaba a las 5 para ir a su trabajo, en una fábrica de explosivos. Debía tener mucha precaución, cualquier distracción podía hacerlo volar por los aires. Además su jefe era un tirano que le hacía la vida imposible. Todos los meses entregaba a su mujer su sueldo íntegro: 5.300 yuanes. Tenían para vivir con bastante desahogo, e incluso podían permitirse algunos caprichos.
Un día Ca Yao regresó muy contento a su casa. Le contó a Yu Lai que le habían ofrecido un trabajo en la oficina central de la capital para tramitar pedidos y llevar la contabilidad. Trabajaría 8 horas en lugar de 10.
- ¿Y cuánto te pagarían? -le preguntó su mujer.
- 4.500 yuanes.
- ¿Cómo, que perderías 800 yuanes así como así?
- Mujer, ten en cuenta que estaría mucho más tranquilo, ya no correría tanto peligro con los explosivos.
- Pues de eso nada, no nos lo podemos permitir. Tenemos muchos gastos, y necesito dinero para comprarme vestidos nuevos. Les dices que no te interesa. Lo que tienes que hacer es tener mucho cuidado para no tener accidentes.
Ca Yao, que quería mucho a su familia, volvió a su trabajo al día siguiente. Telefoneó a los que le habían ofrecido el nuevo puesto:
- Les estoy muy agradecido por su ofrecimiento y su confianza, pero no puedo permitirme una reducción del salario.
- Estamos dispuestos a pagarle hasta 4.800 yuanes. Esperamos mañana su respuesta.
Nuevamente en casa se lo contó a su mujer, pero ésta no estaba dispuesta a perder 500 yuanes todos los meses.
- No nos lo podemos permitir - le dijo Yu Lai. Necesitamos los 5.300 yuanes mensuales. Ándate con cuidado y ya está.
Ca Yao, que era un marido fiel y respetuoso, volvió a su trabajo. Agradeció nuevamente el ofrecimiento y siguió con su ardua y peligrosa tarea diaria.
Dos semanas más tarde, un compañero de Ca Yao que pasaba por unos malos momentos se distrajo y cometió un terrible error con la maquinaria.
Hubo una explosión que acabó con la vida de cinco obreros. Uno de ellos era Ca Yao. A su viuda le quedó una pensión de 1.500 yuanes.
- ¡Es que nunca me hacía caso, el desdichado! -decía Yu Lai en el entierro-. ¡Mira que le dije que tuviera siempre mucho cuidado...!

jueves, 6 de noviembre de 2014

EL FAROLERO

Soy el farolero de la Puerta del Sol,
cojo mi escalera y enciendo el farol.
Después de encendido me pongo a contar,
y siempre me sale la cuenta cabal.
Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis,
seis y dos son ocho, y ocho dieciséis,
y ocho veinticuatro y ocho treinta y dos,
¡Ánimas benditas, me arrodillo yo!

LA CREACIÓN (Francisco Martínez de la Rosa)

Nace la hierba en el prado,
y entre la hierba, las flores,
con sus vistosos colores,
con su aroma delicado;
bulle el insecto en la grama;
trisca, en el monte, el cordero,
el ruiseñor y el jilguero
revuelan de rama en rama;
y el ave, el insecto, el bruto,
campos, arroyos y flores,
todos cantan tus loores
y te dan, Señor, tributo.

EL PATIO DE MI CASA ES PARTICULAR (Canción de ronda)

El patio de mi casa es particular,
que cuando llueve mucho se moja la mitad,
agáchate y vuélvete a agachar,
y no te agaches más,
que los agachaditos no saben bailar.
Hache, i, jota, ka, ele, eme, ene, a,
que si tú no me quieres,
otro amante me querrá.
Hache, i, jota, ka, ele, eme, ene, o,
que si tú no me quieres,
otro amante tendré yo.
Chocolate, molinillo,
corre, corre, que te pillo.
A estirar, a estirar,
que el demonio va a pasar.
¡Uuuuuuuuuuuuuuu!

sábado, 1 de noviembre de 2014

ORACIÓN PARA EL DÍA DE LOS FIELES DIFUNTOS


Ayúdame, Señor, a considerar cada día, como la última oportunidad por agradarte.
Ayúdame, Señor, a mirar al cielo, como mi casa definitiva.
Ayúdame, Señor, a mirar a la tierra, como el paso necesario para alcanzar tu gloria.
Ayúdame, Señor, a esperar cuando las nubes me impidan ver el sol.
Ayúdame, Señor, a recordar a los que tantas veces me recordaron.
Ayúdame, Señor, a vivir como si fuera un errante.
Ayúdame, Señor, a creer que Tú tienes Palabra de Vida Eterna.
Ayúdame, Señor, a caer en el surco de la tierra como si fuera semilla de primera.
Ayúdame, Señor, a pensar en el bien que me hicieron, los que un día marcharon.
Ayúdame, Señor, a rezar por los que un día, por mí, también rezaron.
Ayúdame, Señor, a no olvidar los rostros y virtudes de los que más me quisieron.
Ayúdame, Señor, a mirar al cielo con ojos de niño.
Ayúdame, Señor, amar el cielo con un corazón cálido y siempre abierto.
Ayúdame, Señor, a caminar hacia el cielo, guiado y cogido de tu mano.
Amén.

martes, 21 de octubre de 2014

ORACIÓN CONFIADA EN EL PELIGRO (SALMO 57)

Ten piedad de mí, ¡oh Dios!, ten piedad de mí, porque a Ti he confiado mi alma y me ampararé a la sombra de tus alas mientras pasa la desgracia.
Yo invocaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece.
Él mandará de los cielos y me salvará, y confundirá a los que me acosan. Mandará Dios su gracia y verdad.
Mi alma está en medio de leones, yazgo entre hombres encendidos en furor, cuyos dientes son lanzas y saetas, cuya lengua es tajante espada.
Álzate, ¡oh Dios!, allá en lo alto de los cielos y haz esplender sobre toda la tierra tu gloria.
Tendieron una red a mis pies para que sucumbiera; cavaron ante mí una fosa; fueron ellos los que cayeron en ella.
Pronto está mi corazón, ¡oh Dios!; está mi corazón dispuesto a cantar y entonar salmos.
¡Despierta, gloria mía; despierta, salterio y cítara, y despertaré a la aurora! Te alabaré entre los pueblos, ¡oh Señor!; te cantaré salmos entre las naciones.
Porque sobrepasa a los cielos tu benignidad, y a las nubes tu fidelidad.
Álzate, ¡oh Dios!, en lo alto de los cielos; haz esplender en toda la tierra tu gloria.

martes, 30 de septiembre de 2014

LA CARAMBOLA (Fábula de Ramón de Campoamor)

Pasando por un pueblo un maragato
Llevaba, sobre un mulo, atado un gato
Al que un chico, mostrando disimulo,
Le asió la cola por detrás del mulo.
Herido el gato, al parecer sensible,
Pególe al macho un arañazo horrible,
Y herido entonces el sensible macho,
Pegó una coz y derribó al muchacho.

Es el mundo, a mi ver, una cadena
Do, rodando la bola,
El mal que hacemos en cabeza ajena
Refluye en nuestro mal, por carambola.

jueves, 18 de septiembre de 2014

ORACIÓN ANTE CRISTO CRUCIFICADO

Señor Jesucristo, que en obediencia a tu Padre fuiste clavado en la Cruz, como signo de amor divino. Déjame un tercio de tu obediencia, para que abrace con amor las contrariedades de la vida.

Señor, Cristo Crucificado, que en el momento más recio de tu vida, te entregaste en manos de tu Padre y descansaste en Él tu agobio, concédeme  la confianza filial, para que cuando mi mente aventure fatalidades, tus brazos abiertos me serenen.

Cristo Crucificado, señal luminosa, por la que la humanidad ha recobrado su esperanza, concédeme transformar todo acontecimiento, por aciago que sea, en siembra de esperanza.

Jesucristo, Hijo de Dios, revelador del amor entrañable divino, sellado con tu sangre,  concédeme la certeza de que soy siempre amado por ti, aun en los momentos más dolorosos.

Señor mío, entregado sin resistencia hasta la muerte en Cruz, concédeme abrazar de buen grado cada acontecimiento, y lo una a tu ofrenda de amor por todos y cada uno de los hombres.

Señor, Tú eres el dueño de la viña, y de los sembrados. Tú has convertido en pan y vino santos, y permaneces junto a nosotros en el sacramento de tu Amor. Sigue llamándome hacia Ti, y que encuentre siempre en tu presencia la fuerza y el sentido en todo lo oculto, discreto, cotidiano, como la ocasión más propicia para amar.


Hijo amado de Dios, que me has dejado sentir de muchas maneras tu amor providente, a través de tantos amigos y acontecimientos. Recibe mi agradecimiento consciente y sentido, y te pido que sigas realizando con nuestra pobreza la obra que Tú quieras, para manifestación de tu gloria.

lunes, 1 de septiembre de 2014

CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Santísimo Amor de Jesús, te consagramos nuestros corazones, nuestras vidas y nuestras familias.
Conocemos que el ejemplo bello de tu hogar en Nazaret, fue un modelo para cada una de nuestras familias.
Esperamos obtener con tu ayuda, la unión y el amor fuerte y perdurable que recibiste. 

- Que nuestro hogar se llene de gozo. 
- Que el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia y el respeto mutuo, estén siempre presentes. 
- Que nuestras oraciones incluyan las necesidades de los otros, no sólo las nuestras.
- Que siempre estemos cerca de los Sacramentos.
- Que la paz esté con nosotros, y cuando vengan las dificultades danos consuelo y esperanza.
Bendice a todos los que aquí habitamos y también a los difuntos.
Mantén a nuestras familias cerca de tu Amor y que tu protección esté siempre con nosotros. Amén.

domingo, 31 de agosto de 2014

DECÁLOGO DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS (DE LAS REVELACIONES DE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE)

1.-Os amo a todos los hombres. A todas las horas y sin distinción. Vuestras sendas me son familiares. Conozco vuestros deseos. Os acompaño en vuestras dificultades.
2.-Perdono y olvido vuestra indiferencia, pero valoro y aplaudo el afán de aquellos que intentáis superaros y rectificar en vuestras actitudes.
3.-Intento llevaros hasta Dios. Mi camino, no es mío, es de Aquel que me ha enviado. No soy ningún “líder”. No actúo ni me muevo por mí mismo. Mi objetivo es acercaros hasta el inmenso amor que Dios os tiene.
4.-Mi corazón está cargado de humanidad. Entre otras cosas porque, soy consciente, que con vuestro lenguaje es como mejor podéis aprender lo que Dios quiere de vosotros y lo que, vosotros, podéis alcanzar de Dios.
5.- En mí tenéis el agua viva. No os fiéis de aquellos que, en valioso vaso de cristal, os emborrachan con antivalores, superficialidad o verdades a medias. Lo que yo os digo tiene valor de eternidad: viviréis junto a Dios.
6.- Mi corazón tiene sed de vosotros. “Tengo sed” dije en la cruz y, ahora de nuevo, lo repito: tengo sed de vosotros. De vuestras almas e ilusiones, de vuestras miradas y pensamientos. Tengo sed de salvaros ¿Me dejáis?
7.- Yo puedo conduciros por valles tranquilos. No os desesperéis. La vida, bien lo sé, no siempre es fácil. Apoyaos en el cayado de la fe. Inclinad vuestras cabezas sobre mi pecho. Os garantizo que seguiréis avanzando y llegando a la meta que os propongáis.
8.- Soy vida para el que me busca. Mirad un poco a vuestro alrededor: muerte, preocupaciones, desencanto, crisis. Yo tengo poder sobre la muerte. Soy resurrección y vida. ¿Creéis en mí? Os digo que no moriréis. ¡Creed!
9.- Quien dice ser mi amigo, no lo olvidéis, ha de llevar la palabra “yo sirvo” marcada en su frente. Os necesito, no como reyes, y sí como gente que sepa desgastarse en pequeños o grandes detalles. Cuando estéis junto a mí en el cielo, recordaré todo lo que hicisteis de bueno cuando estuvisteis en la tierra.
10.- No os dejéis llevar ni seducir por los atajos que conducen a ninguna parte; ni por las verdades interesadas que son grandes mentiras o por una vida que es un sin vivir. Sed reflexivos, buscad el camino que conduce a la paz; luchad por la verdad sin farsa; aspirad a una vida según y con Dios.

ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Sagrado Corazón de Jesús digno de todo amor y de toda mi adoración; movido por el deseo de reparar y de lavar las ofensas graves y numerosas hechas contra Ti, y para evitar que yo mismo me manche de la culpa ingrato, te ofrezco y te consagro enteramente mi corazón, mis afectos, mi trabajo y todo mi ser.
Por cuanto son pobres mis méritos, ¡oh Jesús!, te ofrezco mis oraciones, mis actos de penitencia, de humildad, de obediencia y de las demás virtudes que practicaré hoy y durante mi vida entera hasta el último suspiro.
Propongo hacer todo por tu gloria, por tu amor y para consolar a tu Corazón. Te suplico aceptes mi humilde ofrecimiento por las manos purísimas de tu Madre y Madre mía María.
Dispón de mí y de mis cosas, Señor, según el beneplácito de tu Corazón. Amén.

jueves, 28 de agosto de 2014

EL CRIMINAL CHAI CAI (Sexto cuento chino de Ho Tse Lin)

Chai Cai vivía en una aldea de montaña de China. En cierta ocasión que se encontraba leyendo un libro antes de acostarse llamaron a la puerta de su casa. Eran los padres de Yue Len, su compañera de ajedrez, que la buscaban desesperadamente. Hacía ya tres horas que debía haber regresado a casa.
- Ha estado aquí toda la tarde - dijo Chai Cai. Hemos estado jugando y charlando, pero hace unas cuatro horas que se marchó, antes de oscurecer.
Los padres de Yue Len preguntaron entonces a los vecinos. Y los vecinos dijeron que la vieron entrar a casa de Chai Cai pero no la vieron salir, y comenzaron a murmurar: "Ya decía yo que el viejo pasaba mucho tiempo con la niña"- decía uno. "Habrá abusado de ella, seguro"- decía otro. "Chai Cai es un pederasta, que nos diga qué ha hecho con Yue Len". "La habrá matado". "Puerco anciano, sinvergüenza, hay que avisar a la policía"... Todos estaban convencidos: Chai Cai había abusado de la niña, la había matado y luego, amparándose en la oscuridad de la noche, la había llevado hasta algún barranco y arrojado a algún lugar inaccesible.
Chai Cai, que había salido fuera al oír los gritos de la gente. No podía creer lo que estaba sucediendo. En sus 145 años había tenido una conducta ejemplar, pero ahora los vecinos lo miraban y veían que tenía cara de pederasta y asesino, su mirada era la de un criminal e incluso sus gestos lo delataban como un viejo asqueroso y depravado. Avisaron a la policía de la comarca y se presentaron cuatro oficiales en apenas unos minutos; afortunadamente porque algunos ya proponían linchar a Chai Cai. Todas las pruebas lo acusaban: Pasaba mucho tiempo con la niña, fue la última persona que la vio, y en el interior de su casa hallaron unos envoltorios de caramelos con los que la habría engatusado. Mientras se lo llevaban la gente le escupía y le tiraban piedras. Una de ellas le abrió la cabeza y comenzó a sangrar abundantemente.
- ¡Asesino!¡Criminal! - gritaba la turba enfurecida. ¡Dinos qué has hecho con su cuerpo, pervertido! - vociferaban con saña.
Y la policía se llevó a Chai Cai para interrogarle en sus dependencias. Y Chai Cai lloraba amargamente... Y quería morir.
Los padres de Yue Len y los demás vecinos de la aldea, provistos de antorchas, se dirigieron a los barrancos cercanos para buscar el cadáver de la niña. No podían esperar a la luz del día siguiente. Eran las tres de la madrugada. Pero no tuvieron que andar mucho. Por uno de los senderos vieron aparecer a Yue Len. Sus padres la abrazaron y besaron llorando de alegría.
- ¿Qué te ha ocurrido, hija? ¿De dónde vienes?
- Es que Chai Cai me estuvo contando otra vez la leyenda del viejo de la montaña, sentí curiosidad, y antes de ir para casa decidí subir, pero no me di cuenta y cayó la noche enseguida. Me desorienté y no encontraba el camino, hasta que por fin vi las luces de la aldea y escuché gritos. Lo siento, no pensé muy bien lo que hacía.
- Vamos, hija, no te preocupes, pensamos que te había pasado algo.
Nadie se atrevía a mirar a nadie. Nadie decía nada. Nadie llamó a la policía. Todos se fueron para sus casas. Todos se acostaron. Todos durmieron. Y Chai Cai, el criminal de 145 años, lloraba amargamente en su celda.
Al día siguiente lo dejaron libre.
- Al parecer ha habido un error. Cuando hemos llamado para organizar la búsqueda, nos han dicho que la niña está en su casa perfectamente, que se había desorientado en el bosque - le dijo un oficial de policía.
El anciano no dijo nada. Echó a andar. No paró hasta que llegó a su montaña. Se sentó en lo más alto, encima de una roca.
- ¡Maldita sea la gente! Y de nuevo rompió a llorar. Luego se quedó inmóvil y entró en una profunda meditación. Al amanecer del tercer día se levantó, alzó los brazos y con un pequeño impulso se elevó en el aire y comenzó a volar lentamente, luego más deprisa y finalmente a gran velocidad. Llegó a Orlando y descendió directamente junto al ratón Mickey en Disneylandia ante el estupor general. Pidió por favor que le hicieran una foto. El disparo de la cámara hizo para Chai Cai las veces de disparo de una pistola. En ese instante el hombre más viejo del mundo murió. Era el 27 de noviembre de 2010.

sábado, 23 de agosto de 2014

EL HOMBRE QUE VENCIÓ A LA MUERTE (Quinto cuento chino de Ho Tse Lin)

Chai Cai vivía en una aldea de montaña de China. Debido a sus 145 años, el periódico más prestigioso de China, 中國記者 , envió a su mejor periodista, Yang Lui, para que le hiciera una entrevista. Se publicó el 14 de marzo de 2010. Dado su interés, la transcribo a continuación:
        "Chai Cai es el hombre más anciano del mundo. Hemos viajado a la remota aldea de la montaña donde vive para hablar con él y preguntarle por su gran secreto.
        - Díganos cómo ha podido vivir tanto tiempo, por favor.
        - Buscando siempre el equilibrio, el ying y el yang. Saber encauzar los éxitos y también los fracasos. Disfrutar de las alegrías y ver siempre lo positivo en las desdichas. Amar desinteresadamente y ayudar al prójimo, porque el bien dado regresa siempre y el mal también: es el equilibrio de la existencia. Comer no más de lo necesario y tener cuerpo y mente siempre activos. Practicar tai chi y jugar... La vida es un juego, por lo tanto hay que jugar para estar en equilibrio, y el tai chi también ayuda a lo mismo. Y, por supuesto, intentar ser feliz con lo que se tiene.
        - Casualmente la segunda persona más longeva del mundo, una mujer georgiana de 130 años, asegura que ha vivido tanto porque todos los días juega al backgammon. ¿Recomienda también este juego?
        - Da igual a lo que se juegue siempre que se disfrute y se respeten las normas.
        - ¿Su vida ha sido feliz?
    - Ha sido feliz porque yo he sido feliz. Nosotros mismos construimos nuestras vidas con nuestros pensamientos y nuestras acciones.
       - ¿Es cierto que no va a morir hasta que se haga una foto con Mickey Mouse?
      - Así es. Yo ya he estado con Mickey Mouse en otros planos de existencia, pero quiero una foto. A mí me gustan mucho los dibujos animados de Disney y es mi último deseo. Luego, me iré.
      - Nunca ha participado en campeonatos profesionales de ajedrez pero dicen que nunca ha perdido una sola partida.
    - Perdí mientras aprendía. Desde los 9 años no he perdido ninguna de las 42.445 partidas que he jugado, tan solo he hecho tablas en 15 ocasiones, con la misma persona: Yue Len.
     - ¿Quién es Yue Len?
     - Una niña de 12 años que vive en esta aldea. Pero a la pocha no ha conseguido ganarme nunca.
      - ¿Nos dirá cuáles son los secretos de la pocha?
     - La pocha es un juego, igual que la vida. Por lo tanto, el secreto de la pocha está en el equilibrio. La mente ha de estar serena, y el flujo de la partida no puede alterarse por incidencias ajenas a la propia naturaleza del juego. Por ello tiene que haber una reglamentación estricta que debe ser observada por todos los participantes. De esta forma se unen en armonioso equilibrio técnica y suerte. Practicando es posible memorizar y ordenar todas las cartas que van saliendo y por estadística y probabilidad saber su ubicación. Sólo queda un 20 por ciento al azar y éste se controla con pensamientos positivos y los chakras limpios.
      - ¿Le tiene miedo a la muerte?
     - Usted no sabe lo que está preguntando. Primero, he vencido muchas veces a la muerte. Segundo, estoy preparado para el tránsito. Tengo todo en orden desde hace tiempo salvo lo de la foto. Tercero, lo que me espera es mejor que lo que dejo, además de que mi cuerpo físico está ya muy deteriorado. No, no le tengo miedo a la muerte. Sólo espero salir airoso del juicio que todos tenemos al morir. Recen por mí cuando muera, por favor.
      - ¿Nos puede contar un cuento chino?
     - Por supuesto. Por ejemplo, la leyenda del forzudo Hu Son. Hace mucho tiempo, un enorme tigre tenía atemorizadas a todas las personas de la comarca china de Huntang, en unas montañas no muy lejos de aquí. Hu Son era un hombre muy forzudo que decidió acabar con él, pero antes de subir a las montañas entró en una taberna y bebió hasta emborracharse. En ese estado se fue en busca del tigre. Como pasó un día entero y no regresaba, un grupo de hombres acudió en su busca. Lo  encontraron durmiendo la mona debajo de un árbol y al tigre muerto a pocos metros de él. Cómo logró vencer al tigre es todo un misterio y así fue como se forjó la leyenda del forzudo Hu Son.  
    - Muchas gracias. Ha sido usted muy amable, señor Chai Cai. Que Dios le bendiga y le proteja de los malos espíritus.
     - Lo mismo le deseo, señor periodista."
       Fin de la transcripción.

jueves, 31 de julio de 2014

EL ÚLTIMO DESEO (Cuarto cuento chino de Ho Tse Lin)

Chai Cai vivía en una aldea de montaña de China. A sus 136 años era considerado el hombre más viejo del mundo, por lo que era amado y venerado. Le gustaba contar historias a los niños (los mayores huían), sobre todo la del viejo de la montaña, pero nadie le creía. Ya sólo tenía una ilusión en la vida. Había visto todas las películas de dibujos animados de Walt Disney y quería conocer al ratón Mickey y hacerse una foto con él. Su única hija viva, Li Tae, decidió llevarlo a Tokio, donde había un Parque de Disney. Tenían entrada para un solo día, por lo que nada más entrar se dirigieron a Toontown, donde Mickey tenía su casa y se hacía fotos con los visitantes. La cola era larguísima, pero aguantaron casi cuatro horas. Cuando ya les tocaba empezó a llover, así que se suspendió todo y dieron orden de refugiarse en los restaurantes y tiendas cercanos. La lluvia no cesaba y llegó la hora de cerrar.  ¡No podía ser! Un viaje tan largo...para nada. Intentaron por todos los medios hacerse esa foto, pero fue imposible.
     - No importa, hija. Otro año vamos a Orlando o a París. Seguro que tendremos más suerte.
    - ¡Claro que sí, padre! Juntaremos dinero y dentro de cuatro o cinco años te harás esa foto tan deseada.
    Pasaron cuatro años y ya tenían el dinero para el nuevo viaje, pero ocurrió algo inesperado: Su hija Li Tae murió unos días antes de cumplir cien años. Le pidió entonces a su nieto Ce Wong que lo llevase a un Parque Disney para hacer realidad su deseo, pero Ce tenía otros planes para el dinero.
    - Abuelo, yo te voy a regalar una foto de Mickey, pero el dinero me lo voy a gastar en un todoterreno para mí y mi hijo.
    - Pero Ce, con ese dinero no te llega.
    - Con ese y con los ahorros que tienes en tu cuarto, que con tus años ya no te van a hacer falta.
    - ¡Por favor, no me hagas eso! Quédate con los ahorros si quieres, pero déjame hacer el viaje, aunque sea solo.
   - ¡No se hable más! Tú te quedas aquí esperando la barca de Caronte.
      Chai Cai quedó abatido por la actitud de su nieto. Sus vecinos se enteraron de lo sucedido y como lo amaban y veneraban convencieron a Ce Wong para que no le quitara el dinero. Pero debido al mal estado físico del anciano nadie quería acompañarlo en tan largo viaje. Posiblemente no lo soportaría y moriría antes de llegar a ningún sitio. Así que tuvieron una idea: Ya que él no podía ir a ver a Mickey, que Mickey viniera a la aldea y se hicieran la foto.
      Encargaron un disfraz de Mickey en la ciudad y se lo puso una muchacha de baja estatura. Fueron todos los vecinos con "Mickey" a casa del anciano.
    -  ¡Venga, Chai Cai, póngase con Mickey, que vamos a hacerle la foto!
    Chai Cai se llevó el dedo a la boca y se puso a chupetearlo.
    - Tengo 140 años, pero ni chocheo ni me chupo el dedo. Ese no es Mickey de verdad. Os agradezco el esfuerzo, pero Mickey está en el mundo de Disney.
  Dejadme que vaya yo solo. Llegaré seguro, tengo que hacerme esa foto.
      - Lo siento, Chai Cai -intervino uno de los vecinos-. No podemos dejarle que vaya. Su cuerpo está muy mal. No tendría ninguna posibilidad.
      - Pues no pienso morir hasta que me haga esa foto. El viejo Lu Ching me contó el secreto. Sólo necesito que alguien juegue conmigo al ajedrez y a la pocha. Del resto me encargo yo solo.
    Hoy, a sus 145 años, Chai Cai está considerado el hombre más viejo del mundo y también el más sabio. Nadie ha conseguido jamás ganarle al ajedrez y a la pocha. Él dice que no morirá hasta que se haga una foto con Mickey. Y nadie quiere que muera. Al menos hasta que no revele los secretos más profundos de la pocha.

El famoso y laureado escritor Ho Tse Lin tuvo la fortuna de poder hacerse una foto con Mickey Mouse. A veces sucede que una tontería para muchos es algo importante para otros.

miércoles, 30 de julio de 2014

ORACIÓN A SAN JOSÉ (8)

Amorosísimo Protector mío, vuelve sobre mí tus piadosos ojos, y ve el estado lastimoso a que me ha reducido mi aversión a la mortificación cristiana. ¡Ay, cuán grande es el número de pecados que me ha ocasionado la inmortificación! Heme aquí ahora postrado a tus pies, suplicándote me alcances la fuerza necesaria para salir de tanta miseria, y animarme a mortificar continuamente esta carne rebelde... ¡Desventurado de mí! Si con fe devota hubiese invocado el poderoso nombre de tu Jesús, no habría venido a parar a tanta desdicha, ni el demonio, encadenándome, habría alcanzado tantas victorias sobre mí. Ahora, pues, que lleno de confianza acudo a Ti, no tardes en venir en mi auxilio. Yo te prometo que en cualquier tentación, necesidad o peligro en que me viere, quiero invocar y mediante la divina gracia invocaré inmediatamente y con fe el nombre dulcísimo de Jesús, por el que espero obtener la corona de la gloria. ¡Oh amado Santo, pueda yo expirar diciendo con amor: "Jesús, José y María, mi corazón os doy y el alma mía".


JACULATORIA

Alcánzame ¡oh san José!
que dome mis pasiones:
que en mis tribulaciones

invoque a tu Jesús.

martes, 29 de julio de 2014

EL SEÑOR ES MI PASTOR (Nico Montero)

El Señor es mi Pastor, nada me falta. El señor es mi Pastor.
En praderas reposa mi alma, en su agua descansa mi sed. Él me guía por senderos justos. Por amor, por amor de su nombre, aunque pase por valles oscuros ningún mal, ningún mal temeré, porque sé que el Señor va conmigo, su cayado sostiene mi fe.
El Señor es mi Pastor, nada me falta. El Señor es mi Pastor.
Tú preparas por mí una mesa frente a aquellos que buscan mi mal. Con aceite me ungiste, Señor, y mi copa rebosa de Ti. Gloria a Dios, Padre omnipotente, y a su Hijo, Jesús el Señor, y al Espíritu que habita en el mundo, por los siglos eternos. Amén.
El Señor es mi Pastor, nada me falta. El Señor es mi Pastor.

   

lunes, 28 de julio de 2014

EPIGRAMA DE NICOLÁS FERNÁNDEZ DE MORATÍN

Ayer convidé a Torcuato,
comió sopas y puchero,
media pierna de cordero,
dos gazapillos y un pato;
doyle vino y respondió:
Tomadlo por vuestra vida,
que hasta mitad de comida
no acostumbro a beber yo.

viernes, 25 de julio de 2014

ORACIÓN DE ABANDONO

 


LA HISTORIA DE LU SI (Cuento chino)

En la ciudad de Cang Zhou vivía un joven llamado Lu Si que, además de vagabundo y pordiosero, era cruel e irascible. Los vecinos tenían el mismo miedo de él que lo de los tigres y de los lobos salvajes.
Un atardecer estaban Lu Si y sus amigos refrescándose con la brisa del verano a la orilla de un río cercano a la ciudad; cuando un rayo anunciaba la lluvia, vieron a una joven refugiándose en un templo antiguo cerca de donde ellos se encontraban.
-Podríamos violarla- dijo Lu Si a sus amigos.
Con la llegada de la noche, poblada de nubes apretadas y oscuras, Lu Si y sus amigos entraron en el templo, amordazaron a la mujer, rasgaron y tiraron sus ropas y, por turnos, la violaron.
Bajo la luz de un relámpago, Lu pudo ver que la víctima tenía un gran parecido con su propia esposa; le preguntó su nombre y resultó que era ella. Furioso, quiso tirarla al río, pero la mujer gritó:
-Tú deseabas violar a una mujer de los demás pero los demás acaban de hacerlo conmigo; es la venganza del cielo, ¿y todavía eres capaz de matarme?
Lu no pudo contestar. Con afán buscó las ropas de su cónyuge pero el viento las había arrojado al torrente, por lo que tuvo que llevarla desnuda hasta su casa.
Escampó, salió la luna, y toda la ciudad disfrutaba al enterarse de los hechos; abochornado, Lu Si se suicidó lanzándose al cauce.
La esposa había salido del pueblo para visitar a sus padres, con la intención de regresar pasado un mes; pero su familia se había quedado sin vivienda a causa de un incendio, por lo que tuvo que volverse, hecho último que su esposo ignoraba.
Después de muerto, Lu Si se apareció en sueños a su viuda y le dijo:
-Fueron muy graves mis pecados. Debería estar en el infierno pero, gracias a que fui buen hijo, logré salir de allí, sólo que reencarnado en una serpiente. Pronto te casarás de nuevo. Trata bien a tu esposo nuevo y a tus suegros . Cuídate de no caer en las pailas hirvientes de eterno fuego, en el infierno donde el castigo para la gente que trate mal a sus padres es extremadamente severo.
El día de la boda, de un rincón de la casa, salió una culebra que miraba a la novia con nostalgia; ella recordó el sueño pero, cuando quiso hablar al animal, la música de la fiesta comenzó y la serpiente se esfumó.

domingo, 20 de julio de 2014

EL MUCHACHO Y EL PERRO (Pablo de Jérica)

   Yendo un muchacho a la escuela
con el almuerzo en la mano,
cierto perro conocido
le fue siguiendo los pasos.
   Hacíale, zalamero,
muchas fiestas con el rabo,
poniéndosele delante
y dando continuos saltos.
   -Bien sé yo lo que tú quieres,
dijo risueño el muchacho.
¡Picarón!, y al decir esto
le dio un mendrugo tamaño.
   Doblaba el perro las fiestas,
multiplicaba los saltos
según veía que el niño
mendrugos iba arrojando.
   Mas cuando vio que el almuerzo
del todo se hubo acabado,
entonces, rabo entre piernas,
se alejó más que de paso.
   Como quien mira visiones
se quedó el joven incauto,
sin almuerzo y sin amigo.
¡Pobre inocente!, los años
le enseñarán que en el mundo
tan vil proceder no es raro.

sábado, 19 de julio de 2014

COURONNÉE D'ÉTOILES (CORONADA DE ESTRELLAS)

Te saludamos, oh, Señora nuestra,
María, Virgen santa que cubre el sol.
Coronada de estrellas, la luna está bajo tus pies.
En ti nos ha sido dada la aurora de la salvación.

María, nueva Eva y gozo de tu Señor,
tú diste a luz a Jesús el Salvador.
Por ti nos han abierto las puestas del jardín.
Guíanos en el camino, Estrella de la mañana.

Permaneciste fiel, madre al pie de la cruz.
Sostén nuestra esperanza y mantén nuestra fe.
Al lado de tu Hijo, tú nos has acercado
el agua y la sangre derramados que salvan del pecado.

Cuál fue la alegría de Eva cuando subiste
más alto que todos los Ángeles, más alto que las nubes.
Y cuál es nuestra alegría, dulce Virgen María,
al contemplar en ti la promesa de vida.

Oh, Virgen Inmaculada, preservada del pecado
en tu alma y tu cuerpo, tú entras en los cielos.
Llevada a la gloria, Santa Reina de los cielos,
tú nos acogerás un día ante Dios.







viernes, 18 de julio de 2014

EL MAESTRO (Pedro Barrantes)

    Miradle, siempre en su modesta estancia
Rodeado de niños inocentes,
Con palabras sencillas y elocuentes,
Las nieblas disipar de la ignorancia.
    Vedle, con firme y pertinaz constancia,
Iluminar aquellas pobres mentes
Con sus consejos sabios y prudentes,
Amigo inseparable de la infancia.
    ¡Loor a esa figura venerable
Que, consagrando toda su existencia
A infundir el tesoro inapreciable
De la verdad, la luz y la experiencia,
Muestra al niño la fuente inagotable
De dignidad y honor, virtud y ciencia!


CANCIÓN PARA LA HORA DE COMER

De nuestros padres
el tierno amor,
sano alimento
nos preparó.

¡Gracias mil veces
demos a Dios!

Tú das al campo
gala y verdor,
por Ti la espiga
se dora al sol.

¡Gracias mil veces
demos a Dios!

Maná del cielo
bajó a tu voz
y de las piedras
agua brotó.

¡Gracias mil veces
demos a Dios!

Pan cotidiano
danos, Señor,
baje a nosotros
tu bendición.

¡Gracias mil veces
demos a Dios!

ORACIÓN PARA EL ACTO DE ACOSTARSE (Francisco Martínez de la Rosa)

¡El sueño de la inocencia
Déjame, ¡oh Dios! disfrutar,
Y mañana, al despertar,
Bendeciré tu clemencia!

¡Por descanso diste al hombre
El sueño tras la fatiga;
Pura mi lengua bendiga
Por siempre tu santo nombre!

Sólo el malvado no alcanza
Ni aun en el sueño reposo;
Porque hasta en sueños, medroso,
Ve el brazo de tu venganza.

Mi madre con dulce canto
Mi primer sueño arrulló,
En sus brazos me meció
Y enjugó mi triste llanto.

Corra mi sueño sereno
Cual arroyuelo entre flores,
Que del alba los colores
Retrata en su limpio seno.

¡Tu bálsamo celestial
Derrama ¡oh Dios! en mi pecho;
Y un ángel guarde mi lecho
Y me defienda del mal!

ORACIÓN PARA EL ACTO DE LEVANTARSE (Francisco Martínez de la Rosa)

Mis ojos a Ti se alcen,
Al ver hoy la luz del día;
Mis labios tu nombre ensalcen
Y páguete el alma mía
Las primicias de tu amor:
¡Bendito seas, Señor!
Bendito seas,
Tú que deseas
Siempre mi bien:
¡Bendito, amén!

Cual si de nuevo naciera,
Alegre a tu voz despierto;
Y la tierra placentera,
En unánime concierto
Da gracias a su Hacedor:
¡Bendito seas, Señor!
Bendito seas,
Tú que deseas
Siempre mi bien:
¡Bendito, amén!

Si miro ese hermoso cielo,
Lo hizo tu mano divina;
Obra es tuya el verde suelo;
Ese sol que me ilumina
A Ti debe el resplandor:
¡Bendito seas, Señor!
Bendito seas,
Tú que deseas
Siempre mi bien:
¡Bendito, amén!

Mira cual padre amoroso
A esta pobre criatura;
Vela a mi lado piadoso,
Y de toda desventura
Presérveme tu favor...
¡Bendito seas, Señor!
Bendito seas,
Tú que deseas
Siempre mi bien:
¡Bendito, amén!

martes, 15 de julio de 2014

HABLABA Y HABLABA... (Max Aub)

Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro.

EN LA PELUQUERÍA (Kjell Askildsen)

Hace muchos años que dejé de ir al peluquero; el más cercano se encuentra a cinco manzanas de aquí, lo que me resultaba bastante lejos incluso antes de romperse la barandilla de la escalera. El poco pelo que me crece puedo cortármelo yo mismo, y eso hago, quiero poder mirarme en el espejo sin deprimirme demasiado, también me corto siempre los pelos largos de la nariz.
Pero en una ocasión, hace menos de un año, y por razones en las que no quiero entrar aquí, me sentía aún más solo que de costumbre, y se me ocurrió la idea de ir a cortarme el pelo, aunque no lo tenía nada largo. La verdad es que intenté convencerme de no ir, está demasiado lejos, me dije, tus piernas ya no valen para eso, te va a costar al menos tres cuartos de hora ir, y otro tanto volver. Pero de nada sirvió. ¿Y qué?, me contesté, tengo tiempo de sobra, es lo único que me sobra.
De modo que me vestí y salí a la calle. No había exagerado, tardé mucho; jamás he oído hablar de nadie que ande tan despacio como yo, es una lata, habría preferido ser sordomudo. Porque ¿qué hay que merezca ser escuchado?, y ¿por qué hablar?, ¿quién escucha? y ¿hay algo más que decir? Sí, hay más que decir, pero ¿quién escucha?
Por fin llegué. Abrí la puerta y entré. Ay, el mundo cambia. En la peluquería todo está cambiado. Solo el peluquero era el mismo. Lo saludé, pero no me reconoció. Me llevé una decepción, aunque, por supuesto, hice como si nada. No había ningún sitio libre. A tres personas las estaban afeitando o cortando el pelo, otras cuatro esperaban, y no quedaba ningún asiento libre. Estaba muy cansado, pero nadie se levantó, los que estaban esperando eran demasiado jóvenes, no sabían lo que es la vejez. De manera que me volví hacia la ventana y me puse a mirar la calle, haciendo como si fuera eso lo que quería, porque nadie debía sentir lástima por mí. Acepto la cortesía, pero la compasión pueden guardársela para los animales. A menudo, demasiado a menudo, bien es verdad que ya hace tiempo, aunque el mundo no se ha vuelto más humano, ¿no?, solía fijarme en que algunos jóvenes pasaban indiferentes por encima de personas desplomadas en la acera, mientras que cuando veían a un gato o un perro herido, sus corazones desbordaban compasión. “Pobre perrito”, decían o “Gatito, pobrecito, ¿está herido?” ¡Ay, sí, hay muchos amantes de los animales!

Por suerte, no tuve que estar de pie más de cinco minutos, y fue un alivio poder sentarme. Pero nadie hablaba. Antes, en otros tiempos, el mundo, tanto el lejano como el cercano, se llevaba hasta el interior de la peluquería. Ahora reinaba el silencio, me había dado el paseo en vano, no había ya ningún mundo del que se deseara hablar. Así que al cabo de un rato me levanté y me marché. No tenía ningún sentido seguir allí. Mi pelo estaba lo suficientemente corto. Y así me ahorré unas coronas, seguro que me habría costado bastante. Y eché a andar los muchos miles de pasitos hasta casa. Ay, el mundo cambia, pensé. Y se extiende el silencio. Es hora ya de morirse.

martes, 8 de julio de 2014

ORACIÓN AL ACOSTARSE

Te adoro, Señor y Padre mío, y te amo con todo mi corazón. Te doy gracias por haberme creado y hecho cristiano y por haberme conservado en este día.
Guárdame en el descanso y líbrame de todos los peligros. Perdona los males que hoy he cometido y acepta el bien que he hecho.
Sálvame, Señor, despierto, y protégeme mientras duermo, para que viva con Cristo y descanse en paz. Amén.