martes, 18 de febrero de 2025

MARTES VI TIEMPO ORDINARIO C


Buenos días. Feliz martes. Hoy las lecturas nos invitan a descubrir la providencia de Dios. Los discípulos se preocupan porque no tienen suficiente pan, y Jesús les dice que abran los ojos y los oídos, para descubrir que Dios no nos abandona. Por eso la primera lectura nos enseña que a pesar de los pecados y la maldad del hombre, Dios ve a uno bueno, Noé, y vuelve a darle una oportunidad al hombre para que empiece de nuevo. Seamos buenos y confiemos en la providencia de Dios, que nunca se aparta de nuestro lado. 



1ª Lectura (Gén 6, 5-8; 7,1-5.10): Al ver el Señor que la maldad del hombre crecía sobre la Tierra, y que todo su modo de pensar era siempre perverso, se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón. Y dijo: «Borraré de la superficie de la Tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me pesa de haberlos hecho».

Pero Noé alcanzó el favor del Señor. El Señor dijo a Noé: «Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en tu generación. De cada animal puro toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja, macho y hembra; y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra, para que conserven la especie en la Tierra. Dentro de siete días haré llover sobre la tierra cuarenta días con sus noches, y borraré de la superficie de la Tierra a todos los vivientes que he creado». Noé hizo todo lo que le mandó el Señor. Pasados siete días, vino el diluvio a la Tierra.



Texto del Evangelio (Mc 8, 14-21): En aquel tiempo, los discípulos se habían olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca más que un pan. Jesús les hacía esta advertencia: «Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes». Ellos hablaban entre sí que no tenían panes. Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es que tenéis la mente embotada? ¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis de cuando partí los cinco panes para los cinco mil? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?». «Doce», le dicen. «Y cuando partí los siete entre los cuatro mil, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete». Y continuó: «¿Aún no entendéis?».





"¿Tenéis ojos y no veis, tenéis oídos y no oís?" (Mc 8, 14-21)

Señor Jesús, debe ser cierto eso de que no acabamos de entender. Por eso en la oración de esta mañana, confiados, te decimos:

Danos la capacidad necesaria para estar atentos a la realidad que nos rodea y en la que vivimos, de modo que nos hagamos cargo de ella, sea cual sea.

Danos la fe necesaria para hacer frente a dicha realidad desde Ti, no solo apoyados en nuestras fuerzas y saberes, en nuestras estrategias y planificaciones, sino en Ti, de modo que podamos cargarnos con ella a la espalda y seguir caminando.

Danos la esperanza necesaria como para poder encargarnos de la realidad sabiendo que eres Tú el que salva, el que sana, el que nos señala el camino y el que resucita. 

Que nos encarguemos de lo que acontece con caridad, sin más interés que el ajeno, sin más motivo que querer más, querer mejor. Sin más condición que no poner condiciones, sin más medida que amar sin medida.

Señor Jesús, es verdad, no acabamos de entenderte, pero queremos que sigas alentando nuestros pasos, acompañando nuestra misión y fortaleciéndonos en la debilidad. 

Así te lo pido. Así sea.











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