Hoy a tus pies ponemos nuestra vida; hoy a tus pies, ¡glorioso san José! Escucha nuestra oración y por tu intercesión obtendremos la paz del corazón. En Nazaret junto a la Virgen Santa; en Nazaret, ¡glorioso san José!, cuidaste al niño Jesús, pues por tu gran virtud fuiste digno custodio de la luz. Con sencillez, humilde carpintero; con sencillez, ¡Glorioso San José! hiciste bien tu labor, obrero del Señor, ofreciendo trabajo y oración. Tuviste fe en Dios y su promesa; tuviste fe, ¡glorioso san José! Maestro de oración, alcánzanos el don de escuchar y seguir la voz de Dios.
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