Gloriosa reina santa Isabel, te pido tu protección, ya que nunca has fallado en cumplir con todos los que han recurrido a tu corazón.
El amor de Jesús inflama en tu espíritu ardiente amor cristiano, lo que te lleva a la práctica diaria de la caridad, dando apoyo y ayuda a todo los necesitados, santa Isabel, reina de Portugal.
Lleno de confianza en tu poder y de dignidad ante el Altísimo, te ruego dignes para mí y para mi familia protección contra las incertidumbres que acarrea la vida en este mundo.
Te lo ruego, señora, míranos con tus ojos llenos de bondad y misericordia para que podamos estar siempre libres de dificultades económicas, que la pobreza no llegue a nosotros y que jamás, pudiendo contar con la gracia de Dios y con tu ayuda, falten el pan y alimentos a nuestra mesa.
Que no nos falte un trabajo digno, que nuestras necesidades estén cubiertas, que la salud nos sea restablecida y que estemos siempre llenos de amor juntos en una vida próspera y feliz. Amén.
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