martes, 31 de diciembre de 2024

ORACIÓN SAN SILVESTRE (1)


Socorre, Señor, a tu pueblo que se acoge a la intercesión del papa san Silvestre I, para que, pasando esta vida bajo tu pastoreo, pueda alcanzar en la gloria la vida que no acaba. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.


DÍA VII OCTAVA DE NAVIDAD C


Buenos días. Celebramos ya esta tarde a la Madre de Dios. Y mañana comenzamos un nuevo año. Y los cristianos lo hacemos encomendándonos a la protección de nuestra Madre del Cielo. Que ella pida a Dios por nosotros y que nos siga guardando en su corazón. Hagamos propósitos de convertir nuestros corazones para ser más felices y ayudar a nuestro prójimo a ser feliz. Seamos buenos y confiemos en Dios, que nos bendice siempre. Y feliz Año Nuevo.



Texto del Evangelio (Jn 1, 1-18): En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.

Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por Él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.

La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.

Juan da testimonio de Él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo». Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, Él lo ha contado.










HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (39)


No rechaces tus sueños, hija mía:
sin la ilusión, el mundo ¿qué sería?


 

EPIGRAMA DE JUAN MARTÍNEZ VILLERGAS (2) (La novela corta, 1919)

Dicen que Julia repara
si pintan a don Matías.
¡Como si no se pintara
la Julia todos los días! 



lunes, 30 de diciembre de 2024

MARTIRIO Y ORACIÓN SAN ROGELIO, MÁRTIR

 


Dos testigos de Jesucristo fueron inmolados en el año 852 por las huestes del Islam. Uno había nacido cerca de Granada y era «monje y eunuco ya viejo, llamado Rogelio; el otro, llamado Servideo, eunuco desde joven, había llegado de ultramar, desde el Oriente, a Córdoba, para morar allí en calidad de extranjero», cuenta Eulogio de Córdoba. Estos dos habían hecho voto de luchar hasta la muerte, sin retroceder bajo ningún pretexto, hasta que obtuvieran el cielo por medio de su sangre. Dirigiéndose a la mezquita y confundiéndose con la gente, empezaron a predicar el Evangelio y a burlarse del Islam y de su culto. Anunciaron que el reino de los cielos estaba cerca para los fieles, que la muerte y la gehenna sin duda alguna eran el destino de los infieles, a menos que se acercaran a la Vida.

Como arden en la hoguera los haces de ramos de espinas, levantando lenguas de fuego y crepitando, así se inflamó la ira de la cohorte de los infieles contra los siervos de Dios. Trataron de golpearlos, herirlos, pincharlos, aplastarlos y acabar con los santos que osaron profanar la mezquita del profeta. Si no hubiera estado allí un juez que recurrió a su poder para reprimir a la turba incontenible, les hubieran arrancado el último soplo de vida que les quedaba. En medio de puños amenazantes, fueron conducidos a la prisión, en donde se les impusieron pesadas cadenas y se les encerró en los calabozos destinados a los ladrones. Allí, todavía predicaban, profetizaban y anunciaban la muerte inminente del tirano, alababan la verdadera religión y refutaban el error. Sus cuerpos estaban ya privados de vigor para soportar los suplicios, pero su lengua no cesaba de proclamar los oráculos de la verdad. Las autoridades ocupantes, para castigar a estos evangelistas violadores de la mezquita, decretaron que se les cortarían primero las manos y los pies y, luego, la cabeza. El decreto causó un gran júbilo en los siervos de Cristo.

Al afrontar la sentencia de muerte, estaba allí, con toda su ferocidad, el verdugo; gritaba, rechinaba los dientes, apenas podía contener su ansiedad y quería precipitar la ejecución de los elegidos, quienes se mostraban tan deseosos de partir, que el verdugo parecía lento en procurarles la muerte. Continúa Eulogio: «colocados en el lugar de la decapitación, los santos mártires, aun antes del aviso del lictor, extendieron los brazos para ofrecer sus manos: el hierro cayó sobre sus articulaciones y las manos saltaron a uno y otro lado. Después, les cortaron las piernas, pero no mostraron ninguna tristeza. Finalmente, tronchado el cuello, se desplomaron. Los cadáveres mutilados, ensartados en horquillas, fueron colocados más allá del río, entre las cruces de los otros, el 16 de septiembre del año 852.


ORACIÓN

Intercede por mí, san Rogelio, ante el trono de Dios, y pide por mis intenciones, por mis alegrías y por mis penas, por mi familia y por mis amigos. Amén.

SEXTO DÍA OCTAVA DE NAVIDAD C


Buenos días. Hoy las lecturas nos hablan de paciencia, como la de la profetisa del Evangelio que supo confiar en la promesa del Mesías y vio al Salvador y supo reconocerlo. La carta de san Juan también nos invita a tener paciencia, poner la confianza en Dios y saber esperar los bienes eternos y no en los pasajeros de este mundo. Cultivemos la paciencia y veremos a Dios. Seamos buenos y confiemos en Dios y también nosotros creceremos en gracia de Dios.


1ª Lectura (1Jn 2,12-17): Os escribo, hijos míos, que se os han perdonado vuestros pecados por su nombre. Os escribo, padres, que ya conocéis al que existía desde el principio. Os escribo, jóvenes, que ya habéis vencido al Maligno. Os repito, hijos, que ya conocéis al Padre. Os repito, padres, que ya conocéis al que existía desde el principio. Os repito, jóvenes, que sois fuertes y que la palabra de Dios permanece en vosotros, y que ya habéis vencido al Maligno. No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en él el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo –las pasiones de la carne, y la codicia de los ojos, y la arrogancia del dinero–, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo. Y el mundo pasa, con sus pasiones. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.



Texto del Evangelio (Lc 2, 36-40): Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.

 


















HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (38)

 

Al mostrar a esta niña encantadora,
suele decir su madre embebecida:
"Aquí tienes la Aurora
de los días más bellos de mi vida".



EPIGRAMA ANÓNIMO (26)


Tiempo es que tomes mujer,
dice su padre a Ventura,
no hay para tu travesura
otro remedio a mi ver.
-El remedio bueno está,
responde Ventura al punto,
pero decidme, os pregunto:
¿la de quién tomo, papá?


 

domingo, 29 de diciembre de 2024

ORACIÓN A SANTO TOMÁS BECKET


Glorioso santo Tomás Becket, defensor valiente de la verdad y testigo fiel de Cristo, hoy nos unimos en oración para honrar tu vida de entrega y sacrificio. Tú que enfrentaste con valentía las adversidades por amor a la Iglesia, intercede por nosotros para que podamos mantenernos firmes en nuestra fe y ser testigos del Evangelio en nuestras vidas cotidianas. Amén.

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA C


Buenos días. Feliz Navidad y feliz día de las Familias. Dios escogió a María y José para que formaran una familia y así creció en el mundo en sabiduría y estatura y gracia delante de Dios y los hombres. Y al escoger esta familia nos enseña a valorarla como el centro de la sociedad y la base donde crecer en seguridad y amor. Por eso las lecturas nos ayudan a descubrir el amor, respeto, perdón, comprensión y la ayuda que deben darse dentro de las familias para que podamos crecer en sabiduría, estatura y gracia delante de Dios y los hombres. Seamos buenos y confiemos en Dios, que nos regala su familia para cuidarnos y guiarnos.




Texto del Evangelio (Lc 2, 41-52): Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.


Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando». Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.

Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.



Si algo nos enseña la celebración de la Navidad cada año es el Amor de Dios al hombre que quiso manifestarse precisamente en ese niño que estos días contemplamos.

Y es precisamente esa una de las verdades más profundas, que el ser humano no puede vivir sin Amor. Tanto es así que una vida vivida sin la experiencia del amor (amando y siendo amado) es una vida que carece de sentido.

Hoy recordamos a aquella familia de Nazaret, figura, ejemplo y modelo de todas las familias como imagen de Dios... LA FAMILIA.

Y es que los cristianos afirmamos que la familia ha sido bendecida por Dios, porque Jesús al nacer y vivir en una familia, precisamente la consagró como institución de vida y amor.

Y como cristianos y seguidores de Jesús hemos de esforzarnos en vivir los valores que han de darse en toda familia: Amor, Ayuda Mutua, Comprensión, Generosidad, Paz, Perdón...

Virtudes y valores evangélicos expuestos por Jesús en las Bienaventuranzas y que siguen siendo necesarios para superar los contravalores de la sociedad: Ambición, Egoísmo, Insolidaridad, Individualismo, Odio, Indiferencia, Violencia.

Pidamos hoy que Jesús sea siempre Alguien importante en nuestras familias, alguien a quien recordemos, en quien creamos y sobre todo en quien confiemos siempre.







HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (37)


Cuando halla algún buen mozo que le agrada
¡qué bien se suele hacer la deslumbrada! 


 

EPIGRAMA ANÓNIMO (25)


Las mocitas de estos días
son como las avellanas;
parten una, parten dos,
y toditas salen vanas.


 

sábado, 28 de diciembre de 2024

CASO DE CONCIENCIA (DUQUE DE RIVAS)


   






Si por estar yo de prisa
y sin intención dañada,
delante de esta criada
me quitara la camisa,
y ella lo viese con risa
y delectación morosa;
y se enredara la cosa,
interviniendo el demonio...
dígame usted, don Antonio,
¿fuera acción pecaminosa?

 

ORACIÓN POR NUESTROS NIÑOS


 

FIESTA DE LOS SANTOS INOCENTES


Buenos días. Hoy por la mañana las lecturas nos presentan a los Santos Inocentes, que serán todos aquellos que darán sus vidas por Cristo. Pero también nos presentan a Cristo, el nuevo Moisés que vendrá desde Egipto para liberarnos del pecado y llevarnos a la tierra prometida. Seamos buenos y vivamos la inocencia a la que nos invita Cristo (la buena noticia de la salvación).



Texto del Evangelio (Mt 2, 13-18): Después que los magos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al Niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al Niño para matarle». Él se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo». Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen».












HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (36)


Si, aunque tierna y vivaz, aún eres pura,
no olvides el consejo que te ofrece
esta eterna verdad de la Escritura:
"Todo el que ama el peligro en él perece".




 

EPIGRAMA ANÓNIMO (24)

Por evitar una tunda
que le querían cascar
unos a quien Dios confunda,
disfrazóse el buen Borunda,
y disfrazado echó a andar.
Ellos el falso papel
conocieron del cuitado,
y él llevó ¡suerte cruel!
una tunda por ser él
y otra por ir disfrazado. 

viernes, 27 de diciembre de 2024

ORACIÓN SANTA FABIOLA (1)



Oh, Padre misericordioso, a tus plantas nos postramos para pedirte perdón por nuestros pecados. Por la intercesión de santa Fabiola, joven dulce y hermosa que en su camino de conversión se desprendió de sus bienes terrenales y, entregada al servicio de los pobres y enfermos, fue acogida en la Iglesia. Te pedimos, Señor, que nos ayudes a imitarla para que podamos renunciar a todo aquello que nos impide acercarnos a una sincera conversión y ser verdaderos discípulos tuyos.

Te rogamos, Señor, que todo aquello que hagamos en este día sea un verdadero testimonio de tu amor misericordioso. Nos arrepentimos sinceramente de nuestros pecados, acercándonos al consejo y apoyo de nuestros pastores, y junto con la comunidad de fieles que viven nuestra situación hagamos acciones de caridad entre los más pobres y necesitados.
Señor, nos abandonamos a Ti y le pedimos al Espíritu Santo que nos ilumine en los momentos de oscuridad, búsqueda, fracaso y turbación. ¡Ven, Espíritu Santo!, ven a nuestro corazón, como un día te hiciste presente en la persona de santa Fabiola. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

FIESTA DE SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA


Buenos días. En este segundo día de Navidad, la Iglesia nos propone a san Juan Evangelista para que interceda por nosotros y nos ayude a vivir la alegría de nuestra salvación, que se ha hecho visible (en nuestra carne mortal) y cómo nos presenta el evangelio la prueba mayor de la resurrección: será que deja la tumba vacía. Cristo ha vuelto al Padre, para prepararnos un lugar en el Paraíso. Juan fue el primero en llegar a la tumba; le pedimos su intercesión para que también nosotros podamos llegar y creer. Seamos buenos y confiemos siempre en Dios.



Texto del Evangelio (Jn 20, 2-8): El primer día de la semana, María Magdalena fue corriendo a Simón Pedro y a donde estaba el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.




San Juan Evangelista "Vio y creyó" (Jn 20, 1a.2-8)

Señor Jesús, ver y creer. Nosotros, como aquellos discípulos tuyos, somos así. Somos tan humanos, tan poca cosa, que necesitamos ver para creer. Haz que creamos en Ti aunque no siempre veamos. Haz que ante el anuncio de algo tuyo también nosotros salgamos corriendo para verlo, creerlo y dar testimonio de Ti. Que nada de lo tuyo nos sea indiferente. Que nada de lo de los demás nos sea indiferente. Que como Juan también nosotros nos sintamos amados por Ti, hoy y siempre. Así te lo pido. Así sea.











HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (35)


Esa mujer tan bella
fue por mí tan querida,
que alguna vez para morir por ella,
tan sólo me faltó perder la vida. 





EPIGRAMA DE AURELIO QUEROL (La novela corta, 1919)


Doña Petra la de Ecija
a una reunión presentó
un mal facha y añadió:
-Es el futuro de mi hija.
Un chusco la oyó: -En efecto
-dijo al paño-, lo aseguro,
es en verdad su futuro,
pero... futuro imperfecto.