Buenos días. Hoy sábado recordamos en la Iglesia la conversión de san Pablo. Y por eso leemos en la primera lectura el testimonio de su encuentro único con Jesús de Nazaret y cómo es elegido y aceptado por la comunidad cristiana para evangelizar. También nosotros podemos escuchar la llamada de Dios a través de su Palabra y de los signos de los tiempos para evangelizar. Dios nos invita a ir al mundo y proclamar el evangelio, y lo debemos hacer con nuestra vida diaria. Seamos buenos y confiemos en Dios, que nos ha elegido como hijos suyos.
Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco. Un cierto Ananías, devoto de la Ley, recomendado por todos los judíos de la ciudad, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: ‘Saulo, hermano, recobra la vista’. Inmediatamente recobré la vista y lo vi. Él me dijo: ‘El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, para que vieras al Justo y oyeras su voz, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, no pierdas tiempo; levántate, recibe el bautismo que, por la invocación de su nombre, lavará tus pecados’».
Texto del Evangelio (Mc 16, 15-18): En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien».
No hay comentarios:
Publicar un comentario