sábado, 30 de noviembre de 2024
SÁBADO XXXIV T.O. B - SAN ANDRÉS, APÓSTOL
Buenos días. Celebramos hoy la memoria de san Andrés, apóstol. La iglesia nos propone el evangelio en el que Jesús lo llama a ser pescador de hombres. Y nos invita a todos a vivir la experiencia de ser apóstoles. Ayudando, como dice san Pablo, a que otros conozcan a Cristo para que puedan amarlo y seguirlo. Por eso debemos profesar con los labios lo que tenemos en el corazón. Un abrazo, seamos buenos y confiemos siempre en Dios.
Texto del Evangelio (Mt 4, 18-22): En aquel tiempo, caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, Le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.
HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (9)
esos ojos risueños,
pues echa, sin quererlo, tu mirada,
un revoque al palacio de mis sueños.
EPIGRAMA DE MIGUEL MORENO Y RUFO (3) (1596 - 1635)
favoreciese a Beltrán,
que, aunque pequeño, es galán
y de lo entonado pisa.
Ella dijo: Por más que ande
mi favor no ha de alcanzar,
que es muy dudoso esperar
de hombre chico cosa grande.
viernes, 29 de noviembre de 2024
ORACIÓN SAN SATURNINO DE TOLOSA
VIERNES XXXIV T.O. B
Buenos días. Hoy leemos en el evangelio que Jesús nos recuerda que tenemos inteligencia para interpretar las señales de la tierra. Y nos invita a descubrir que su Palabra no pasará. La Palabra de Dios es viva y nos enseña cómo vivir y cómo leer los signos de la vida para prepararnos bien para la vida en eterna felicidad. Seamos buenos y cumplamos la voluntad de Dios.
Texto del Evangelio (Lc 21, 29-33): En aquel tiempo, Jesús puso a sus discípulos esta comparación: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».
HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (8)
este retrato mío.
Tú has dejado en mi vida una memoria
más blanca que la estela de un navío.
EPIGRAMA DE VENTURA RUIZ AGUILERA (1820 - 1881) (1)
una joven dijo así:
"Es un gusto, según creo,
pues se forma con la I
y después viene el meneo".
jueves, 28 de noviembre de 2024
ORACIÓN A SANTA CATALINA LABOURÉ (2)
JUEVES XXXIV T.O. B
Buenos días. San Lucas utiliza en el Evangelio los acontecimientos ocurridos al caer Jerusalén ante el imperio romano, para advertir a los cristianos de lo que significa vivir y seguir a Cristo. Pero señala que cuando todo esto suceda no tengamos miedo y levantemos la cabeza porque se acerca la liberación. Un abrazo, seamos buenos y confiemos en que quien a Dios tiene, nada le falta.
Texto del Evangelio (Lc 21, 20-28): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación. Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella; porque éstos son días de venganza, y se cumplirá todo cuanto está escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y cólera contra este pueblo; y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación».
“Habrá signos…” (Lc 21, 20-28)
Padre bueno, una mañana más nos acercamos a Ti y buscamos tu presencia y compañía. Una mañana más, con todas nuestras intenciones, con todas nuestras heridas, con todos nuestros asuntos pendientes, con todos nuestros principios y con todos nuestros intereses, una mañana más aquí nos tienes para escucharte y dejar que tu Palabra nos esponje el corazón y nos anime a seguir adelante… a pesar de los signos o precisamente por esos mismos signos.
El evangelio de hoy, Padre nuestro, nos advierte de que habrá signos. Nos preguntamos si serán visibles, si nos daremos cuenta de ellos, si nos dará tiempo a reaccionar, si nos tocará algo de todo lo que nos dice la Palabra. Reconocemos que estamos cegados ¡por tantas cosas!
Padre bueno, hay signos: millones de seres humanos sin acceso a agua potable, millones de personas que no tienen qué comer, ingentes cantidades de alimentos que se tiran, una explotación contra natura de la tierra, conflictos armados, radicalismos, extremismos, exclusivísimos, integrismos, injusticia, confrontación política sin el pueblo, intereses que dejan a un lado los principios, desastres naturales, amenazas nucleares, jóvenes que no tienen trabajo, ni casa, ni posibilidad de soñar un futuro estable, escasez de nacimientos, un consumismo que aniquila relaciones, vínculos y bien común. Signos hay… ayúdanos a leer los signos de los tiempos y a responder, desde nuestra fe en Ti, que es posible otro mundo.
Padre nuestro, una jornada más te pedimos que nos hagas sensibles a los signos que nos dicen que algo no estamos haciendo del todo bien. Que nos quieres a todos y que la salvación no hace acepción de personas. Que no olvidemos que en el mundo, en tu Iglesia y en nuestro corazón hay sitio para todos, todos, todos. Y que volvamos a escuchar hoy, como siempre de Ti: “No temas, confía…”.
Así te lo pido. Así sea.
HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (7)
en parte terrenal y en parte santo:
lo que no sé expresar cuando te canto;
lo que yo sé sentir cuando te veo.
EPIGRAMA DE VICTORIANO MARTÍNEZ MULLER (2)
preguntó a Bartolomé:
"¿Qué oficio tenéis, señor?",
y él contestó: "Herrador
soy, para servir a usté".
miércoles, 27 de noviembre de 2024
HISTORIA Y ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LA MEDALLA MILAGROSA
El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:
MIÉRCOLES XXXIV T.O. B
Buenos días. Dice el evangelio de hoy que con perseverancia salvaremos nuestras almas. Ser cristianos y dar testimonio de la fe no depende de nuestras palabras, sino de lo dóciles que seamos a la voluntad de Dios, dejando que sea Él quien actúe a través de nosotros. Él nos dará la sabiduría para ayudar y ser auténticamente felices a pesar de la incomprensión de los que nos rodean. Seamos buenos y confiemos en Dios, que viene a regir la Tierra con justicia.
Texto del Evangelio (Lc 21, 12-19): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio. Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
"Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas" (Lc 21, 12-19)
Señor Jesús, gracias por el evangelio de hoy. Gracias por recordarnos que seguirte es un regalo, pero un regalo que no evita persecución, juicios y desgaste en tu nombre. Gracias por insistir en que seamos perseverantes.
Señor Jesús, haznos perseverantes en el amar, en el perdonar, en el mirar con misericordia, en el abrazar con ternura, en el esperar contra toda esperanza, en el creer en Ti, en el fiarnos de Ti, en el sabernos siempre en Ti.
Señor Jesús, que no nos preocupemos de preparar lo que vamos a decir o cómo nos vamos a defender cuando nos ataquen. Que nos creamos realmente que Tú, llegado el momento, nos darás palabras y sabiduría para hacer frente a lo que venga.
Señor Jesús, haznos perseverantes y confiados. Lo que somos es porque somos en Ti. Lo que esperamos lo esperamos todo de Ti. Lo que anunciamos sin Ti es un discurso bonito pero sin corazón. Haz que seamos corazón para todos. Haz que pongamos más corazón en nuestro mundo. Haznos perseverantes en este día y que nos caracterice siempre la valentía. Así te lo pido. Así sea.