Y ustedes, ¿cuándo empezaron a mirar aquí?
En esta distracción, en este predio melódico
(como un simple venir).
De un balde en asedio colgado sin conclusión.
Ella, así lo advierte pensando en parodias inexactas,
como su única riqueza de existir en ser alusión,
silenciosa, demostrando pasos, de susurros vinculados.
Como una bellísima señal,
de invisibles lazos con sus piernas tan felices,
espontáneas en su seguro andar, bifurcando opiniones
y abundancia de suaves menesteres
de ser una bella mujer.
Y sin distracción a perderse en la senda del agua fresca,
seguramente a encontrar algun colaborador
a regresar sin derramarse una gota
del insípido incoloro muy bien blindado.
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