sábado, 28 de abril de 2018

ORACIÓN AL SEÑOR JESUCRISTO RESUCITADO

Señor Jesucristo, creo que eres el Hijo resucitado y glorioso de Dios Padre y que estás aquí entre nosotros, vivo e intercediendo por mí, amándome y queriendo ayudarme.
A Ti me entrego, confiado, porque sé que quieres curarme y eres omnipotente para hacerlo.
Señor Jesús, te lo ruego: perdona mis pecados, faltas y omisiones y cura mis malos hábitos. Quiero, con tu gracia, perdonar a los que me ofendieron.
Jesucristo, mi Dios y amigo, en este instante te acepto como mi amado Salvador y Señor, único dueño de todas las áreas de mi ser, de todo lo que soy y poseo.
Jesús, mi Señor y Rey, te pido que entres ahora en mi vida y permanezcas conmigo según lo prometiste: "Estaré siempre contigo, hasta el fin de los tiempos". Yo creo en tu Palabra.
Señor Jesús, yo te entrego en este momento mi mente y mi voluntad. Amén.


EL TONTO DEL PUEBLO

Se cuenta que en una localidad del interior un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia que vivía haciendo pequeños mandados por limosnas.
Diariamente algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 40 reales y otra de menor tamaño, pero de 200 reales.
Él siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía no se había dado cuenta de que la moneda de mayor tamaño valía menos, y este le respondió:
- Lo sé, no soy tan tonto, vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra se acaba el jueguecito y no voy a ganar más mi moneda.

Conclusiones de la historia:

1ª) Quien parece tonto no siempre lo es.
2ª) ¿Quiénes eran los verdaderos tontos?
3ª) Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
4ª) Podemos estar bien, aunque los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros.
5ª) Lo que importa no es lo que piensan de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.

El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente.


jueves, 19 de abril de 2018

ORACIÓN DE SANACIÓN PARA LOS ENFERMOS

Sempiterno Dios todopoderoso, bandeja infinita de salud y bondad, que sabiamente has dicho "Yo soy quien te da salud". Me presento ante Ti en mis momentos más débiles, porque, bajo los efectos de la enfermedad, he experimentado lo frágil que es mi cuerpo. 
Ten clemencia frente a los que se encuentran despavoridos, renueva su salud y dales fuerza para que estén sanos.
Haz que los tratamientos de medicina de los doctores sean totalmente curadores, porque Tú eres nuestro médico por excelencia y sabrás llevar esta situación sin que se desborde la locura.
Manifiéstate con una bendición gloriosa de tu amor y otórgales la salud que sus cuerpos exigen, la paz que sus almas reclaman, para que renueven todas sus fuerzas y, una vez sanados, puedan ser fieles servidores y defensores de tu testimonio.
Te lo pedimos en el santo nombre de tu Hijo, nuestro Salvador, Jesucristo, con la intercesión de la Santísima Virgen María y orando con el Espíritu Santo, a Ti Señor, que reinas por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 8 de abril de 2018

ORACIÓN POR UNA MADRE MUY ENFERMA

Querido Señor, te agradezco todas tus bendiciones, especialmente por darme una madre maravillosa y amorosa. Sé que todo lo que tengo es prestado, pero me gustaría pedirle a tu Sagrado Corazón que sane a mi madre. Ella ha pasado por muchas dificultades, pero su fe en Ti se mantuvo fuerte. Creo que puedes hacer cualquier cosa, que puedes curar a mi madre. Por favor, Señor, hazlo si es tu voluntad. Ten piedad de nosotros. Amén.

sábado, 7 de abril de 2018

RESUCITÓ EL SEÑOR

Resucitó el Señor y vive en la palabra
de aquel que lucha y muere, gritando la verdad.
Resucitó el Señor y vive en el empeño
de todos los que empuñan las armas de la paz.
Resucitó el Señor y está en la fortaleza
del triste que se alegra, del pobre que da pan.
Resucitó el Señor y vive en la esperanza
del hombre que camina creyendo en los demás.
Resucitó el Señor y viene en cada paso
del hombre que se acerca sembrando libertad.
Resucitó el Señor y vive en el que muere
surcando los peligros que acechan a la paz.
Resucitó el Señor y manda a los creyentes
crecerse ante el acoso que sufre la verdad.
Resucitó el Señor y vive en el esfuerzo
del hombre que sin fuerzas quedó por los demás.
Resucitó el Señor y está en la encrucijada
de todos los caminos que llevan a la paz.
Resucitó el Señor y llama ante la puerta
de todos los que olvidan lo urgente que es amar.
Resucitó el Señor y vive en el que queda
cautivo por lograrle al hombre libertad.
Resucitó el Señor, su gloria está en la tierra
en todos los que viven su fe de par en par.