viernes, 27 de febrero de 2015

ORACIÓN DE LOS ESPOSOS

Señor:
Haz de nuestro hogar
un sitio de tu amor.
Que no haya injuria
porque Tú nos das comprensión.
Que no haya amargura
porque Tú nos bendices.
Que no haya egoísmo
porque Tú nos alientas.
Que no haya rencor
porque Tú nos das el perdón.
Que no haya abandono
porque Tú estás con nosotros.
Que sepamos marchar hacia Ti
en nuestro diario vivir.
Que cada mañana amanezca
un día más de entrega y sacrificio.
Que cada noche nos encuentre
con más amor de esposos.
Haz, Señor, de nuestras vidas
que quisiste unir,
una página llena de Ti.
Haz, Señor, de nuestros hijos
lo que Tú anhelas:
ayúdanos a educarlos
y orientarlos por tu camino.
Que nos esforcemos
en el consuelo mutuo.
Que hagamos del amor
un motivo para amarte más.
Que demos lo mejor de nosotros
para ser felices en el hogar.
Que cuando amanezca
el gran día de ir a tu encuentro
nos concedas el hallarnos unidos
para siempre en Ti. Amén.

lunes, 23 de febrero de 2015

LA SALVE (Miguel Antonio Caro)

¡Salve, oh Virgen María!
¡Salve, reina inmortal del alto cielo,
Madre de Dios, del ángel alegría,
De los hombres consuelo!
Deja que con los ángeles el hombre
Te salude y te nombre:
¡Salve, Reina inmortal, salve, María!

Virgen, tú nuestra vida,
Tú eres nuestra salud. ¿Sin ti qué hiciera
La pobre humanidad? Ciega y perdida
En sombras falleciera.
Tú al dragón quebrantaste la garganta,
Virgen, con tierna planta:
¡Tú eres nuestra salud, tú nuestra vida!


Tú eres nuestra dulzura;
Tú, Madre de piedad, nuestra esperanza.
Tus favores, bondades y ternura,
¿Quién a decir alcanza?
Tú, bendita entre todas las mujeres,
Nuestra dulzura eres,
Tú, Madre de piedad, nuestra esperanza!

¡Señora, a ti clamamos
Los hijos de Eva en nuestro valle triste,
¡Oh Madre, a ti los ojos levantamos!
Nuestra flaqueza asiste.
Sí; peregrinos de la patria ausentes,
Con lágrimas ardientes
Los ojos levantando, a ti clamamos.

Clamamos; caen al suelo
Lágrimas de dolor, hondo gemido
Brota de nuestro labio y sube al cielo.
No entregues al olvido,
Tú que lloraste al pie del leño santo,
Tú que sufriste tanto,
Nuestras lágrimas, ¡ay! nuestro gemido.

Tú eres nuestra abogada,
Tus claros ojos vuélvenos, María;
Y al fin de nuestra mísera jornada,
Muéstranos, Virgen pía,
El fruto santo de tu seno, fuente
De luz indeficiente:
¡Tú que eres nuestro bien, Virgen María!

ENSEÑANZAS (Dalmau)

Seis cosas Dios aborrece
Y otra séptima abomina:
Ojos soberbios o erguidos;
Lengua que dice mentira;
Mano que sangre derrama;
Corazón que vil maquina;
Pies que al mal corren ligeros;
Hombre que falso atestigua,
Y al que entre hermanos promueve
La discordia y las rencillas.

miércoles, 18 de febrero de 2015

ORACIÓN DE SANACIÓN DE HERIDAS POR CALUMNIAS (María Vallejo-Nágera)

   Jesús, Tú sabes bien en qué estado se encuentra hoy mi corazón. Me han herido y me siento amenazado. Temo que mi familia sufra a causa de esta injusticia. Tú lo ves todo, Señor, y por eso sabes que de lo que me acusan es falso. Percibo en ajenos hostilidad hacia mí por algo que no he cometido, y nada me consuela. Hazlo tú, Jesús. Solo Tú sabes sanar heridas y reparar lo dañado. Tú todo lo ves y sabes que soy inocente. Solo tu consuelo te pido. Abrázame esta noche, lléname de confianza, de tu protección y de tu ternura. Con el poder que me confiere mi Bautismo, y por el hecho de sentirme hijo verdaderamente de Dios Padre, te pido que me empapes ahora mismo con la sangre y agua que mana de tu costado. Que esa sangre bendita derramada desde la Cruz me consuele y proteja de este mal.
   Madre María: envuelve con tu manto a toda mi familia esta noche y protégela de todo el mal que esta calumnia grave ha causado en nuestro entorno. Que ninguno de los míos sufra por su causa. Confío en tu protección y tu consuelo.
   Jesús y María: pongo en vuestras manos amorosas a la persona (se puede nombrar aquí a la persona culpable), que me ha calumniado, y os pido que derraméis gracias, amor y perdón sobre ella. Y a mí, concededme el don de amarla a pesar de la adversidad. Prestadme para ello vuestros ojos y enseñadme a amarla tanto como la amáis vosotros. Que mi corazón no se llene de rencor, sino de amor hacia ella. Amén.

martes, 17 de febrero de 2015

PLEGARIA A DIOS (Gabriel de la Concepción Valdés "Plácido")

Ser de inmensa bondad, Dios poderoso,
A vos acudo en mi dolor vehemente:
Extended vuestro brazo omnipotente,
Rasgad de la calumnia el velo odioso
Y arrancad este sello ignominioso
Con que el mundo manchar quiere mi frente.

Rey de los reyes, Dios de mis abuelos,
Vos solo sois mi defensor, Dios mío;
Todo lo puede quien al mar sombrío
Olas y peces dio, luz a los cielos,
Fuego al Sol, giro al aire, al Norte hielos,
Vida a las plantas, movimiento al río.

Todo lo podéis Vos, todo fenece
O se reanima a vuestra voz sagrada:
Fuera de Vos, Señor, el todo es nada
Que en la insondable eternidad perece;
Y aun esa misma nada os obedece,
Pues de ella fue la humanidad creada.

Yo no os puedo engañar, Dios de clemencia,
Y pues vuestra eternal sabiduría
Ve al través de mi cuerpo el alma mía
Cual del aire a la clara transparencia,
Estorbad que, humillada la inocencia,
Bata sus palmas la calumnia impía.

Estorbadlo, Señor, por la preciosa
Sangre vertida, que la culpa sella
Del pecado de Adán, o por aquella
Madre cándida, dulce y amorosa,
Cuando envuelta en pesar, mustia y llorosa,
Sintió tu muerte como helíaca estrella.

Por Aquella de Regia venerada
Que un tiempo en Montserrat apareciera
De refulgente aureola iluminada,
Sobre radiante disco placentera:
Por Aquella tu esposa idolatrada
Que en su seno divino te tuviera,
Tiende, Señor, el iris de bonanza,
Y al monstruo horrendo en el abismo lanza...

Mas si cuadra a tu suma Omnipotencia
Que yo perezca cual malvado impío,
Y que los hombre mi cadáver frío
Ultrajen con maligna complacencia...
Suene tu voz, y acabe mi existencia...
Cúmplase en mí tu voluntad, ¡Dios mío!...

ORDEN Y PATRIA (Himno de los Carabineros de Chile)

Orden y Patria es nuestro lema,
la ley espejo de nuestro honor;
del sacrificio somos emblema,
Carabineros de la Nación.

Si el mal acecha la paz del nido,
do la inocencia se cobijó,
vamos sin miedo tras el bandido;
somos del débil el protector.

Nuestra bandera flamea al viento
como un heraldo de bienestar;
nuestros clarines son el acento
con que sus dianas cantan la paz.

Otros la vida gocen en calma,
disfruten ellos dicha y solaz;
nosotros vamos tras de la palma
que el sacrificio nos brindará.

Duerme tranquila, niña inocente,
sin preocuparte del bandolero,
que por tu sueño dulce y sonriente
vela tu amante carabinero.

Duerme y no temas la sombra oscura
que allá en el valle su tul tendió;
nosotros somos sol que fulgura,
Carabineros de la Nación.


domingo, 8 de febrero de 2015

TRANSFORMANDO UNA BARRA DE HIERRO EN AGUJA (Cuento chino)

 


Varios niños que, en vez de ir a la escuela, jugaban en la calle, vieron a una anciana que frotaba incansablemente una barra de hierro contra una piedra.
Intrigados, le preguntaron:
- ¿Qué está haciendo ahí, señora?
Ella contestó seriamente:
- Estoy frotando este lingote para adelgazarlo; quiero hacer con él una aguja para coser mi ropa.
Los muchachos soltaron la risa.
- ¡Nunca conseguirá hacer una aguja con una barra de hierro de ese grosor!
- La froto todos los días, y cada día disminuye algo más, por fin terminará siendo una aguja. Pero pequeños flojos como ustedes no pueden comprender esto – dijo la anciana.
Los niños se miraron entre sí, avergonzados, y corriendo, regresaron a la escuela.
De esta historia nos viene la antigua sentencia que aún circula en nuestros días:
«El trabajo perseverante puede convertir una barra de hierro en una aguja para bordar».
                                                    Qian Que Lei Shu