Siento mucho decirte, Ana adorada,
que es vano nuestro empeño
de ver una esperanza realizada,
que el alma acalorada
todo el mundo lo convierte en sueño,
lo que es igual a reducirlo a nada.
que es vano nuestro empeño
de ver una esperanza realizada,
que el alma acalorada
todo el mundo lo convierte en sueño,
lo que es igual a reducirlo a nada.
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