¡Buenos días!
Amanece el primer día de la semana, el primer día del Año Litúrgico, el primer día de Adviento…
Te invito a ponerte delante de la corona de Adviento y reflexionar lo que hoy nos dice Jesús:
Levantad la cabeza, se acerca nuestra liberación.
Que no se nos embote la mente con los afanes de este mundo.
Y presentaos santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre.
Seamos buenos y confiemos en la promesa de Dios,
¡Feliz y bendecido día del Señor!
Texto del Evangelio (Lc 21, 25-28.34-36):
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la Tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación. Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel día de improviso sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la Tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre».
No hay comentarios:
Publicar un comentario