lunes, 3 de marzo de 2025

ORACIÓN DE INTERCESIÓN DE LA BEATA MARÍA CONCEPCIÓN CABRERA DE ARMIDA

Padre misericordioso, te damos gracias por haber regalado la espiritualidad de la Cruz a tu Iglesia por medio de Concepción Cabrera, esposa y madre de familia. Por su intercesión, concédeme la gracia de...., a fin de que esta laica, mística y apóstol, sea contada entre tus santos. Que su ejemplo sirva de estímulo a quienes formamos la Iglesia, para que, dóciles al Espíritu Santo, colaboremos con Jesucristo en la salvación del mundo. Amén. 

LUNES VIII TIEMPO ORDINARIO C


Buenos días. Seguimos rezando por el Papa. Hoy es lunes y la Iglesia nos propone en las lecturas que meditemos sobre la importancia de volver nuestra vida hacia Dios, porque la salvación no depende de nuestra riqueza, ni de nuestras propias fuerzas, sino que es gracia y misericordia de Dios; lo que debemos hacer es vivir los mandamientos y acercarnos a Dios con fe y amor sinceros, sabiendo que para Dios nada hay imposible. Seamos buenos y confiemos en Dios, que perdona siempre nuestra culpa y pecado.



Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico 17, 24-29

A los que se arrepienten Dios les permite volver, y consuela a los que han perdido la esperanza, y los hace partícipes de la suerte de los justos.

Retorna al Señor y abandona el pecado, reza ante su rostro y elimina los obstáculos.

Vuélvete al Altísimo y apártate de la injusticia y detesta con toda el alma la abominación.

Reconoce los justos juicios de Dios, permanece en la suerte que te ha asignado y en la oración al Dios altísimo.

En el abismo ¿quién alabará al Altísimo como lo hacen los vivos y quienes le dan gracias?

Para el muerto, como quien no existe, desaparece la alabanza, solo el que está vivo y sano alaba al Señor.

¡Qué grande es la misericordia del Señor y su perdón para los que retornan a él!


Salmo de hoy

Salmo 31, 1b-2. 5. 6. 7 R/. Alegraos, justos, y gozad con el Señor

Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito y en cuyo espíritu no hay engaño. R/.

Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; propuse: «Confesaré al Señor mi culpa», y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R/.

Por eso, que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia: la crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzará. R/.

Tú eres mi refugio, me libras del peligro, me rodeas de cantos de liberación. R/.



Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17-27

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

Jesús le contestó: «Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».

Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud».

Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme».

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¿Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!».

Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Pero Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».

Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?».

Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».

 



“Jesús se le quedó mirando con cariño…”(Mc 10, 17-27)

Señor Jesús, buenos días. Con ilusión comienzo esta nueva semana. Y tu Palabra, como siempre, nos da una pista de cómo ser y estar con los demás. Hoy nos llama especialmente la atención tu mirada: “Jesús se le quedó mirando con cariño”.

Señor Jesús, tu mirada transformaba la realidad, tu mirada restituía dignidades. Tu mirada atraía a gente muy diversa, tu mirada alegraba la vida, tu mirada acogía, invitaba y dejaba a la gente con ganas de más. Tu mirada sanaba, incluía, creaba lazos, perdonaba.

Señor Jesús, tu mirada estaba colmada de misericordia. Tu mirada desentrañaba secretos y hablaba también del misterio del Reino. Tu mirada llamaba al compromiso y a un proyecto de vida sin igual. Tu mirada estaba siempre llena de cariño, de comprensión, de afecto, de cercanía y de posibilidades.

Señor Jesús, danos esa mirada tuya. Haznos ver como tú ves. Míranos y haz que nosotros miremos a nuestro prójimo con cariño, sin faltar a la verdad, sin ocultar nada, sin querer sólo complacer. Mirar con cariño por puro amor. Porque nos sabemos salvados por tu misericordia. Que hoy nadie se vaya de nuestro lado sin haber visto en nuestros ojos misericordia.

Así te lo pido. Así sea.







HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (101)


Piensa sólo en amar y en ser amada.
El amor es lo que es; lo otro no es nada. 



CANTAR DEL PUEBLO 45 (AUGUSTO FERRÁN)


La víbora ponzoñosa
en medio de su bravío,
venga y coma de mis carnes
si yo te quiero fingido. 





ORACIÓN SANTA INÉS DE PRAGA (2)


Señor, Dios nuestro, que inspiraste a santa Inés de Praga la renuncia a las glorias de este mundo y la condujiste por el camino de la cruz hacia la meta de la perfección evangélica; te suplicamos que, siguiendo su ejemplo, antepongamos a los bienes pasajeros los valores eternos de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

DOMINGO VIII TIEMPO ORDINARIO C





Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico 27, 4-7

Cuando se agita la criba, quedan los desechos; así, cuando la persona habla, se descubren sus defectos.

El horno prueba las vasijas del alfarero, y la persona es probada en su conversación.

El fruto revela el cultivo del árbol, así la palabra revela el corazón de la persona.

No elogies a nadie antes de oírlo hablar, porque ahí es donde se prueba una persona.


Salmo

Es bueno darte gracias, Señor.

Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo;
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad. R/.

El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios. R/.

En la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
mi Roca, en quien no existe la maldad. R/.


Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 54-58

Hermanos:

Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
«La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?». El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley. ¡Gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo! De modo que, hermanos míos queridos, manteneos firmes e inconmovibles. Entregaos siempre sin reservas a la obra del Señor, convencidos de que vuestro esfuerzo no será vano en el Señor.


Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 39-45

En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:

«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.

Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca».

 



Acabamos con esta celebración la primera parte del llamado Tiempo Ordinario, ya que el próximo miércoles comenzaremos la Cuaresma.

Por tanto, toda la liturgia de hoy nos invita a cerrar un periodo, una etapa del año litúrgico, durante la cual hemos ido siguiendo los inicios del ministerio de Jesús. El cual se dirige hoy a los que le escuchaban con palabras directas y contundentes:

¡Hipócrita! Sácate primero la viga que llevas en tu ojo".

Aludiendo a que muchas veces observamos lo que de negativo hay en el otro sin darnos cuenta que nosotros quizás somos peores. Es curioso comprobar (haced la prueba) que cuando uno acusa a otro señalándolo con el dedo índice (como una pistola ), hay otros tres dedos que al mismo tiempo apuntan hacia atrás.

- El dedo índice señala la mota que descubro en el ojo de mi hermano.

- Los otros tres dedos (el medio, el anular y el meñique) no olvidan la viga que llevo en mi ojo.

- Mientras tanto el pulgar parece indicar que entre el otro y yo está Dios, Aquél a quien no podemos engañar nunca.

Uno puede decir: " Voy a criticar al otro, voy a despistar, voy a engañar, voy a esconder mis actos... " pero Dios conoce nuestro corazón profundamente.

Y es que, no vale aparecer como bueno, si no lo soy, ni como generoso si soy un egoísta.

Tenemos que trabajar para que nuestro corazón sea bueno, generoso y fraternal.

El corazón suele ser como una esponja.

- A la esponja si se la tiene siempre en agua, es suave y está siempre llena y fresca.

- Si se la olvida uno en un rincón, se seca y ya no sirve para limpiar, no hace más que rascar.

Así le pasa también al corazón:

* Cuando lo empleamos para amar, servir, ayudar, perdonar... el corazón es bueno, está limpio y es sincero.

* Cuando no se le emplea más que para el "Yo" egoísta, entonces se seca, se hace duro, se inutiliza.

Que nuestro corazón sea siempre una esponja que se empape de todo lo bueno y que sepamos ver antes nuestros defectos para así poder ayudar a los demás como Dios quiere.

Que así sea.







HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (100)


Aunque es tu gran belleza
para mí inaccesible,
te quiero, vive Dios, con la firmeza
de un mártir de la fe de lo imposible. 



CANTAR DEL PUEBLO 44 (AUGUSTO FERRÁN)


Ven acá, mujer del mundo,
conviértete a la razón;
ningún hombre puede ser
tan cabal como el reló. 



sábado, 1 de marzo de 2025

ORACIÓN SAN ROSENDO

Señor, que en nuestra fragilidad nos has puesto a los santos como ejemplo y protección para ayudarnos en el camino de la salvación, te pido, por intercesión de san Rosendo, que siga de tal modo sus ejemplos de amor a Ti y al prójimo que pueda en verdad ser contado entre tus elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN SAN SUITBERTO (1)

Dios mío, no te alejes de nosotros; que los méritos y virtudes de tu servidor san Suitberto atraigan tus ojos favorables hacia mí; que por su intercesión me libre del mal que sufro, para que pueda aprender por este nuevo beneficio que espero de Ti y te alabe cada vez más. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Suitberto, que sana a tantos enfermos con exceso de trabajo todos los días, ruega por nosotros.

SÁBADO VII TIEMPO ORDINARIO C


Buenos días. Seguimos rezando por el Papa. Hoy sábado por la mañana las lecturas nos invitan a ser inocentes, a tener una mirada y un comportamiento como los niños; por eso dice Jesús que quien no recibe el Reino De Dios como un niño no entrará en Él. Y es que precisamente por eso la primera lectura nos vuelve a recordar la creación del hombre y cómo fue creado en el inicio a imagen y semejanza de Dios. Pero hay un detalle importante y es que si en la primera lectura dice que volverá a la tierra, en el Evangelio nos abre Cristo las puertas del Reino de Dios. Seamos buenos, volvamos a la inocencia primera y confiemos en Dios, cuya misericordia nos abre las puertas del paraíso.



1ª Lectura (Eclo 17, 1-13): El Señor creó al ser humano de la tierra, y a ella lo hará volver de nuevo. Concedió a los humanos días contados y un tiempo fijo, y les dio autoridad sobre cuanto hay en la tierra. Los revistió de una fuerza como la suya y los hizo a su propia imagen. Hizo que todo ser viviente los temiese, para que dominaran sobre fieras y aves. Discernimiento, lengua y ojos, oídos y corazón les dio para pensar. Los llenó de ciencia y entendimiento, y les enseñó el bien y el mal.

Puso su mirada en sus corazones, para mostrarles la grandeza de sus obras, y les concedió gloriarse por siempre de sus maravillas. Por eso alabarán su santo nombre, para contar la grandeza de sus obras. Puso delante de ellos la ciencia, y les dejó en herencia una ley de vida. Estableció con ellos una alianza eterna, y les enseñó sus decretos. Sus ojos vieron la grandeza de su gloria y sus oídos oyeron su voz gloriosa. Les dijo: «Guardaos de toda iniquidad», y les dio a cada uno preceptos acerca del prójimo. La conducta humana está siempre ante Dios, no puede ocultarse a sus ojos.


Salmo responsorial: 

R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.

Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por los que lo temen; porque él conoce nuestra masa, se acuerda de que somos barro.

Los días del hombre duran lo que la hierba, florecen como flor del campo, que el viento la roza, y ya no existe, su terreno no volverá a verla.

Pero la misericordia del Señor dura desde siempre y por siempre, para aquellos que lo temen; su justicia pasa de hijos a nietos: para los que guardan la alianza.


Versículo antes del Evangelio (Cf. Mt 11, 25): Aleluya. Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. Aleluya.



Texto del Evangelio (Mc 10, 13-16): En aquel tiempo, algunos presentaban a Jesús unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él». Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos.









HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (99)


Como el viento continuo, no es sentida
la eterna pesadez de nuestra vida.


 

CANTAR DEL PUEBLO 43 (AUGUSTO FERRÁN)


No digas, donde te pongas,
que agua tienes de bautismo;
te escupirán a la cara
por lo que has hecho conmigo.