jueves, 30 de septiembre de 2021

ORACIÓN PARA PEDIR LA INTERCESIÓN DE SANTA DYMPHNA

Señor, Dios, Tú quien graciosamente has escogido a Santa Dymphna para ser la patrona de aquellos quienes padecen enfermedades mentales y desórdenes nerviosos y la has convertido en inspiración y símbolo de caridad para tantos que invocan su intercesión, concede, a través de las oraciones de esta pura y joven mártir, ayuda y consuelo a todos los que sufren estas tribulaciones y especialmente por... (aquí se menciona el nombre de la persona por quien se invoca).
Te rogamos aceptes y escuches las oraciones de santa Dymphna en nuestro nombre. Concede a aquellos a quienes particularmente te invoco, paciencia en sus sufrimientos y resignación a Tu divina voluntad. Llénalos de esperanza, y de acuerdo con tus divinos deseos, concédeles la cura que tan fervientemente desean. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.



ORACIÓN A SAN JERÓNIMO


Oh querido y amado San Jerónimo, que en tu vida mortal acogiste la mirada misericordiosa del Señor, y con el apoyo maternal de María Santísima fuiste renovado en la vida de la gracia, danos tu protección y alcánzanos de Dios una sincera conversión al Evangelio de la Salvación. Gloria al Padre…

Oh San Jerónimo, tú que has sido para huérfanos y necesitados una verdadera llama del amor divino, aliviándolos en sus miserias y penalidades, haz que, por tu ejemplo, aprendamos a acoger también nosotros a nuestro prójimo con la misma caridad con la que Cristo nos ha amado. Gloria al Padre… 

MEDITACIÓN JUEVES XXVI TIEMPO ORDINARIO B (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,1-12):

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios". Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios". Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo».

Palabra del Señor





miércoles, 29 de septiembre de 2021

CARTA A MI DIOS (Mary Parcero)


Cuando me lleves, llévame mi Dios en silencio, sin ruido, apenas dormida como lo hacen los niños en su inocencia de no saber si verán un nuevo día.
Llévame mi Dios tan sutilmente como el susurro del viento en mí oído.
Y cuando llegue ante Ti y me preguntes con qué me quedo de lo vivido, te diré que me quedo con lo bueno que di, y con lo bueno que recibí. Seguro que podría haber dado más, pero lo que di, lo di de corazón.
Mis errores, mis defectos los pongo en tus manos, porque sé que Tú serás más misericordioso conmigo que yo misma.
Si me preguntas con qué me siento satisfecha, te diré que siempre intenté seguir los dictados de mi corazón en lugar de atender a la razón. Creo que ha sido de las mejores decisiones de mi vida, porque acertado o no, lo que nace del corazón es lo único correcto.
Así que mi Dios, cuando me lleves, llévame en silencio, mientras me duermo en la inocencia de no saber si veré un nuevo amanecer.
Eternamente esta imperfecta criatura tuya.

ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL (4)



Entre los príncipes del cielo tú eres uno de los más poderosos, y esta es la razón principal por la que hoy acudo a ti, para que intercedas por mi ante Dios Todopoderoso. Para ello te ofrezco en este día mi más grande devoción y mi Alma para que la cubras con tu llama azul.
Pido permiso a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, para que abra los cielos y dejen descender al mismo general y comendador de todos los Ángeles del cielo, por la autoridad y potestad de Dios Padre, para que destruya y retire con su espada toda maldad y negatividad que nos impide avanzar. Que así sea.

ODA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR (Federico García Lorca)

Exposición


Pange lingua gloriosi
corporis mysterium.


Cantaban las mujeres por el muro clavado
cuando te vi, Dios fuerte, vivo en el Sacramento,
palpitante y desnudo como un niño que corre
perseguido por siete novillos capitales.

Vivo estabas, Dios mío, dentro del ostensorio.
Punzado por tu Padre con agujas de lumbre.
Latiendo como el pobre corazón de la rana
que los médicos ponen en el frasco de vidrio.

Piedra de soledad donde la hierba gime
y donde el agua oscura pierde sus tres acentos,
elevan tu columna de nardo bajo nieve
sobre el mundo de ruedas y falos que circula.

Yo miraba tu forma deliciosa flotando
en la llaga de aceites y paño de agonía,
y entornaba mis ojos para darle en el dulce
tiro al blanco de insomnio sin un pájaro negro.

Es así, Dios anclado, como quiero tenerte.
Panderito de harina para el recién nacido.
Brisa y materia juntas en expresión exacta
por amor de la carne que no sabe tu nombre.

Es así, forma breve de rumor inefable,
Dios en mantillas, Cristo diminuto y eterno,
repetido mil veces, muerto, crucificado
por la impura palabra del hombre sudoroso.

Cantaban las mujeres en la arena sin norte,
cuando te vi presente sobre tu Sacramento.
Quinientos serafines de resplandor y tinta
en la cúpula neutra gustaban tu racimo.

¡Oh Forma sacratísima, vértice de las flores,
donde todos los ángulos toman sus luces fijas,
donde número y boca construyen un presente
cuerpo de luz humana con músculos de harina!

¡Oh Forma limitada para expresar concreta
muchedumbre de luces y clamor escuchado!
¡Oh nieve circundada por témpanos de música!
¡Oh llama crepitante sobre todas las venas!

Mundo


Agnus Dei qui tollis peccata
mundi. Miserere nobis.


Noche de los tejados y la planta del pie,
silbaba por los ojos secos de las palomas.
Alga y cristal en fuga ponen plata mojada
los hombros de cemento de todas las ciudades.

La gillete descansaba sobre los tocadores
con su afán impaciente de cuello seccionado.
En la casa del muerto, los niños perseguían
una sierpe de arena por el rincón oscuro.

Escribientes dormidos en el piso catorce.
Ramera con los senos de cristal arañado.
Cables y media luna con temblores de insecto.
Bares sin gente. Gritos. Cabezas por el agua.

Para el asesinato del ruiseñor, venían
tres mil hombres armados de lucientes cuchillos.
Viejas y sacerdotes lloraban resistiendo
una lluvia de lenguas y hormigas voladoras.

Noche de rostro blanco. Nula noche sin rostro.
Bajo el Sol y la Luna. Triste noche del Mundo.
Dos mitades opuestas y un hombre que no sabe
cuándo su mariposa dejará los relojes.

Debajo de las alas del dragón hay un niño.
Caballitos de cadmio por la estrella sin sangre.
El unicornio quiere lo que la rosa olvida,
y el pájaro pretende lo que las aguas vedan.

Sólo tu Sacramento de luz en equilibrio,
aquietaba la angustia del amor desligado.
Sólo tu Sacramento, manómetro que salva
corazones lanzados a quinientos por hora.

Porque tu signo es clave de llanura celeste
donde naipe y herida se entrelazan cantando,
donde la luz desboca su toro relumbrante
y se afirma el aroma de la rosa templada.

Porque tu signo expresa la brisa y el gusano.
Punto de unión y cita del siglo y el minuto.
Orbe claro de muertos y hormiguero de vivos
con el hombre de nieves y el negro de la llama.

Mundo, ya tienes meta para tu desamparo.
Para tu horror perenne de agujero sin fondo.
¡Oh Cordero cautivo de tres voces iguales!
¡Sacramento inmutable de amor y disciplina!

Demonio


Quia tu es Deus, fortitudo mea:
quare me repulisti? et quare tristis
incedo, dum affligit me inimicus?


Honda luz cegadora de materia crujiente,
luz oblicua de espadas y mercurio de estrella
anunciaban el cuerpo sin amor que llegaba
por todas las esquinas del abierto domingo.

Forma de la belleza sin nostalgia ni sueño.
Rumor de superficies libertadas y locas.
Médula de presente. Seguridad fingida
de flotar sobre el agua con el torso de mármol.

Cuerpo de belleza que late y que se escapa;
un momento de venas y ternura de ombligo.
Belleza encadenada sin línea en flor, ni centro,
ni puras relaciones de número y sonrisa.

Vedlo llegar, oriente de la mano que palpa.
Vendaval y mancebo de rizos y moluscos.
Fuego para la carne sensible que se quema.
Níquel para el sollozo que busca a Dios volando.

Las nubes proyectaban sombras de cocodrilo
sobre un cielo incoloro batido por motores.
Altas esquinas grises y letras encendidas
señalaban las tiendas del enemigo Bello.

No es la mujer desnuda, ni el duro adolescente
ni el corazón clavado con besos y lancetas.
No es ser dueño de todos los caballos del mundo
ni descubrir el anca musical de la luna.

El encanto secreto del enemigo es otro.
Permanecer. Quedarse con la luz del minuto.
Permanecer clavados en su belleza triste
y evitar la inocencia de las aguas nacidas.

Que al balido reciente y a la flor desnortada
y a los senos sin huellas de la monja dormida,
responda negro toro de límites maduros
con la fe de un momento sin pudor ni mañana.

Para vencer la carne fuerte del enemigo,
mágico prodigioso de fuegos y colores,
das tu cuerpo celeste con tu sangre divina,
en este Sacramento definido que canto.

Desciendes a materia para hacerte visible
a los ojos que observan tu vida renovada
y vencer sin espadas, en unidad sencilla,
al enemigo bello de las mil calidades.

¡Alegrísimo Dios! ¡Alegrísima Forma!
Aleluya reciente de todas las mañanas.
Misterio facilísimo de razón o de sueño
si es fácil la belleza visible de la rosa.

¡Aleluya, aleluya del zapato y la nieve!
Alba pura de acantos en la mano incompleta.
¡Aleluya, aleluya de la norma y el punto
sobre los cuatro vientos sin afán deportivo!

Lanza tu Sacramento semillas de alegría
contra los perdigones de dolor del Demonio
y en el estéril valle de luz y roca pura
la aguja de la flauta rompe un ángel de vidrio.

Carne


Qué bien os quedasteis,
galán del cielo,
que es muy de galanes
quedarse en cuerpo.
Lope de Vega, Auto de los cantares
Por el nombre del Padre, roca, luz y fermento.
Por el nombre del Hijo, flor y sangre vertida,
en el fuego visible del Espíritu Santo

Eva quema sus dedos teñidos de manzana.
Eva gris y rayada con la púrpura rota
cubierta con las mieles y el rumor del insecto.
Eva de yugulares y de musgo baboso
en el primer impulso torpe de los planetas.
Llegaban las higueras con las flores calientes
a destrozar los blancos muros de disciplina.
El hacha por el bosque daba normas de viento
a la pura dinamo clavada en su martirio.

Hilos y nervios tiemblan en la sección fragante
de la luna y el vientre que el bisturí descubre.
En el diván de raso los amantes aprietan
los tibios algodones donde duermen sus huesos.

¡Mirad aquel caballo cómo corre! ¡Miradlo
por los hombros y el seno de la niña cuajada!
¡Mirad qué tiernos ayes y qué son movedizo
oprimen la cintura del joven embalado!

¡Venid, venid! Las venas alargarán sus puntas
para morder la cresta del caimán enlunado
mientras la verde sangre de Sodoma reluce
por la sala de un yerto corazón de aluminio.

Es preciso que el llanto se derrame en la axila,
que la mano recuerde blanda goma nocturna.
Es preciso que ritmos de sístole y diástole
empañen el rubor inhumano del cielo.

Tienen en lo más blanco huevecillos de muerte
(diminutos madroños de arsénico invisible)
que secan y destruyen el nervio de luz pura
por donde el alma filtra lección de beso y ala.

Es tu cuerpo, galán, tu boca, tu cintura,
el gusto de tu sangre por los dientes helados.
Es tu carne vencida, rota, pisoteada,
la que vence y relumbra sobre la carne nuestra.

Es el yerto vacío de lo libre sin norte
que se llena de rosas concretas y finales.
Adam es luz y espera bajo el arco podrido
las dos niñas de sangre que agitaban sus sienes.


¡Oh Corpus Christi! ¡Oh Corpus de absoluto silencio
donde se quema el cisne y fulgura el leproso!
¡Oh blanca Forma insomne!
¡Ángeles y ladridos contra el rumor de venas!





MEDITACIÓN FIESTA DE LOS ARCÁNGELES MIGUEL, RAFAEL Y GABRIEL

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,47-51):

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?».
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Palabra del Señor


























martes, 28 de septiembre de 2021

MEDITACIÓN MARTES XXVI TIEMPO ORDINARIO B (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,51-56):

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?».
Él se volvió y les regañó y dijo: «No sabéis de que espíritu sois. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos».
Y se marcharon a otra aldea.

Palabra del Señor





SAN LORENZO RUIZ, MÁRTIR DE MANILA

 



Hijo de padre chino y madre filipina, nació en Binondo, Manila, en 1600. Sirvió desde muy joven en el convento e iglesia de los dominicos Binondo, donde recibió formación cristiana. Llegó a ser escribano y llevó una vida de piedad y dedicación a hacer obras de caridad. Contrajo matrimonio y tuvo tres hijos. Hacia 1636 fue acusado de complicidad en un homicidio y, perseguido por la justicia, buscó refugió en los dominicos. Gracias a la intervención del padre Antonio González pudo salir de la embarazosa situación.

Justamente por entonces el padre Antonio González preparaba la expedición a Japón, y Lorenzo, con intención de saltar a tierra en Macao, se adhirió al grupo de pasajeros. Pero, debido a los vientos, el barco se desvió a Okinawa, donde fueron todos arrestados y encarcelados. Fue durante el año que permanecieron recluidos en la prisión de Okinawa cuando se robusteció la fe de Lorenzo hasta el punto de decidirse a confesar ante los perseguidores sus convicciones cristianas.
La prueba tuvo lugar al verse ante el tribunal de Nagasaki. Aunque vacilante al principio, luego recuperó el coraje de declararse cristiano y «dispuesto a dar mil veces la vida por Dios». Confiado en la intercesión del padre Antonio, sacrificado antes que él, se atrevió incluso a retar a los jueces: «Ahora ya podéis hacer de mí lo que bien os parezca». Durante el paseo por la ciudad, fue rezando oraciones y jaculatorias y, ya en la colina de Nishizaka, sufrió la tortura del agua ingurgitada que soportó con heroica entereza y paciencia. Murió el 29 de septiembre de 1637 y sus cenizas fueron arrojadas al mar. Es el primer santo mártir de la Iglesia filipina.

Tortura del agua

MARTIRIO DE SAN WENCESLAO Y ORACIÓN

Al morir su padre Bratislao, los habitantes de Bohemia eligieron por duque a Wenceslao. Por la gracia de Dios, era hombre de una fe íntegra. Auxiliaba a todos los pobres, vestía a los desnudos, alimentaba a los hambrientos, acogía a los peregrinos, conforme a las enseñanzas evangélicas. No toleraba que se cometiera injusticia alguna contra las viudas, amaba a todos los hombres, pobres y ricos, servía a los ministros de Dios, embellecía muchas iglesias.

Pero los hombres de Bohemia se ensoberbecieron y persuadieron a su hermano menor, Boleslao, diciéndole:

«Wenceslao conspira con su madre y con sus hombres para matarte».

Wenceslao acostumbraba ir a todas las ciudades para visitar sus iglesias en el día de la dedicación de cada una de ellas. Entró, pues, en la ciudad de Boleslavia el domingo 28 de septiembre de 935, coincidiendo con la fiesta de los santos Cosme y Damián. Después de oír misa, quería regresar a Praga, pero Boleslao lo retuvo pérfidamente, diciéndole:

«¿Por qué has de marcharte, hermano?».

A la mañana siguiente, las campanas tocaron para el oficio matutino. Wenceslao, al oír las campanas, dijo:

«Loado seas, Señor, que me has concedido vivir hasta la mañana de hoy».

Se levantó y se dirigió al oficio matutino. Al momento, Boleslao lo alcanzó en la puerta. Wenceslao lo miró y le dijo:

«Hermano, ayer nos trataste muy bien».

Pero el diablo, susurrando al oído de Boleslao, pervirtió su corazón, y, sacando la espada, Boleslao contestó a su hermano:

«Pues ahora quiero hacerlo aún mejor».

Dicho esto, lo hirió con la espada en la cabeza.

El joven rey, que todavía no tenía treinta años, echó mano a su espada, pero cuando se dio cuenta de que el asesino era su hermano bajó el arma, murmurando: “¿Qué es lo que intentas hacer, hermano? Podría matarte, pero la mano de un siervo de Dios no debe mancharse con el fratricidio”.

Wenceslao agarró a Boleslao y lo hizo caer en tierra. Vino corriendo uno de los consejeros de Boleslao e hirió a Wenceslao en la mano. Este, al recibir la herida, soltó a su hermano e intentó refugiarse en la iglesia, pero dos malvados lo mataron en la puerta. Otro, que vino corriendo, atravesó su costado con la espada. Wenceslao expiró al momento, pronunciando aquellas palabras:

«A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu».


Wenceslao huye de su hermano que empuña una espada, pero el sacerdote cierra la puerta de la iglesia


 

lunes, 27 de septiembre de 2021

ORACIÓN A SAN VICENTE DE PAÚL


Oh, san Vicente de Paúl, nuestro padre y nuestro modelo, tú que durante toda tu vida quisiste imitar a Jesucristo, Misionero y Siervo, te encontraste en tu tiempo con la enfermedad del pueblo con la plaga de la peste.
Intercede a la Santísima Trinidad en favor de todos los países del mundo que han sido atacados por el flagelo actual. Que sanen los cuerpos y los corazones de todas las víctimas. Ayuda a los ciudadanos, apoya a los seres queridos, inspira a los investigadores. Ayuda a los que cruzan las puertas de la muerte.

MARTIRIO DE LAS SANTAS JUSTA Y RUFINA

Diogeniano les instó a abandonar sus creencias y obligó a las hermanas Justa y Rufina a participar descalzas en una nueva procesión en honor a Salambó, a lo que ellas se negaron rotundamente. 

Tras esta negativa, comenzó el proceso de martirio de Justa y de Rufina, a las que torturaron en el potro, las azotaron y las llegaron a colgar de los cabellos. Tras esto, esperaba el pretor Diogeniano que las hermanas renunciaran a su fe, pero viendo que nada surtía efecto mandó encerrarlas en la cárcel sin agua ni pan. 

Tras sobrevivir a la cárcel, mandó arrancarles las uñas de los pies y manos, y así fueron llevadas a Sierra Morena para ser arrastradas por un carro, tras lo cual fueron enviadas desfallecidas y sangrantes de vuelta a la cárcel de Hispalis.



MEDITACIÓN LUNES XXVI TIEMPO ORDINARIO B (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,46-50):


En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante».
Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir».
Jesús le respondió: «No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro».

Palabra del Señor





SAN VICENTE DE PAÚL


Nacido en el seno de una familia campesina 
de “Las Landas”, en Pouy, sur de Francia,en 1581, pudo haber sido un cura más, de los que entonces se afanaban por contribuir al sostenimiento de su familia; pero dejó de ser mediocre porque -contemplando las miserias que afligían en su época a tanta gente- solo pudo soportar el choque mirando a los que sufren como Dios los mira, y empeñándose en socorrerlos con amor “afectivo y efectivo”... Ya sacerdote, el profundo arrepentimiento de un campesino durante una confesión le movió a fundar las Misiones Populares y la Congregación de la Misión (Paúles en España). En otra ocasión, movilizó a un pueblo entero en socorro de una familia enferma. Nació así la primera Cofradía de la Caridad que se multiplicaría en muchas más parroquias con mujeres cuyo reglamento confiaba a una de ellas la tarea de la administración. Así nació la actual AIC (Asociación Internacional de Caridad) y algo después las Hijas de la Caridad. Su fiel consejera y colaboradora en ambas respuestas fue Santa Luisa de Marillac. Se le conoce como el “Místico de la Caridad”. Le gustaba decir que cuando la apariencia de los pobres sea desagradable hay que “volver la medalla” para descubrir en ellos a Cristo. Falleció en París el 27 de septiembre de 1660.

domingo, 26 de septiembre de 2021

ORACIÓN A SANTA DYMPHNA EN FAVOR DE LOS AFLIGIDOS CON DESÓRDENES NERVIOSOS Y ENFERMEDADES MENTALES


 

MEDITACIÓN DOMINGO XXVI TIEMPO ORDINARIO B (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,38-43.45.47-48):

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de nuestro grupo».
Jesús replicó: «No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre puede luego hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros está a favor nuestro. Os aseguro que el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del Mesías no quedará sin recompensa. Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo echaran al mar. Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela. Más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al fuego eterno que no se extingue. Y si tu pie es ocasión de pecado para ti, córtatelo. Más te vale entrar cojo en la vida, que ser arrojado con los dos pies al fuego eterno. Y si tu ojo es ocasión de pecado para ti, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser arrojado con los dos ojos al fuego eterno, donde el gusano que roe no muere y el fuego no se extingue».

Palabra del Señor



sábado, 25 de septiembre de 2021

ORACIÓN SANTA DYMPHNA


Señor, Padre nuestro, que bondadosamente elegiste a Santa Dymphna como Patrona de aquellos afligidos con problemas mentales y nerviosos. Ella es nuestra inspiración y un símbolo de caridad a los muchos que ruegan por su intercesión. Que a través de las oraciones de esta joven pura y mártir, puedan nuestros sufrimientos encontrar alivio y consuelo, especialmente por los que te pedimos (
mencione aquellos por los cuales quiere pedir). Te suplicamos, Padre, escuches las plegarias a nuestro nombre de santa Dymphna. Dale a aquellos por los que rezamos, paciencia en el sufrimiento y resignación con tu voluntad. Llénalos con esperanza y dales el alivio y sanación que ellos tanto desean. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, quien sufrió su propia agonía en el huerto. Amén.

ORACIÓN A SANTA DYMPHNA EN CUALQUIER NECESIDAD

Gloriosa santa Dymphna, tú eres la patrona de quienes padecen aflicciones nerviosas y emocionales. Tengo la certeza, sin embargo, de que tu caridad abarca a todo el mundo y de que prestas tu oído a cualquier oración ofrecida por cualquiera necesidad especial. Estoy seguro de que acogerás mi problema con el corazón y rogarás por mí para que se pueda resolver felizmente (mencione aquí su problema), suplicarás por mí y obtendrás la ayuda que necesito. Desde ahora te ofrezco mi sincero agradecimiento, pues así de grande es mi confianza en que Dios escuchará y responderá a tus oraciones. Amén.

Santa Dymphna, virgen y mártir, ruega por nosotros.
Santa Dymphna, patrona de los que padecen aflicciones nerviosas y emocionales, ruega por nosotros.
Santa Dymphna, coronada en la gloria del Cielo, ruega por nosotros.
Santa Dymphna, fiel a la alianza con Cristo, ruega por nosotros.
Santa Dymphna, preciosa a los ojos del Señor, ruega por nosotros.
Santa Dymphna, nuestro auxilio en toda necesidad, ruega por nosotros.
Santa Dymphna, nuestra amiga en la corte celestial, ruega por nosotros.

MARTIRIO DEL BEATO MARCOS CRIADO

Marcos Criado nació en Andújar en 1522, a cuyo convento de trinitarios acudía con asiduidad. Al morir su madre, la Virgen le comunicó en sueños que debía entrar en la orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos (trinitarios), a lo que él accedió. Tras varios destinos en conventos de Jaén, fue enviado a evangelizar a los numerosos moriscos que habitaban en la zona de La Alpujarra. Su misión, llevar la palabra de Dios con el espíritu trinitario que “nunca es la espada sino la palabra y la fe”. Aún así, en numerosas ocasiones sufrió todo tipo de ataques violentos: apaleado, atado a un árbol durante días, amarrado a la cola de un caballo y arrastrado por los caminos... En 1568 hubo un gran levantamiento de los moriscos que mataron al párroco de La Peza. Marcos ocupó su lugar y al año siguiente fue apresado, apaleado y atado a una encina boca abajo. Al cabo de un día entero seguía cantando salmos y de perdón, por lo que lo apedrearon. A los tres días, para confirmar su muerte, le sacaron el corazón.

Según cuenta la tradición, de su corazón salió un resplandor y en él se veía escrito el anagrama del nombre de Jesús (IHS). Ante este prodigio los moriscos retrocedieron. Era el año 1569, fr. Marcos Criado tenía 47 años de edad y 33 de profesión religiosa, pronto se hicieron eco de su martirio los mejores predicadores de la época, se escribieron relatos que alentaran a otros en sus virtudes y se extendió su fama de santidad.

El papa León XIII lo beatificó el 24 de julio de 1899.




MEDITACIÓN SÁBADO XXV TIEMPO ORDINARIO B (P. Damián Ramírez Lozano)

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,43b-45):

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: «Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres».
Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

Palabra del Señor





viernes, 24 de septiembre de 2021

SAN ANTONIO GONZÁLEZ, MÁRTIR


Antonio González nació el año 1593 en la ciudad de León, España, y fue educado cristianamente en su casa. Comenzó muy joven sus estudios para el sacerdocio en el clero diocesano, pero muy pronto optó por la vida religiosa e ingresó en el convento de Santo Domingo de su ciudad natal. Emitió la profesión religiosa e hizo los estudios correspondientes hasta su ordenación sacerdotal. Se ofreció para las misiones de Oriente y en 1631 llegaba a Manila, donde se le destinaba a profesor de la universidad, alcanzando el cargo de rector de la misma. Pero al saber la gran persecución que padecían los cristianos en Japón y la gran necesidad que tenían de pastores, se ofreció voluntariamente a ir allí.
Hombre de gran espíritu, muy mortificado y piadoso, tenía gran crédito en su Orden. Por ello se le nombra Vicario provincial en Japón. Era el año 1636 cuando se embarcó secretamente, pero apenas había desembarcado cuando fue detenido en Lequios, sin que pudiera ejercer su ministerio apostólico. Fue sometido al tormento del agua por dos días seguidos. Y dispusieron los verdugos que delante de él unos paganos pisasen la imagen de la Virgen del Rosario. Pese a estar fuertemente amarrado, pudo echarse al suelo para venerarla, lo que le valió grandes bofetadas. Al segundo día de tormento le sobrevino una gran fiebre. Llevado a la cárcel, su estado se agravó y se dio cuenta de que moría. Se despidió de sus compañeros, encomendó su alma a la misericordia de Dios, y atado de pies y manos y con todo el cuerpo lleno de dolores, murió el 24 de septiembre de 1637 en la ciudad de Nagasaki, a la que había sido llevado en espera de juicio. Sus cenizas fueron arrojadas al mar, para impedir que los cristianos pudiesen recoger sus reliquias y venerarlas.

Tormento del agua


MEDITACIÓN VIERNES XXV TIEMPO ORDINARIO B (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,18-22):

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?».
Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas».
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios».
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».

Palabra del Señor