¿Qué debo pensar, carísimos,
de esas muchachuelas cócoras,
que por respeto a la crítica
de esta sociedad sardónica,
de toda picante sátira
fingen asustarse hipócritas,
y no dudan ser heréticas
con el que las haga eróticas.
de esas muchachuelas cócoras,
que por respeto a la crítica
de esta sociedad sardónica,
de toda picante sátira
fingen asustarse hipócritas,
y no dudan ser heréticas
con el que las haga eróticas.
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