jueves, 13 de febrero de 2020

GRAN BENDICIÓN

Bendigo tu bien, que solo lo bueno te acompañe.
Bendigo tu inteligencia, que siempre sepas lo que debes hacer.
Bendigo tu amor, que siempre tengas a tu lado alguien que te quiera.
Bendigo tu belleza, armonía y pureza, para que todo el mundo se sienta bien a tu lado.
Bendigo tu salud, que nunca te enfermes.
Bendigo tu prosperidad, que jamás te falte nada.
Bendigo tu libertad, que nunca estés atado a nada indeseable.

BENDICIONES DE LA MESA

Bendícenos, Señor, y bendice estos alimentos que por tu bondad vamos a tomar. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
O bien:
Protégenos, Señor, Dios nuestro, y concédenos el sustento que necesita nuestra debilidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
O bien:
Bendícenos, Señor, a nosotros y estos dones tuyos que vamos a tomar y que hemos recibido de tu generosidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Después de la comida, todos se santiguan, luego:
Te damos gracias, Dios todopoderoso, por todos tus beneficios. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
O bien:
Nos hemos saciado, Señor, con los bienes que nos has dado; cólmanos también de tu misericordia. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

BENDICIÓN DE LOS HIJOS (1)

Padre santo, fuente inagotable de vida y autor de todo bien, te bendecimos y te damos gracias, porque has querido alegrar nuestra comunión de amor con el don de los hijos; te pedimos que estos jóvenes miembros de nuestra familia encuentren en la sociedad doméstica el camino por el que tiendan siempre hacia lo mejor y puedan llegar un día, con tu ayuda, a la meta que tienen señalada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/ Amén.

QUE DIOS ME BENDIGA

Que Dios me bendiga. Que Dios bendiga mi vida. Que Dios bendiga mi salud. Que Dios bendiga mi corazón. Que Dios bendiga mi hogar. Que Dios bendiga a mi familia. Que Dios bendiga mi empleo. Que Dios bendiga mis finanzas. Que Dios bendiga mis proyectos.
Dios, Tú eres mi fuerza, te necesito. Sáname y sana a mi familia.

Así como cae agua del cielo, así caerán en ti las más grandes bendiciones en el nombre de Dios.

LAS TRES AVEMARÍAS POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO

Oh María, Reina del Purgatorio, te ruego por aquellas almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de caridad o de justicia.

Avemaría

Oh María, Reina del Purgatorio, te ruego por las almas más abandonadas y olvidadas, por las que nadie ruega. Tú oh Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los méritos de la Pasión de Jesús, tus méritos y los de todos los santos, y encontrarán saludable refrigerio.

Avemaría

Oh María, Reina del Purgatorio, te ruego por aquellas almas que han de salir más pronto de aquel lugar de penas, para que cuanto antes vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.

Avemaría

UNA VISIÓN DE SAN BERNARDO

Una noche, san Bernardo, dentro del templo, tuvo una visión: "Al comenzar la ceremonia vi bajar del cielo una multitud de ángeles. Cada ángel se colocó al lado de uno de los fieles presentes, abrió un libro y comenzó a escribir. Me fijé en que algunos ángeles escribían con letras de oro; otros, con letras de plata; otros con tinta; y otros con agua".
Entonces, san Bernardo preguntó: "¿Por qué no escribís todos con el mismo material?".
Uno de los ángeles le explicó: "Escribimos con oro las oraciones hechas con amor; con plata las oraciones hechas con fe; con tinta las oraciones hechas con atención; con agua las oraciones hechas tan solo con los labios".

ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS

Señor, Creador nuestro, concede a las almas de tus siervos la remisión de todos sus pecados, para que por las humildes súplicas de la Iglesia alcancen el perdón que siempre desearon. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

lunes, 10 de febrero de 2020

LETANÍA DE LA CONFIANZA (PARA ALEJAR LA ANSIEDAD)

De creer que debo ganarme tu amor, libérame, Jesús.
Del miedo a no ser digno de amor, libérame, Jesús.
De la falsa seguridad de que tengo lo que necesito, libérame, Jesús.
Del miedo a que confiar en Ti me dejará más indigente, libérame, Jesús.
De toda sospecha respecto a tus palabras y tus promesas, libérame, Jesús.
De las rebeldías contra el depender de Ti como un niño, libérame, Jesús.
Del rechazo y las resistencias a aceptar tu voluntad, libérame, Jesús.
Del ansia por el futuro, libérame, Jesús.
Del resentimiento o de la excesiva preocupación por el pasado, libérame, Jesús.
De la constante búsqueda de mí mismo/a en el momento actual, libérame, Jesús.
De no creer en tu amor y en tu presencia, libérame, Jesús.
Del miedo a que se me pida dar más de lo que tengo, libérame, Jesús.
De creer que mi vida no tiene significado o valor, libérame, Jesús.
Del miedo a lo que pide el amor, libérame, Jesús.
Del desánimo, libérame, Jesús.

Tú siempre estás conmigo, me sostienes y me amas. Jesús, confío en Ti.
Tu amor es más profundo que mis pecados y mis caídas, y me transforma. Jesús, confío en Ti.
No saber lo que me espera mañana es una invitación a confiar en Ti. Jesús, confío en Ti.
Tú estás conmigo en mi sufrimiento. Jesús, confío en Ti.
Mi sufrimiento, unido al tuyo, dará frutos en esta vida y en la próxima. Jesús, confío en Ti.
No me dejarás huérfano, estás presente en tu Iglesia. Jesús, confío en Ti.
Tu proyecto es mejor que cualquier otra cosa. Jesús, confío en Ti.
Me escuchas siempre y en tu bondad me respondes. Jesús, confío en Ti.
Me das la gracia de aceptar el perdón y de perdonar a los demás. Jesús, confío en Ti.
Me das la fuerza de lo que necesito para hacer lo que se me pide. Jesús, confío en Ti.
Mi vida es un don. Jesús, confío en Ti.
Me enseñarás a tener confianza en Ti. Jesús, confío en Ti.
Eres mi señor y mi Dios. Jesús, confío en Ti.
Soy tu predilecto. Jesús, confío en Ti.

ORACIÓN POR LAS MISIONES

Padre nuestro, tu Hijo Unigénito Jesucristo, resucitado de entre los muertos, encomendó a sus discípulos el mandato de "id y haced discípulos a todas las gentes".
Tú nos recuerdas que a través de nuestro bautismo somos partícipes de la misión de la Iglesia.
Por los dones de tu Santo Espíritu, concédenos la gracia de ser testigos del evangelio, valientes y tenaces, para que la misión encomendada a la Iglesia, que aún está lejos de ser completada, pueda encontrar manifestaciones nuevas y eficaces que traigan vida y luz al mundo.
Ayúdanos a hacer que todos los pueblos puedan experimentar el amor salvífico y la misericordia de Jesucristo, Él que es Dios y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

REZANDO EL SANTO ROSARIO

Señor mío Jesucristo, que tu luz divina llegue a todos mis hermanos. Que rezando el santo Rosario sean hermosos pétalos de flores que lleguen a tu corazón. Para que unido con mi Madre santísima sean pétalos bañados de un torrente de amor hacia tus hijos que pedimos diariamente tu amor y protección ante las asechanzas que día a día se presentan para desviarnos del camino que nos lleva a tu presencia. Amén.

PANTALONES MOJADOS

Un niño de diez años está en su pupitre y, de repente, hay un charco a sus pies y la parte delantera de sus pantalones está mojada. Piensa que su corazón se va a detener porque no puede imaginarse como pudo haber sucedido.
Nunca antes le había pasado. Y sabe que cuando los niños se den cuenta no habrá final. Y cuando las niñas se den cuenta no volverán a hablarle mientras viva.
El niño piensa que su corazón se va a detener, agacha la cabeza y dice esta oración:
¡Querido Dios, esto es una emergencia! ¡Necesito ayuda ahora! Dentro de un minuto estoy muerto.
Al levantar la cabeza después de su oración, ve venir a la maestra con una mirada que dice que ha sido descubierto.
Mientras la profesora camina hacia él, una compañera llamada Loli va llevando un pez dorado en un acuario lleno de agua. Loli tropieza frente a la profesora e inexplicablemente derrama toda el agua en el regazo del muchacho.
El niño aparenta estar enojado, pero al mismo tiempo está diciendo dentro de sí: Gracias, Señor, gracias.
Ahora, en lugar de ser ridiculizado, el niño es objeto de simpatía.
La profesora lo lleva rápidamente abajo y le hace ponerse unos pantalones de gimnasia mientras se secan los suyos. Mientras, todos los otros niños están limpiando alrededor de su pupitre.
Así es la vida, el ridículo que le habría tocado hacer, fue pasado a otra persona, Loli.
Al final de la jornada, mientras están esperando el autobús, el niño le dice al oído a Loli:
- Lo hiciste a propósito, ¿verdad?
Y ella le responde susurrando:
- Yo también me oriné en los pantalones una vez.

Que Dios nos ayude a ver las oportunidades de hacer el bien, que siempre están a nuestro alrededor.
Si estás pasando por un momento difícil ahora mismo, conserva la fe.

LLAMARON A MI CORAZÓN

Llamaron a mi corazón, 
corrí a abrir con vida y alma.
Veo en la puerta a mi Amor 
con una cruz que me espanta.
Pasad si os place, Señor, pasad,
que esta es vuestra casa;
si solo una choza es,
haced de ella vuestro alcázar.
Y, haciendo mi noche día,
Jesús entró en mi morada;
pero al entrar en mi pecho, 
dejó la cruz en mi espalda.