domingo, 29 de marzo de 2015

ORACIÓN A NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO DE MÁLAGA

Señor Jesucristo:
Tú, que has querido pasar por la condición de esclavo
para librarnos de nuestras esclavitudes,
mira con bondad a los que sufrimos bajo el peso del egoísmo,
las pasiones, mentiras, injusticias y pecados,
y haznos libres por el amor y la verdad.
 Líbranos de todos los males y
cautívanos con las ataduras de tu amor,
para que, siguiendo tus huellas de Pasión,
alcancemos los gozos eternos de la Resurrección.
Amén.

Rvdo. Don Fernando García Sánchez




jueves, 26 de marzo de 2015

ORACIÓN POR UN HIJO

Señor, quiero pedirte por mi hijo. Es mi alegría y el regalo más valioso que Tú me has hecho, pero sufro por él. Yo le amo y deseo de todo corazón que sea feliz, pero tengo miedo porque le rodea un mundo engañoso y lleno de trampas. Dame sabiduría para guiarle, generosidad para amarle, paciencia para educarle. Haz, Señor, que sepa enseñarle a volar, a descubrir su propio camino: el suyo, el que Tú quieres para él y no aquel que yo busco con egoísmo. Si decide casarse, ayúdale a encontrar a la persona que le quiera de verdad y con la que pueda llevar a buen término un proyecto común que dé sentido a su vida.
Señor, me gustaría que te conociera bien. Quiero transmitirle mi fe para que descubra que en su interior tiene una luz y una fuerza que no le fallará nunca. Que dé siempre testimonio de Ti sin desánimo, que no se olvide de rezarte y agradecerte todo, y te ame siempre.
Tú sabes, Señor, lo difícil que es ser padre. Hay momentos en los que me desanimo y en los que tengo la sensación de que mis esfuerzos son en vano o de que mis oraciones no tienen eco. No permitas, Señor, que me deje abatir por el pesimismo. Permite que siempre siembre la buena semilla en su corazón, convencido de que, tarde o temprano, dará fruto.
Ayúdame a enseñarle a amar y respetar a su prójimo.
Soy consciente de que como padre he cometido muchos errores y de que no son pocas las veces en las que he fallado. Pero sabes que ha sido a causa de mi debilidad y no por mala voluntad.
Que tu fuerza y bondad, Señor, superen mis limitaciones.
Te pido que no dejes de tu mano nunca a mi hijo, especialmente cuando desee recorrer su propio camino lejos de casa.
Te lo confío plenamente, convencido de que Tú siempre cuidarás de él y de que un día nos encontraremos juntos a tu lado en el cielo. Gracias, Señor. Amén.

miércoles, 25 de marzo de 2015

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA POR LA CURACIÓN DE UN ENFERMO

El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:
"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".
Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla semejante a esto que estas viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen", y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.


ORACIÓN: ¡Oh María, sin pecado concebida, cuya inmensa bondad y tierna misericordia no excluye el alivio de este amargo fruto de la culpa que se llama enfermedad de la cual es con frecuencia víctima nuestro miserable cuerpo! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me tenéis implorando vuestro favor. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra de vuestro Hijo Jesús, obténgalo este querido enfermo, que os recomiendo, mediante la aplicación de vuestra Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor vuestro, podamos exclamar agradecidos: La Medalla Milagrosa le ha curado.


HIMNO A LA VIRGEN DE COROMOTO, PATRONA DE VENEZUELA



  • Apareciste en los llanos
    de esta tierra, como aurora
    de la redención, y al indio
    le abriste el camino de la vida,
    la esperanza de la salvación.
    Eres madre de una patria
    que hoy espera, que confía
    en tu protección, de tu mano
    caminamos en la paz y la alegría.
    Madre mía, esta es tu canción.

    Virgen de Coromoto,
    Patrona de Venezuela,
    tu eres el alba que anuncia
    la luz de un nuevo sol,
    Virgen de Coromoto,
    Patrona de Venezuela,
    nos consagramos, oh Madre,
    a tu corazón.

    Tú nos brindas ternura
    en la mirada, nos alumbras
    con los rayos de tu luz,
    en tus labios la sonrisa
    de una madre que nos ama,
    y en los brazos tu hijo Jesús,
    como ayer hoy nos guías
    el camino, nos ayudas con
    tu bendición a vivir en la paz
    y a trabajar siempre unidos,
    y a ser una gran nación.
      
      Virgen de Coromoto,
      Patrona de Venezuela,
      tú eres el alba que anuncia
      la luz de un nuevo sol, 
      Virgen de Coromoto,
      Patrona de Venezuela,
      nos consagramos, oh Madre,

      a tu corazón.
      Madre, a tu corazón.

domingo, 22 de marzo de 2015

ORACIÓN DE UNA NIÑA A SAN JOSÉ (Luis de Trelles)

 Dulcísimo esposo de la Santísima Virgen María, padre putativo de Jesús, gran patriarca de la nueva ley: Te saludo y te felicito por la dicha que alcanzaste y mereciste por tus virtudes ocultas y grande y virginal pureza, de ser padre de Jesús y esposo de María. En memoria de los dones que para nosotros recibiste, te suplico que me adoptes por tu hija, y cubras mi debilidad con el escudo acerado de tu santo patrocinio. Te veo con los ojos del espíritu sentado en el cielo, cerca de tu Hijo Santísimo y resplandeciente de la gloria que destella sobre ti ese sol purísimo, en recompensa de los altísimos dones y mercedes que siempre correspondiste; y me parece verte bajar los escalones de tu trono uno a uno, y luego descender a la tierra para venir a buscarme, y tomarme de la mano, como un padre tierno y cariñoso que conduce a una hija niña y débil. Tú me elegiste por protegida, más bien que yo a ti por protector. Gracias, Santo mío.
No me dejes de la mano, para que no tropiece con los escollos de la vida del mundo. Continúame tu amparo que tan claramente veo en cuantas ocasiones acudo a ti, que nunca me desoyes. Llévame, José, a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Recomiéndame a Él y ruégale por mí, para que me recree muchas veces en su visita en la Sagrada Comunión, y para que permanezca conmigo, como prometió en su Evangelio, viviendo en mi pobre corazón y yo en el suyo. Y tú, hermoso Santo, cúbreme con tu protección como con un escudo impenetrable, que me defienda de mí misma, que soy mi mayor enemigo, y que mantenga limpio el cristal de mi pureza, para que no lo empañe la menor sombra. Y luego, llévame también cerca de la Virgen Santísima, tu excelsa esposa. Sobre todo, Santo mío, no separes tu vista de mí para que no ofenda a Dios, y (para ayudarme) aún en lo temporal: pues soy tan miserable, que de todo necesito.
Dulcifica mis penas alcanzándome: paciencia para ellas; templanza en las alegrías; resignación en las adversidades; obediencia y sumisión gustosa a la voluntad de mis padres y superiores; y pureza en los pensamientos, palabras y obras: para que logre relativamente paz en la vida; y para que te puede llegar a ver resplandeciente en la gloria, como te sueña mi amor filial en el cielo, cerca del Hijo, y con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

sábado, 21 de marzo de 2015

"ACORDAOS" DE SAN BERNARDO

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado por esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Virgen Madre de las vírgenes!, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados. me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas; antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amén.
   Cúmplase en todas las cosas la justísima, altísima y amabilísima voluntad de Dios y eternamente sea glorificada y ensalzada.
   Bendita sea la Purísima e Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, Madre de Dios.

LA EUCARISTÍA

La Eucaristía es el sacramento del Cuerpo y Sangre de Jesucristo bajo las especies de pan y de vino.
En la Eucaristía está real y verdaderamente Jesucristo y lo recibimos en la Sagrada Comunión. Después de la consagración la Hostia (pan de trigo) es el Cuerpo de Jesucristo y en el cáliz (vino con agua) está la Sangre de Jesucristo. Recibimos a Jesucristo en la Sagrada Comunión para que sea alimento de nuestras almas, nos aumente la gracia y nos dé la vida eterna. Para recibirlo debemos estar en gracia de Dios, guardar el ayuno eucarístico (al menos una hora) y saber a quién recibimos. 

jueves, 12 de marzo de 2015

ORACIÓN AL SEÑOR DE LA SALUD

Dulce Jesús: 
Que eres el autor de la vida y en tus manos está la salud de los hombres: no rechaces mi humilde plegaria.
Señor, que en los días de tu vida mortal sanaste a cuantos enfermos te invocaron con fe y confianza, animado con tales sentimientos vengo a pedirte concedas la salud a nuestros hermanos enfermos, a fin de que, experimentando, una vez más, tu paternal amor, te sirvan en adelante. Amén.
(Recibida en locución por una niña de Latinoamérica el 23 de abril de 2014, a las 14.14 horas).

ORACIÓN A SAN RAFAEL ARCÁNGEL (1)

Arcángel san Rafael que dijiste: "Bendecid a Dios todos los días y proclamad sus beneficios. Practicad el bien y no tropezaréis en el mal. Buena es la oración con ayuno y hacer limosna es mejor que atesorar oro", te suplico me acompañes en todos mis caminos y me alcances gracias de sanación y liberación de toda enfermedad, malestar o fiebre. Amén.

ORACIÓN A SAN JOSÉ (10)

Glorioso san José, fiel guardián de Jesucristo: a ti dirijo mis plegarias para implorar tu poderosa intercesión y obtener del Corazón de Jesús todo lo que necesitamos para nuestro bien espiritual y temporal. Este favor te pido hoy... (se menciona la petición particular).
¡Oh fiel esposo de la Santísima Virgen! Quiero imitar tu vida y tus virtudes, especialmente la confianza e intimidad con Jesús y tu esposa María; protege a mi familia y ayúdala a superar todas las dificultades que en esta vida encuentre. Ayúdanos a obtener la feliz eternidad. Amén.