Son iguales, Leonor, nuestros destinos;
morirás como yo, de mal de amores,
porque siempre, y en todos los caminos,
tu corazón asaltarán, traidores,
el tedio y el placer: dos asesinos.
morirás como yo, de mal de amores,
porque siempre, y en todos los caminos,
tu corazón asaltarán, traidores,
el tedio y el placer: dos asesinos.
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