Buenos días. Hoy en el evangelio los fariseos y escribas quieren saber de dónde le vienen la autoridad y el poder a Jesús, pero no son capaces de deshacerse de sus prejuicios, mirar hacia Dios y descubrir en el mundo la presencia real de Dios; por eso no podrán entender cuál es la autoridad de Cristo. Tengamos cuidado, porque en lo cotidiano y sencillo Dios actúa de manera que nos muestra su voluntad, abramos los ojos y el corazón y acojamos su autoridad. Seamos buenos y confiemos siempre en Dios.
Texto del Evangelio (Mt 21, 23-27): En aquel tiempo, Jesús entró en el templo. Mientras enseñaba se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo diciendo: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Y quién te ha dado tal autoridad?». Jesús les respondió: «También yo os voy a preguntar una cosa; si me contestáis a ella, yo os diré a mi vez con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan, ¿de dónde era?, ¿del cielo o de los hombres?». Ellos discurrían entre sí: «Si decimos ‘del cielo’, nos dirá ‘entonces, ¿por qué no le creísteis?’. Y si decimos ‘de los hombres’, tenemos miedo a la gente, pues todos tienen a Juan por profeta». Respondieron, pues, a Jesús: «No sabemos». Y Él les replicó asimismo: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».
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