sábado, 26 de noviembre de 2016

LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO (Félix María de Samaniego)

Érase una gallina que ponía
un huevo de oro al dueño cada día.
Aun con tanta ganancia mal contento,
quiso el rico avariento
descubrir de una vez la mina de oro,
y hallar en menos tiempo más tesoro.
Matóla, abrióle el vientre de contado;
pero, después de haberla registrado,
¿qué sucedió? que muerta la gallina,
perdió su huevo de oro y no halló la mina.

¡Cuántos hay que teniendo lo bastante,
enriquecerse quieren al instante,
abrazando proyectos
a veces de tan rápidos efectos
que sólo en pocos meses,
cuando se contemplaban ya marqueses,
contando sus millones,
se vieron en la calle sin calzones.

JESÚS ES AMOR

Hoy, Señor, te agradezco por este día maravilloso, por mi alimento, por un día más de trabajo, y principalmente por un día más de vida.
Bendice, Señor, a mis familiares, a mis amigos y a mis enemigos, porque ellos también te necesitan.
Te ruego, Señor, por aquellos que sufren.
Bendice a las personas que están leyendo esta oración, que se cumplan sus sueños y dales la victoria que necesitan.
Bendice, Señor, a toda mi familia y también a mi nación.
Todo esto te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.