Dios todopoderoso y lleno de bondad, que muestras en los ejemplos y enseñanzas de san Raimundo que la plenitud de la ley es el amor de caridad, infúndenos, clemente, tu Espíritu para que nuestros corazones vivan de esa caridad y caminen verdaderamente en la libertad de tus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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