Obediente y muy amada por el Padre santa Honorata, mira por las penas que paso en este mundo, especialmente en los tiempos presentes cuando el enemigo material y el enemigo espiritual se muestra más agresivo que nunca, cuando la maldad y la desobediencia parecen ser un acto normal, te ruego que con prontitud acudas en mi protección.
Defensora de la causa de Dios, santa Honorata, ruega e intercede al Padre por mis seres queridos y mi persona, ruega para que no nos falte el don del trabajo, la salud de cuerpo y alma, el pan de cada día; que por tu mediación el Padre se digne perdonar nuestras faltas y que al final de la vida el destino que tengamos sea la morada eterna, donde la promesa de la bienaventuranza nos espera.
Desde las puertas del Cielo, dígnate impartir para nosotros tu bendición, tú que ya perteneces eternamente a los elegidos que alcanzaron la unión con el Padre, te ruego desde esta Tierra para que, a través de tu intercesión, logremos mediante tu santidad nuestra libertad.
Gracias, venerable santa, enséñanos a aceptar al Creador desde nuestra propia miseria para que sea Él quien cambie y libere a toda la humanidad de las garras del maligno. Haz que volvamos los ojos al cielo pidiendo perdón y compasión. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario