sábado, 31 de agosto de 2019

MALDAD DE LA CALUMNIA (EL VIAJERO Y EL PERRO)


Un viajero iba a caballo por un bosque; un perro que dormía en el borde del camino se despertó sobresaltado por el ruido de los pasos y se puso a ladrar y a saltar alrededor del jinete. El caballo, asustado, corrió al galope a pesar de los esfuerzos que su amo hacía para retenerlo. Entonces el viajero, furioso, dijo al perro que corría todavía detrás de su caballo: 
- No tengo arma en la mano para deshacerme de ti, pero tengo, en la boca, un medio de venganza asegurado.
Cuando llegó al próximo pueblo, el viajero gritó:
- ¡Al perro rabioso! ¡Hay un perro rabioso en el bosque!
Al oír estas palabras, los habitantes salieron de sus casas con palos, horcas y escopetas, y el pobre perro, perseguido por toda esta gente a través del campo, fue pronto alcanzado y masacrado sin piedad.
¿De qué arma se sirvió el viajero? De la calumnia, terrible arma que a veces mata con más seguridad que un arma de fuego.

ORACIÓN A SAN RAMÓN NONATO PARA PEDIR SU PROTECCIÓN

¡Oh! Glorioso San Ramón, a cuyo poder sometió Dios la tierra y los elementos, la salud y la enfermedad, la vida y la muerte, hallando en vuestra poderosa intercesión abogado las doncellas, sucesión las casadas, defensa los que se ven calumniados, cosecha los labradores, puerto los náufragos, redención los cautivos, vista los ciegos y fin de todos los males; por aquel vuestro ardiente deseo de recibir el Santísimo Sacramento, que obligó a Jesucristo a daros de sus benditas manos la sagrada Comunión, os suplico intercedáis por mí para que merezca frecuentar este celestial convite, y recibirle por Viático al fin de mi vida, y sobre todo que pueda obtener la gracia especial que os pido y la eterna felicidad de la gloria. Amén.

LA CASA DE DIOS (Danilo Montero)

Mejor es un día en la casa de Dios
que mil años lejos de Él.

Prefiero un rincón en la casa de Dios
que todo el palacio de un rey,
que todo el palacio de un rey.
Ven conmigo a la casa de Dios,
celebraremos juntos su amor,

haremos fiesta en honor de aquel que nos amó,
estando aquí en la casa de Dios
alegraremos su corazón,
le brindaremos ofrendas de obediencia y amor
en la casa de Dios.
Arde mi alma, arde de amor,
por aquel que me dio la vida,

por eso le anhela mi corazón,
anhela de su compañía,
anhela de su compañía.
Ven conmigo a la casa de Dios...


viernes, 30 de agosto de 2019

ORACIÓN DE SANACIÓN (3)

Señor y Salvador mío, Tú me has dado talentos que son para darte fruto, no solo para mis logros personales. Ayúdame a dar un uso correcto a lo que poseo, a responderte como buen administrador.
No quiero perder el camino. Toca mi corazón y ayúdame a descubrir el verdadero propósito de mi existencia.
Creo en Ti. Pongo todo en tus manos y me dejo conducir por tu amor para que llenes de paz mi corazón y comprenda que Tú eres lo más importante en la vida.
En tu Santo Nombre encomiendo todas mis acciones y salgo a conquistar corazones para Ti. Amén.

jueves, 29 de agosto de 2019

L'ENVERS DU CIEL (EL ANVERSO DEL CIELO)

"Pourquoi, dit un enfant, ne vois-je pas reluire
au ciel les ailes d'or des anges radieux?".
Sa mère répondit avec un doux sourire:
"Mon fils, ce que tu vois, n'est que l'envers des cieux!...".
Et l'enfant s'écria, levant son oeil candide
vers les riches lambris du palais éternel:
"Puisque l'envers des cieux, ô mère, est si limpide,
comme il doit être beau l'autre côté du ciel...!".

Sur le grand horizon, quand la nuit fut venue,
le regard dr l'enfant s'élança dans la nue.
Les étoiles du ciel formaient une couronne,
et l'enfant murmurait, près du sein maternel:
"Puisque l'envers des cieux si doucement rayonne,
oh! que je voudrais voir l'autre côté du ciel...!".

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"¿Por qué, dice un niño, no veo relucir
en el cielo las alas de oro de los radiantes ángeles?".
Su madre respondió con una dulce sonrisa:
"¡Hijo mío, lo que tú ves no es más que el anverso del cielo!...".
Y el niño exclamó, levantando su ojo cándido
hacia los ricos adornos del palacio eternal:
"¡Puesto que el anverso del cielo, oh madre, es tan límpido,
qué hermoso debe de ser el otro lado del cielo...!".

Sobre el gran horizonte, cuando la noche llegó,
la mirada del niño se elevó hacia las nubes.
Las estrellas del cielo formaban una corona,
y el niño murmuraba, junto al seno materno:
"¡Puesto que el anverso del cielo con tanta dulzura brilla, 
oh cómo me gustaría ver el otro lado del cielo...!".

TOMA, VIRGEN PURA, NUESTROS CORAZONES



ESTRIBILLO:

Toma, Virgen Pura, 
nuestros corazones.
No nos abandones
jamás, jamás.
No nos abandones
jamás, jamás.

Mil querubes bellos
orlan tu dosel.
Quiero estar con ellos,
Virgen, llévame.

Contigo en el cielo,
colmado mi anhelo,
¡qué feliz seré!

ESTRIBILLO

Allí tu hermosura
por siempre veré,
y eternal ventura
con ella tendré.

Allí tus loores,
con himno de amores,
sin fin cantaré.

ESTRIBILLO

Mi alma, Madre, ansía
en la eternidad,
con suave armonía,
tu loor cantar.

Y en sublime abrazo,
allí en tu regazo,
a Dios alabar.

ESTRIBILLO

Allí, Madre mía,
qué dulce será
la suave ambrosía
de tu amor gustar.

Por siempre dichosos,
con himnos gloriosos,
a Dios ensalzar.

ESTRIBILLO



miércoles, 28 de agosto de 2019

ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN POR UNA MADRE


(La escribió para pedir a Dios por su madre santa Mónica)

Por lo tanto mi complacencia y mi vida
Dios de mi corazón
dejando de lado sus buenas obras por un instante,
de lo cual te rindo gracia con alegría,
ahora te ruego implorándote por los pecados de mi madre.

Concédeme en nombre de Aquel
que es médico de nuestras heridas,
que fue colgado en el leño de la cruz,
y sentado a tu derecha, intercede por nosotros.

Sé que fue misericordiosa en cada uno de sus gestos,
que con generosidad
ha remitido sus deudas a sus propios deudores:
entonces remítele también Tú a ella sus deudas,
si alguna vez las contrajo en los últimos años pasados,
después de haber recibido el agua que cura;
por favor remítele, Señor,
y no entres en juicio en contra de ella.

La misericordia triunfe sobre la justicia.
Tus palabras son verdad,
y Tú has prometido misericordia a los misericordiosos.
Fueron hechos por tu gracia,
y Tú tendrás misericordia de aquel
que ha tenido misericordia,
concederás misericordia a aquel
que fue misericordioso.

HISTORIA DE UNA JOVEN MOSCA (Fénelon)


Una joven mosca se había posado en el borde de un bote lleno de leche; era una mosca incauta, con poca experiencia, incapaz de conducirse. Su madre le dijo:
- Hija mía, haz como yo, quédate en el borde, de otro modo estás perdida; lo cierto es que no ves el peligro, eres demasiado joven; pero créeme siempre y sigue mis consejos, si no te arrepentirás demasiado tarde.
- ¡Oh, ya lo sabía; los ancianos tienen miedo de todo -le respondió la incauta-, pero yo no necesito este consejo, yo quiero bajar al bote, hasta el borde de la leche.
- ¿En qué piensas? -le gritó la madre-; ¡te va la vida en ello; no lo hagas!
- ¿Y qué? -dijo la pequeña mosca-, ¿me tomas por una cría? ¿Solo la vejez es sabia? Yo voy a tentar el destino.
La vieja mosca podría predicar, rezar e incluso suplicar, pero le hablaba a una sorda. La joven atolondrada se posa en medio del bote y ahí la tenemos nadando en un mar de leche; se hunde más y más, lucha, reaparece, hace inútiles esfuerzos para salir del abismo, pero, aunque se agita y da vueltas en todas direcciones, sus fuerzas se agotan pronto y muere víctima de su imprudencia y de su temeridad.

MARÍA, OH NOMBRE AMABLE (Oreste Ravanello)

María, ¡oh nombre amable!,
nombre que aprende el niño, 
que alegre torna el tiempo
de la primera edad.

María, Reina y Madre,

el sol de más fulgores,
cómo enamora el alma
la luz de tu beldad.

María, con tu amparo
perderme no podría,
mis malos enemigos
vencidos huirán.

Tu nombre soberano
en todos mis peligros
cual poderoso escudo
mi labio invocará.

ORACIÓN DE SAN JUAN CRISÓSTOMO PARA REZAR CUANDO TE SIENTES PECADOR

Oh, mi Dios y Señor misericordioso, Jesucristo, lleno de piedad: Por tu gran amor descendiste y te encarnaste para salvar a todo el mundo.
¡Oh Salvador, te pido que me salves por tu gracia! Tú eres compasivo y lleno de misericordia. Tú has dicho: "Quien cree en mí vivirá y nunca morirá". Si la fe en Ti salva a los perdidos, sálvame, oh mi Dios y Creador, porque yo creo.
Que me sea contada mi fe y no mis indignas obras, oh Dios mío, porque Tú no encontrarás ninguna obra que me acredite como justo.
Oh, Señor, a partir de ahora déjame amarte tan intensamente como he amado el pecado, y trabajar para Ti como alguna vez trabajé para el maligno.
Te prometo que voy a trabajar para hacer tu voluntad, mi Señor y Dios, Jesucristo, todos los días de mi vida y para siempre. Amén. 

martes, 27 de agosto de 2019

ORACIÓN DE SANTA MÓNICA POR LA CONVERSIÓN DE LOS HIJOS


A ti recurro por ayuda e instrucción, santa Mónica, maravilloso ejemplo de firme oración por los niños.
En tus amorosos brazos yo deposito a mi hijo/a (indicar nombre) para que, por medio de tu poderosa intercesión, puedan alcanzar una genuina conversión a Cristo, Nuestro Señor.
A ti también apelo, madre de las madres, para que pidas a Nuestro Señor me conceda el mismo espíritu de oración incesante que a ti te concedió.
Todo esto te lo pido por medio del mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.

EL NIÑO Y LA AVISPA


Un niño, lleno de agilidad, iba saltando en medio de un jardín y jugueteaba entre las flores y las hierbas. Una avispa dorada se balanceaba sobre sus alas y revoloteaba alrededor de él. La belleza de su color y el oro que brillaba en las alas del insecto dan de repente al imprudente niño el deseo de apoderarse de ella.
De inmediato, cerrando a medias la mano, la vuelve rápidamente hacia el animal zumbador; pero no puede cogerlo y la avispa vuela lejos de allí. La sigue con rapidez pero ella, ágil y viva, da mil vueltas en el aire hasta que, cansada, se posa en el delicado seno de una rosa roja. El niño no la pierde de vista; anda muy despacio de puntillas, cuando está muy cerca de ella, avanza rápidamente la mano y agarra, a la vez, a la rosa y a la avispa. Esta, irritada, saca de pronto su dardo agudo que tenía escondido y provoca una dolorosa herida en la mano del joven imprudente que da unos gritos agudos pidiendo socorro y cae desfallecido.
Esta historia nos enseña que hay que tener cautela con lo que no conocemos pues a menudo nos encontramos el aguijón debajo de la rosa, y el lobo bajo la piel del cordero.

TE CANTO (Juan Cuesta Poza)

Te canto, mi Señor, con la fragancia
de los campos, los valles, las montañas,
con la música azul del firmamento,
como un himno de gozo y alabanza.

Te canto con la brisa y con el viento,
con la luz encendida de la aurora,
con la voz luminosa y transparente
de las aves, las flores, los aromas.

Te canto con las notas rumorosas
de las aguas que brotan de la tierra,
con el vuelo fugaz de las alondras,
con los giros de soles y de estrellas.

Te canto con la dicha estremecida
de tu gracia y tu paz, de tu mirada,
con el amor de tu presencia viva,
y te canto en silencio, sin palabras.

ORACIÓN DE LA MAÑANA (16)

Muy temprano, desde mi ventana, saludo al Dios de mis amaneceres. Él me ha enseñado que cada amanecer es distinto, como cada día de nuestra vida.
Nadie me ha hecho mejor regalo: solo Tú has pensado enseñarme cada día lo estimable que soy, al contemplar la llegada de un nuevo día junto a Ti.
Hoy te pido que me des la gracia de recordar siempre que el amanecer de ayer ya no es mío, y el de hoy voy a vivirlo porque el de mañana no sé cómo será.
Al comenzar el día pienso en Ti, que tu luz sea para todos motivo de amor y paz, para seguir deseando cada día contemplar al Dios de mis amaneceres.

JESÚS, SACIA MI SED DE AMOR

Jesús, a veces me siento agostado, no tengo ni idea de qué hacer con mi vida, cómo podría hablar con los demás, qué podría intentar con ellos.
Todo se vuelve monótono. Entonces ansío que vuelvas a hacer de mí una fuente de agua fresca, que elimines cuanto en mí está adormecido y me concedas una nueva vitalidad.
Sé Tú para mí el agua que sacie mi sed de amor y me refresque, para que brote en mí de nuevo la vida y se convierta para los demás en fuente de bendición. Amén.

lunes, 26 de agosto de 2019

L'ANGE ET L'ENFANT (EL ÁNGEL Y EL NIÑO) (Reboul)



Un ange au radieux visage,
penché sur le bord d'un berceau,
semblait contempler son image
comme dans l'onde d'un ruisseau.

"Charmant enfant, qui me ressembles,
disait-il, oh! viens avec moi;
viens, nous serons heureux ensemble,
la terre est indigne de toi...".

Et, secouant ses blanches ailes,
l'ange, à ces mots, a pris l'essor
vers les demeures éternelles...
Pauvre mère! Ton fils est mort!

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Un ángel de rostro radiante,
inclinado sobre el borde de una cuna,
parecía contemplar su imagen
como en la onda de un arroyo.

"Encantador niño, que te pareces a mí,
decía, ¡oh! ven conmigo;
ven, juntos seremos felices,
la tierra no es digna de ti...".

Y, sacudiendo sus blancas alas,
el ángel, con estas palabras, emprendió el vuelo
hacia las moradas eternas...
¡Pobre madre! ¡Tu hijo ha muerto! 

LA PALOMA Y LA HORMIGA


En un bosquecillo encantador, una gentil y blanca paloma bebía en una fuente clara y transparente como el cristal; esta fuente había formado un pequeño riachuelo cuyas aguas serpenteaban a través de las hierbas y las flores para luego perderse en el prado vecino.
Cerca de allí pasó una hormiga; andaba deprisa, muy deprisa, tan deprisa que cayó a un agujero y, desde ahí, al riachuelo. La pobre se debatía desesperadamente en el agua cuando la paloma la vio.
Inmediatamente, el pájaro cogió una brizna de hierba y la lanzó sobre el riachuelo; esta hierba sirvió de puente a la hormiga, que pudo salvarse y subirse al borde. Feliz de haber podido escapar de un peligro tan grande, la hormiga iba a dar las gracias a su benefactora, cuando, al volverse, vio muy cerca de allí a un cazador armado con una escopeta; nuestro hombre apuntaba a la paloma y se disponía a disparar.
De unos brincos, la hormiga llegó cerca de los pies desnudos del cazador y le picó en el talón tan fuerte como pudo. Eso bastó para impedir al cazador disparar, y mientras el hombre se volvía, la gentil paloma voló y fue a esconderse en un árbol cercano.
La hormiga se sintió muy feliz de haber podido a su vez ser útil a la paloma y devolverle el bien que había recibido de ella, es decir, salvarle la vida.

BEATO CEFERINO NAMUNCURÁ

Señor Jesús, te damos gracias por haber llamado a la vida y a la fe al peñi Ceferino, hijo de los pueblos originarios de América del Sur. Él, alimentándose con el Pan de Vida, supo responderte con un corazón entero, viviendo siempre como discípulo y misionero del Reino. 
Él quiso ser útil a su gente, abrazando tu Evangelio y tomando cada día su cruz para seguirte en los humildes hechos de la vida cotidiana.
Te pedimos por su intercesión que te acuerdes de los que todavía peregrinamos en este mundo.

(Pedimos las intenciones que cada uno trae en el corazón).

Que también nosotros podamos aprender de él: su amor decidido a la familia y a la tierra, la entrega generosa y alegre a todos los hermanos, su espíritu de reconciliación y comunión. Para que un día celebremos junto a él y todos los santos la Pascua eterna del Cielo. Amén.

ORACIÓN POR UN ENFERMO (2)

Señor Jesús, aquel a quien Tú amas está enfermo. Tú lo puedes todo; te pido humildemente que le devuelvas la salud. Pero si son otros tus designios, te pido le concedas la gracia de sobrellevar cristianamente su enfermedad.
Jesús, en Ti confío su salud espiritual y mental con poder sanador.
En los caminos de Palestina tratabas a los enfermos con tal delicadeza que todos venían a Ti. Dame esa misma dulzura, ese tacto que es tan difícil de tener cuando se está sano.
Compadécete de los enfermos que se encuentran en las clínicas y hospitales esperando ser intervenidos quirúrgicamente.
Asiste a los que la Medicina dice que no hay oportunidad para ellos.
Pero para Ti, mi Señor Jesucristo, todo es posible cuando hay fe. Jesús, en Ti confío sus necesidades.
Que yo sepa dominar mi nerviosismo para no agobiarle, que sepa sacrificar una parte de mis ocupaciones para acompañarles en su enfermedad con amor.
Yo estoy lleno de vida, Señor, y te doy gracias por ello. Pero haz que el sufrimiento de los demás me santifique, formándome en la abnegación y en la caridad.
Madre del Buen Consejo, María Santísima, ayúdame a ser paciente y humilde como Tú cuando visitaste a tu prima Isabel, a la que acompañaste con tu ternura y dedicación. Amén.

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES (3)

Cuida, Señor, a los sacerdotes cuyas vidas se consumen ante tu altar, ya que son tuyos.
Protégelos, porque están en el mundo, aunque no pertenecen al mundo.
Virgen Inmaculada, Reina y Madre de los sacerdotes, acógelos en tu corazón.

LA FOURMI VANITEUSE (LA HORMIGA VANIDOSA) (P. Villers)

Sur les cornes d'un boeuf revenant du labeur
une fourmi s'était nichée.
- D'où  viens-tu? -lui cria sa soeur-,
et que fais-tu si haut perchée?
- D'où je viens! peux-tu l'ignorer?
Nous venons de labourer!

En los cuernos de un buey que volvía del trabajo
una hormiga había anidado.
- ¿De dónde vienes? -le gritó su hermana-,
¿y qué haces colocada tan alto?
- ¡De dónde vengo! ¿lo puedes ignorar?
¡Venimos de trabajar!

sábado, 24 de agosto de 2019

ORACIÓN DE SANACIÓN (2)

Señor, sé que caminando contigo voy protegido contra todos esos problemas cotidianos que quieren habitar en mi corazón.
Es importante comprender tu Palabra con la inocencia de un niño que no se deja arrebatar su tranquilidad.
Ayúdame a ser como un niño, libre de angustias y de deseos de brillar. Ayúdame a hacerme pequeño con una esperanza alegre.
Líbrame de esos pensamientos angustiosos típicos de mi adultez que no me permiten vivir de forma sencilla.
Quiero descubrir esa pureza escondida en mi alma. Dame la gracia de tu presencia y de buscar en todo momento agradarte y vivir en la generosidad. Amén.

LA BUENA Y LA MALA SOPA


Laura vivía en el campo con sus padres. Era una buena hijita, pero tenía un defecto: Laura era muy caprichosa con la comida; no le gustaba esto, no le gustaba aquello, y su familia, que no era rica, estaba a menudo incomodada por esta delicadeza inútil.
Un día, al empezar a cenar, Laura se puso a decir: - Nuestra sopa está demasiado sosa hoy, me es imposible comerla
No quiso cenar y soltó su cuchara en la mesa.
- Haz lo que te parezca -le dijo entonces su padre-, tu madre preparará para esta noche una sopa mejor.
Habiendo dicho esto, el padre entró al huerto para coger patatas y encargó a Laura que las pusiera en unos sacos.
Este trabajo duró largo tiempo y cuando se puso el sol volvieron para la cena. La madre sirvió la sopa.
- ¡Ah! -dijo Laura-, esta sopa está mucho mejor que la de esta mañana -. Y se comió un plato lleno.
Entonces, su padre se echó a reír y le dijo:
- Sin embargo es la misma sopa que te ha parecido tan mala a mediodía. Ahora te parece muy buena porque has trabajado y tienes hambre. Con la actividad nos entra apetito y nos hace encontrar excelentes los manjares que nos parecían insípidos.
Los niños deben evitar mostrarse caprichosos y difíciles en su alimentación. Para ellos es un deber hacer un esfuerzo comiendo de todos los alimentos preparados para la familia. De otra forma, se hacen incómodos y adquieren malos hábitos. 

QUEREMOS SER TUS NIÑOS

Señor, Dios nuestro, concédenos ser niños tuyos que reciben de Ti el espíritu y todo lo que necesitamos.
Tú nos fortaleces, no solamente de manera física sino también de manera espiritual en nuestro corazón, habilitándonos para enfrentar las incertidumbres de la vida terrenal y todo lo que todavía necesita cambiar en la sociedad humana.
Protégenos de ceder a nuestras debilidades. Que tu poder esté siempre con nosotros, que tengamos paciencia y esperanza, porque Tú estás trabajando para el bien y podemos esperarlo con expectación. Amén.

SEÑOR, GUARDA NUESTROS CORAZONES

Señor, Dios nuestro, Tú quieres ser nuestro Dios y Tú deseas que seamos tu pueblo. Danos la integridad interior y el discernimiento para rechazar todo lo que no vienes del corazón, para que todo sea genuino entre nosotros. Entonces no entrarán ni mentiras ni decepción, y la honestidad y bondad brotarán de nuestro corazón para la gloria de la verdad, la gloria del Evangelio y la gran esperanza que Tú das a los hombres por medio del Evangelio.
Guarda nuestros corazones. Protege el bien que está sembrado en ellos y para que crezca, prospere y de fruto. Amén. 

viernes, 23 de agosto de 2019

DEMASIADO RICO

Una madre de familia preguntaba a Franklin por qué la posesión de demasiadas riquezas se convierte a menudo en una desgracia. Franklin cogió una manzana y se la dio a un niño que jugaba en la habitación. El niño apenas podía sujetarla en su manita. Franklin le ofreció otra que el niñito muy feliz cogió con la otra mano. Le presentó una tercera que no pudo recibir en sus manos a pesar de todos sus esfuerzos. Entonces, se puso a llorar muy fuerte.
Franklin dijo a la madre de familia: "Aquí tenemos a un hombrecito que tiene demasiada riqueza para poder disfrutar de ella. Con dos manzanas era feliz; no lo es con tres".

EL MOLINERO, SU HIJO Y EL BURRO (Fábula de Malherbe)


Un hombre mayor que tenía casi sesenta años tenía un hijo de catorce. Un pequeño burro debía llevarlos hasta la ciudad donde estaba ese día el mercado. 
El padre subió el primero en el burro, pero después de dos leguas de camino el niño empezó a cansarse y lo seguía de lejos con mucha dificultad, pues hacía mucho calor. Los que los veían pasar no escatimaban sus críticas y decían que este hombre se equivocaba al dejar ir a pie a un chico tan joven. Entonces el padre bajó y cedió el sitio a su hijo.
Pero esto resultó extraño para los que lo vieron. La gente decía que el hijo era muy ingrato y de mala naturaleza de dejar así a su padre ir a pie, mientras que él iba cómodamente montado.
Entonces el padre y el hijo subieron juntos en el burro, pero encontraron todavía más críticas: "¡Qué crueles, montar así los dos sobre esta pobre bestia que apenas basta para llevar uno solo!".
Escuchando esto, bajaron los dos y fueron a pie, pero los que los veían ir así se burlaron de ellos diciendo: "Esta gente es tonta, van a pie mientras que su burro, que podría aliviarles llevándolos, va con comodidad delante de ellos".
De este modo, no pudieron contentar a todo el mundo, por lo que resolvieron hacer su voluntad y dejar a la gente la libertad de juzgar según su fantasía.

miércoles, 21 de agosto de 2019

ORACIÓN DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO PARA REZAR CUANDO TE SIENTES PECADOR

Te amo, Jesús, mi Amor, sobre todas las cosas. Me arrepiento de todo corazón por las ofensas que te he causado. Nunca permitas que me separe de Ti otra vez. Concédeme que siempre te ame. Luego haz conmigo lo que quieras.

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO (4)

Espíritu Santo, reparte tus siete dones según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito, salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

jueves, 15 de agosto de 2019

ESTOY MUY CONTENTO, SEÑOR (Manolo Juárez)

Estoy muy contento, Señor. Parecerá una tontería, pero estoy muy contento porque aquella mancha de cera que llevaba en los pantalones y en el zapato ha desaparecido después de limpiarla bien.
Esto me ha hecho pensar que mi alma también tiene manchas que la ennegrecen desde hace tiempo. El problema, no obstante, es que no sé qué productos necesito para limpiarla. O tal vez lo que ocurre es que no me acabo de decidir por intentarlo.
Dame, Señor, la receta mágica no para que mis pantalones queden bien limpios, sino para que todo yo quede bien limpio ante Ti.

EN LOS BOSQUES REINA EL SILENCIO (Thomas Merton)

En los bosques reina el silencio del sueño de las palomas, el fluir de los ríos no rompe la paz de los valles.
El mundo veraniego está listo ya para el granero y la troje.
Luna y estrellas nacientes que derramáis sobre nuestros graneros y casas vuestras dulces bendiciones: recordadnos cómo nuestra Madre, con mucha más sutil y santa influencia, bendice nuestros tejados y aleros, nuestras estancias y dormitorios, sonriendo en la noche a sus hijos que duermen.
¡Oh dulce María, adorable Madre celestial!

BUENOS DÍAS, SEÑOR (Bernardo Velado)

Buenos días, Señor, a Ti el primero
encuentra la mirada del corazón,
apenas nace el día:
Tú eres la luz y el sol de mi jornada.

Buenos días, Señor, contigo quiero
andar por la vereda:
Tú mi camino, mi verdad, mi vida;
Tú la esperanza firme que me queda.

Buenos días, Señor, a Ti te busco,
levanto a Ti las manos
y el corazón, al despertar la aurora:
quiero encontrarte siempre en mis hermanos.

Buenos días, Señor resucitado,
que traes la alegría
al corazón que va por tus caminos,
¡vencedor de tu muerte y de la mía!

sábado, 10 de agosto de 2019

EL VESTIDO Y LA ROSA

Un domingo por la mañana, Lucía, que se había puesto su vestido más bonito, se paró en la puerta de su casa. A unos pasos de allí, un extranjero hablaba familiarmente con un vecino. Cuando la muchacha apareció, él gritó :"¡Oh, qué bonita es! ¡Qué fresca! ¡Y qué bonito color!".
Al escuchar estas palabras, Lucía hizo al extranjero una graciosa reverencia y se lo agradeció con una sonrisa no menos graciosa que su halagadora exclamación.
Pero el vecino le dijo: "No es a ti a quien van dirigidas estas palabras, vanidosa niña, es a la hermosa rosa que has puesto en tu vestido. Esta rosa es la primera que hemos visto este año".

No seáis vanidosos

jueves, 8 de agosto de 2019

ESTRELLA ERRANTE (Loquillo)


Yo nací bajo su luz fugaz,
yo nací bajo su luz fugaz.
Fue una estrella errante en la noche azul
que vino a señalar el triste destino de mi amor.

Yo nací bajo su luz fugaz.

Voy por las llanuras caminando sin cesar,

largo es el camino de mi triste soledad.
Yo no tuve nunca un hogar donde llegar
y no sé si al fin lo voy a encontrar.


Yo nací bajo su luz fugaz, yo nací bajo su luz fugaz.


Fue una estrella errante en la noche azul
que vino a señalar el triste destino de mi amor Yo nací bajo su luz fugaz.
Y errante siempre voy.


miércoles, 7 de agosto de 2019

ORACIÓN A NUESTRO PADRE CELESTIAL

Padre celestial, te suplico que me ayudes a alcanzar aquellos cambios que tanto anhelo. Por favor, llévate la tristeza y reemplázala con alegría: llévate la escasez y reemplázala con abundancia, y llévate el dolor y reemplázalo con fe. Amén.

ORACIÓN A NUESTRA MADRE DEL CIELO

Madre hermosa, que siempre nos proteges con tu manto desde el cielo. Madre, de tu mano sé que estoy en el camino correcto. Tú me llevas a tu Hijo. Mírame con compasión, no me dejes Madre mía.

ORACIÓN DEL HOGAR

Señor, bendice este hogar. Te rogamos venga tu gracia a los que en él moramos. Bendice sus muros, que serán fortaleza contra los malvados. Bendice sus puertas, que día tras día pueda entrar por ellas tu santa alegría. Bendice sus ventanas, que por ellas entre la luz de tu amor. Bendice las brasas de nuestro fogón, y el humo que sube cual una oración. Bendice a tus hijos que viven aquí, que nunca en la vida se aparten de Ti. A todos bendice; en tu inmensa bondad, vivamos ungidos de tu intensidad.

ORACIÓN A SAN CAYETANO Y A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las naciones Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.

Santísima Trinidad, ¡oh Divina Providencia!, concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.
Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guíe nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.

martes, 6 de agosto de 2019

ORACIÓN A SANTA CATALINA TEKAKWITA

Kateri, la hija amorosa de Dios y la Azucena de los mohicanos, doy gracias a Dios por todas las gracias que Él te dio. Ayúdame a ser como tú en mi amor para Dios y para mi prójimo.
Dame un gran amor para la Eucaristía Sagrada y la Madre de Jesús.
Prepárame a hacer sacrificios para Jesús a fin de que pueda salvar mi alma y sea feliz contigo en el Cielo. Amén.

EL ECO


Carlitos todavía ignoraba lo que es un eco. Un día que estaba en la pradera, no lejos de su casa, se puso a gritar: "¡Hop! ¡Hop!". Enseguida escuchó las mismas palabras repetidas en el pequeño bosque vecino.
Creyendo que alguien se había escondido detrás de los árboles, preguntó: "¿Quién eres?". La voz misteriosa repitió al instante: "¿Quién eres?".
Carlitos pensó que algún compañero quería así burlarse de él y dijo bien fuerte: "¡Eres un tonto!". Las mismas palabras le fueron inmediatamente reenviadas por la misma voz que le decía : "¡Eres un tonto!".
Entonces, el muchachito se enfadó y dirigió injurias al desconocido. Pero el eco se las reenvió con la más completa exactitud.
El niño entró al instante en el bosque para buscar al insolente que creía escondido para vengarse de él. Pero no encontró a nadie. Corrió entonces a quejarse a su madre y le contó que un desconocido se había escondido en el pequeño bosque y le había dicho injurias.
Su madre lo consoló, y luego añadió: "Hijo mío, no tienes razón para quejarte pues lo que has escuchado no es más que el eco de las palabras y las injurias que has pronunciado tú mismo. Si en lugar de enfadarte e insultar al desconocido hubieras gritado en el bosque una palabra afectuosa, te habría respondido una palabra afectuosa. No olvides nunca, hijo mío, que lo mismo sucede en la vida ordinaria. La conducta de los otros para con nosotros es casi siempre el eco de la nuestra para con ellos".

EL TÍO CALAMBRES (Luis Aguilé)

Ole, ole. 
Salí del pueblo pa ver la fiesta,
la Lola Flores y El Cordobés.
Salí del pueblo pa ver la fiesta,
la Lola Flores y El Cordobés.
 
Iba contento con mi Biscúter
y mi carnet de la conducción;
había un peligro en la carretera,
no me importaba porque era yo.
 
En una curva me tragué un burro
sin luces rojas de situación.
En una curva me tragué un burro
sin luces rojas de situación.
 
Y entre los gritos ¡Josú, María!
necesitaba una transfusión.
Y entre los gritos ¡Josú, María!
necesitaba medicación.
 
El Tío Calambres me dio su sangre,
me dio su sangre pa mi salud.
El Tío Calambres me dio su sangre,
me dio su sangre en la transfusión.
Y ahora que, que, que, que, que, que, que, que
que, que, que, que, no puedo cantar.
Y ahora que, que, que, que, que, que, que, que
que, que, que, que no puedo cantar.
 
Maldito sea el Tío Calambres
que dio su sangre pa mi salud.
Así se muera el Tío Calambres
que dio su sangre en la transfusión.
 
Porque no pue, pue, pue, pue, pue, pue, pue,
pue, pue, pue, pue, puedo ni dormir.
Porque no pue, pue, pue, pue, pue, pue, pue,
pue, pue, pue, pue, puedo ni dormir.
 
Salí del pue, pue, pa ver la fie, fie,
la Lola Flo, Flo y El Cor, Cor, Cor.
Y me preguntan que me ha pasao,
que hablo de lao y todo al revés.
 
Y hablo de la, la, la, la, la, la, la,
la, la, la, la, la, la, la, la, la.
Y hablo de la, la, la, la, la, la, la,
la, la, la, lado porque es así.
 
Mardidi sea el Tio Calam, lam,
que dio su san, san, pa mi sa, sa.
Asi se mue, mue, el Tio Calam, lam,
que dio su san, san, pa mi sa, sa.
 
Porque no pue, pue, pue, pue, pue, pue, pue,
pue, pue, pue, pue, puedo ni dormir.
Y ahora que, que, que, que, que, que, que, que, que, que, que, que, no puedo cantar.
Porque no pue, pue, pue, pue, pue, pue, pue,
pue, pue, pue, pue, puedo ni dormir.
 
Se acabó.


lunes, 5 de agosto de 2019

EL CABALLO Y EL ASNO (Fábula de Esopo)

EL CABALLO
Y EL ASNO

Un hombre tenía un asno y un caballo. Cierta vez iba con sus dos animales y durante el camino el asno le dijo al caballo:

–Si en algo valoras mi vida hazte cargo de una parte del peso que llevo.

El caballo se hizo el sordo y el asno, vencido por la fatiga se desplomó, muriendo al instante.
El dueño levantó toda la carga y la puso encima del caballo, añadiendo además la piel del asno, pues deseaba conservarla.
El caballo, agobiado por el peso, se lamentaba: –¡Qué mala suerte! No quise cargar con una parte y ahora me toca llevarlo todo, inclusive la piel del asno.
Cuando los grandes aceptan compartir con los pequeños las dificultades, estas se hacen más soportables para ambos.

OCTAVO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS

El octavo mandamiento de la Ley de Dios dice así; "No dirás falso testimonio ni mentirás".
Este mandamiento nos manda decir la verdad y respetar la fama del prójimo.
Son pecados contra el octavo mandamiento la mentira, la calumnia, la murmuración, el falso testimonio, el juicio temerario y la injuria.

Mentir es decir lo contrario de lo que se piensa, con intención de engañar. Hay mentiras jocosas, que son las que se dicen como chiste para excitar la risa. Estas mentiras no son pecados. Tampoco es pecado la mentira piadosa, como cuando mentimos para evitar un grave disgusto a un amigo. En cambio son pecados graves las mentiras perniciosas, que son aquellas que se dicen "en perjuicio propio o ajeno".
La mentira es siempre una falta y una cosa fea. En algunas ocasiones representa una gran cobardía, como cuando uno niega haber hecho algo siendo verdad que la hizo. Otras veces representa una gran perversidad, como cuando se acusa a un inocente, o cuando sin acusarle alguien consiente que lo castiguen, cuando con solo declarar la verdad se haría resplandecer su inocencia.

Calumniar es hablar mal del prójimo siendo falso lo que se afirma.

Murmuración es el acto de revelar, sin necesidad, pero siendo verdad lo que decimos, algún defecto grave del prójimo. No debemos murmurar, como tampoco debemos ir a nadie con chismes y cuentos, es decir, contando a una persona las cosas malas que sobre ella haya dicho otra.

Falso testimonio es el pecado que comete quien miente ante un tribunal después de jurar decir la verdad.

Juicio temerario es juzgar mal al prójimo, sin tener fundamento alguno para ello.

Injuriar es ofender a una persona presente, bien echándole en cara sus defectos, bien burlándose despiadadamente de ella.

El que calumnió o mintió está obligado a decir la verdad y a reparar hasta donde sea posible el daño causado.
Pero al hablar de reparar el daño causado por el falso testimonio, la calumnia o la murmuración, no olvidemos que es más fácil recoger el agua de un vaso derramada en el suelo que restituir al prójimo la buena fama que se le ha quitado.


domingo, 4 de agosto de 2019

SÉPTIMO Y DÉCIMO MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS


Todos, en mayor o menor cantidad, poseemos cosas. El poder disfrutar o disponer de estas cosas se llama derecho de propiedad.
Dios manda respetar los bienes ajenos en los mandamientos séptimo y décimo.
El séptimo mandamiento es: "No robarás". Este mandamiento prohíbe hacer daño al prójimo en sus bienes, y esto se puede hacer de muchas maneras.
El que entra en una casa rompiendo la puerta y se apodera después de alguna cosa comete un robo llamado rapiña.
Quien entra en una casa cuya puerta está abierta y coge dinero que hay encima de una mesa comete un hurto.
El comerciante que no da el peso exacto o entrega mercancías malas por mercancías buenas comete un fraude.
El que presta dinero y cobra un interés abusivo es responsable de un delito de usura.
Quien por medio del engaño se apodera de los bienes ajenos comete una estafa.
El que tiene que pagar una deuda o entregar mercancías y, pudiendo, tarda mucho tiempo en hacerlo, es responsable de injusta retención.
Y el niño que, al pasar por un campo arranca una rama o unas matas, o el que rompe cristales tirando piedras, o raya y destroza puertas y ventanas, comete lo que se llama daño injusto.
Los que roban o retienen lo ajeno o hacen daño al prójimo en sus bienes, quedan con la obligación de restituir lo mal adquirido, y de reparar cuanto antes todos los daños causados. Mientras no se restituya lo robado o se reparen daños y perjuicios, no se perdona el pecado, aunque se confiese.

El décimo mandamiento de la Ley de Dios es: "No codiciarás los bienes ajenos".
Nos manda este mandamiento conformarnos con los bienes que Dios nos ha dado y con los que podamos adquirir por medios lícitos, y nos prohíbe el deseo desordenado de riquezas. 

viernes, 2 de agosto de 2019

SEXTO Y NOVENO MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS


El sexto mandamiento de la Ley de Dios es: "No cometerás actos impuros". Y el noveno: "No consentirás pensamientos ni deseos impuros".
El primero de estos dos mandamientos manda que seamos puros y castos en obras y palabras, y el otro, que lo seamos en pensamientos y deseos. Y ambos mandamientos nos prohíben todos los pecados contra la pureza.
Decimos que una persona es pura y casta cuando no hace, dice, piensa ni desea cosa alguna de la cual deba sentir vergüenza.
Los cristianos debemos amar la pureza, porque por la gracia santificante somos templo de Dios y habita en nosotros el Espíritu Santo.
Tenemos, pues, que evitar las acciones deshonestas, las conversaciones sobre cosas obscenas, las lecturas y espectáculos inmorales y los pensamientos y deseos impuros.
Los medios principales para guardar la pureza son la confesión y comunión frecuentes, la devoción a la Santísima Virgen y la huida de las ocasiones peligrosas.