lunes, 24 de octubre de 2016

ORACIÓN PARA LA BENDICIÓN DEL HOGAR

Dios mío, bendice mi casa para que sea el hogar del amor y de la paz. 
Bendice la puerta abierta como dos brazos extendidos que dan la bienvenida. 
Bendice las ventanas que dejan entrar el sol a raudales cada mañana y por donde se asoman las estrellas que son luces de esperanza. 
Bendice los muros que nos defienden del viento y del frío, y que son nuestros amigos en las horas que pasan. 
Bendice nuestra mesa y los sitios de trabajo para que nos ayudes y el lugar de reposo para que nos guardes. 
Bendice el techo que cobija los afanes de hoy y los sueños de mañana y que guarda para siempre entre los vivos la memoria sagrada de los que se han ido. 
Bendice los sentimientos, las ternuras y los anhelos que florecerán en nuestras vidas. 
Bendice nuestros pensamientos para que sean puros, las palabras para que sean rectas y nuestros actos para que nos conduzcan hacia Ti. 
Bendice nuestras horas de paz y de silencio, para que fortalezcamos juntos nuestro espíritu. 
Bendice nuestros dolores y alegrías porque son el corazón de la familia. 
Señor, quédate con nosotros, en tu morada, en nuestra casa. 

lunes, 17 de octubre de 2016

ORACIÓN DE PROTECCIÓN POR LA PRECIOSA SANGRE DE CRISTO

Preciosa Sangre palpitando en el Eucarístico Corazón de Jesús: yo te adoro y te ofrezco en homenaje mi alabanza y mi amor. Revísteme, empápame, cúbreme totalmente, para que nada malo me suceda. Con tu sangre preciosa empapo mi hogar, a mi familia y personas queridas. Con ella empapo mi trabajo, mi coche y todo tipo de transporte que deba utilizar. Pongo todo lo que amo y necesito de forma especial bajo la protección de tu sangre: que tu bendición descanse siempre sobre todos mis seres queridos.
El el Calvario vertiste el precio de mi redención; en el altar Tú eres mi vida y la fuente de todas las gracias que jamás se ha conocido. Sangre divina, yo te doy las gracias. Sangre salvadora, tantas veces desconocida, despreciada y olvidada: hoy me obligo a ofrecerte reparación por medio del Inmaculado Corazón de María, mi Madre. Yo deseo consagrarte todos los días de mi vida a tu Amor y Adoración. Cuando las tormentas de la vida se aglomeren cerca de mí, cuando pruebas y tentaciones me opriman fuertemente, sé Tú mi refugio, mi fuerza y mi baluarte. Bendecidos por tu Sangre, mis gozos serán más dulces y cada una de mis tristezas se suavizará. Sobre todo, a la hora de mi muerte, ¡oh, preciosa Sangre de Jesús!, sé Tú mi esperanza y mi paz. Empápame siempre en ella. Amén. 

BENDITO SEA DIOS (ALABANZAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO)

Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su sacratísimo Corazón.
Bendita sea su preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María, virgen y madre.
Bendito sea san José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.

domingo, 16 de octubre de 2016

ELOGIO DE LA VIDA SENCILLA (José María Pemán)

Vida inquieta, frenesí
de la ambición desmedida...
¡Qué mal comprende la vida
el que la comprende así!

La vida es soplo de hielo
que va marchitando flores;
no la riegues con sudores
ni la labres con desvelo;

La vida no lo merece:
que esa ambición desmedida
es planta que no florece
en los huertos de la vida.

Necio es quien lucha y se afana
de su porvenir en pos:
gana hoy pan y deja a Dios
el cuidado de mañana.

Vida serena y sencilla,
yo quiero abrazarme a ti,
que eres la sola semilla
que nos da flores aquí.

Conciencia tranquila y sana
es el tesoro que quiero;
nada pido y nada espero 
para el día de mañana.

Y así, si me da ese día
algo, aunque poco quizás,
siempre me parece más
de lo que yo le pedía.

Ni voy de la gloria en pos,
ni torpe ambición me afana,
y al nacer cada mañana,
tan solo le pido a Dios

casa limpia en que albergar,
pan tierno para comer,
un libro para leer
y un Cristo para rezar;

que el que se esfuerza y agita
nada encuentra que le llene,
y el que menos necesita
tiene más que el que más tiene.

Quiero gozar cuanto pueda,
y, con acierto y medida,
gastar moneda a moneda
el tesoro de mi vida;

mas no quiero ser jamás
como el que amontona el oro
y no goza del tesoro
por acrecentarlo más.

Quiero gozar sin pasión,
esperar sin ansiedad,
sufrir con resignación,
morir con tranquilidad;

que, al llegar mi postrer día,
quiero pensar y decir:
"Viví como viviría
si ahora volviera a vivir.

Viví como un peregrino
que, olvidando los dolores,
pasó cogiendo las flores
de los lados del camino;

cantando he dejado atrás
la vida que recorrí;
pedí poco y tuve más
de lo poco que pedí;

que si nadie me envidió
en el mundo necio y loco,
en ese mundo tampoco
he envidiado a nadie yo".

Tras los honores no voy;
la vida es una tirana,
que llena de honores hoy
al que deshonra mañana.

No quiero honores de nombres;
vivo sin ambicionar,
que ese es honor que los hombres
no me lo pueden quitar.

He resuelto despreciar
toda ambición desmedida
y no pedirle a la vida
lo que no me puede dar.

He resuelto no correr
tras un bien que no me calma;
llevo un tesoro en el alma
que no lo quiero perder,

y lo guardo porque espero
que he de morir confiado
en que se lo llevo entero
al Señor, que me lo ha dado.


ELEVACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD (Santa Isabel de la Trinidad)

¡Oh, Dios mío, Trinidad a quien adoro! Ayúdame a olvidarme enteramente de mí para establecerme en Ti, inmóvil y tranquila, como si mi alma estuviera ya en la eternidad. Que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Ti, ¡oh mi Inmutable!, sino que cada minuto me sumerja más en la hondura de tu Misterio.
Inunda mi alma de paz; haz de ella tu cielo, la morada de tu amor y el lugar de tu reposo. Que nunca te deje allí solo, sino que te acompañe con todo mi ser, toda despierta en fe, toda adorante, entregada por entero a tu acción creadora.
¡Oh, mi Cristo amado, crucificado por amor!, quisiera ser una esposa para tu Corazón, quisiera cubrirte de gloria, amarte... hasta morir de amor! Pero siento mi impotencia y te pido "ser revestida de Ti mismo", identificar mi alma con todos los movimientos de la tuya, sumergirme en Ti, ser invadida por Ti, ser sustituida por Ti, a fin de que mi vida no sea sino un destello de tu Vida. Ven a mí como Adorador, como Reparador y como Salvador.
¡Oh, Verbo eterno, Palabra de mi Dios!, quiero pasar mi vida escuchándote, quiero hacerme dócil a tus enseñanzas, para aprenderlo todo de Ti. Y luego, a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero fijar siempre la mirada en Ti y morar en tu inmensa luz. ¡Oh, Astro mío querido!, fascíname para que no pueda ya salir de te esplendor.
¡Oh, Fuego abrasador, Espíritu de Amor!, "desciende sobre mí" para que en mi alma se realice como una encarnación del Verbo. Que yo sea para Él una humanidad suplementaria en la que renueve todo su Misterio.
Y Tú, ¡oh Padre Eterno!, inclínate sobre esta pequeña criatura tuya, "cúbrela con tu sombra", no veas en ella sino a tu Hijo Predilecto en quien has puesto todas tus complacencias.
¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo!, yo me entrego a Ti como una presa. Sumergíos en mí para que yo me sumerja en Vos, mientras espero ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas.

jueves, 13 de octubre de 2016

CUANDO ÉL REGRESE (Bob Dylan, Premio Nobel de Literatura 2016)

La mano de hierro no iguala el castigo 
de la vara de hierro.
La muralla más fuerte se desmoronará 
y caerá ante Dios todopoderoso. 
A todos los que tengan ojos 
y a todos los que tengan oídos,
solamente Él es quien puede hacerme llorar.
No lloréis, no muráis 
y no os consumáis.
Por como un ladrón por la noche, 
Él reemplazará lo malo por lo bueno
cuando Él regrese.

La verdad es una flecha 
y es estrecha la puerta. 
Él desatará su poder a una hora desconocida 
 que nadie sabrá.
¿Por cuánto tiempo puedo escuchar 
las mentiras del prejuicio?
¿Por cuánto más puedo permanecer borracho 
de temor en el desierto?
¿Puedo dejar de lado esta lealtad y este orgullo?                   
¿Aprenderé alguna vez que no habrá paz, 
que la guerra no cesará
hasta que Él regrese?


Entrega tu corona sobre ese suelo
teñido de sangre, quítate la máscara
Él ve tus acciones,
Él conoce tus necesidades
incluso antes de que pidas.
¿Por cuánto tiempo puedes adulterar
y negar lo que es real?
¿Cuánto tiempo más puedes odiarte
por la debilidad que ocultas?
A Él no le concierne ningún plan
que trace el hombre.
Tiene sus propios planes
para restablecer su trono
cuando Él regrese.

SALVADO (Bob Dylan, Premio Nobel de Literatura 2016)

Fui cegado por el diablo,
nací ya arruinado,
inerte y frío como piedra
cuando salí del vientre

He sido tocado por su gracia,
he sido sanado por su palabra,
he sido rescatado por su mano,
he sido sellado por su espíritu.

He sido salvado
por la Sangre del Cordero.
Salvado
por la Sangre del Cordero.
Salvado.
Salvado.
Y estoy muy feliz,
sí, muy feliz.
Estoy muy feliz,
muy feliz.
Quiero darte las gracias, Señor,
solo quiero darte las gracias, Señor.
Gracias, Señor.

Puedo ser redimido gracias a su verdad,
resisto gracias a su fuerza,
he sido elevado gracias a su poder.
Me compró por un precio, 
me liberó del averno
lleno de vacío e ira
y del fuego que arde en él.

He sido salvado
por la Sangre del Cordero.
Salvado
por la Sangre del Cordero.
Salvado.
Salvado.
Y estoy muy feliz,
sí, muy feliz.
Estoy muy feliz,
muy feliz.
Quiero darte las gracias, Señor,
solo quiero darte las gracias, Señor.
Gracias, Señor.

No había nadie que me rescatara,
nadie se atrevía,
estaba cayendo por última vez,
pero gracias a su misericordia fui perdonado,
no  porque hiciese buenas obras,
sino por tener fe en Él, que me llamó.
Por mucho tiempo he sido obstaculizado,
por mucho tiempo he estado estancado.

He sido salvado
por la Sangre del Cordero.
Salvado
por la Sangre del Cordero.
Salvado.
Salvado.
Y estoy muy feliz,
sí, muy feliz.
Estoy muy feliz,
muy feliz.
Quiero darte las gracias, Señor,
solo quiero darte las gracias, Señor.
Gracias, Señor.

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES

Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño, te rogamos que, por el inmenso amor y misericordia de tu Sagrado Corazón, atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes.
Te pedimos que retomes en tu corazón a todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino, que enciendas de nuevo el deseo de santidad en los corazones de aquellos que han caído en la tibieza y que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes el deseo de una mayor santidad.
Unidos a tu Corazón y el Corazón de María, te pedimos que envíes esta petición a tu Padre celestial en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

LAS ALMAS EN PENA (Ramón de Campoamor)

A un alma en pena pregunté quién era,
y el alma contestó de esta manera:
-Son las almas en pena estos maridos
que, muriendo engañados y aburridos,
renunciaron al Cielo y sus placeres
por no encontrarse allí con sus mujeres.
Y yo que te lo cuento
y que he sido tostado a fuego lento,
el Cielo abandoné cobardemente,
por no hallarme algún día frente a frente
de una mujer que, por la Gloria suelta,
trae a la Corte celestial revuelta.-
Dijo, y partiendo con pausado vuelo,
cruzó la tierra sin mirar al Cielo.

ORACIÓN A SAN JOSÉ (16)

A ti, José, en Belén, te contemplamos estático y meditabundo, sin saber lo que a tu alrededor pasaba; al tiempo que de tus enjutos ojos una lágrima se desprendía que rodaba por tus mejillas.¡Ah! Jesús que todo lo veía, interpretando tu dolor, y queriendo suavizarlo, al paso que con angelical sonrisa, pasaba una de sus manitas por la blanca tez de María, metía la otra con infantil atrevimiento por tu espesa barba. Y tú quedabas enajenado al contacto de aquellos dedos que sostienen la gran máquina de los mundos. ¡El omnipotente te hacía mimos y caricias! ¡Te quería consolar, distraer y aun recrear! Y ¡con qué copia de afectuosas exclamaciones y jaculatorias, movido de la gratitud, contestarías a las pruebas de cariño que, no bien entraba en el mundo, te daba el Eterno Verbo del Padre! ¿Y cómo mediremos, si no es posible, la intensidad de tus gozos y consuelos?
JACULATORIA. Recibir a menudo a Jesús en el Santísimo Sacramento del Amor, para que, cual a José, nos consuele y alegre. Así sea. 

martes, 11 de octubre de 2016

LA MUERTE NO ES EL FINAL (San Agustín de Hipona)

La muerte no es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado. 
Yo soy yo, vosotros sois vosotros. 
Lo que somos unos para los otros seguimos siéndolo 
Dadme el nombre que siempre me habéis dado. Hablad de mí como siempre lo habéis hecho. 
No uséis un tono diferente. No toméis un aire solemne y triste. 
Seguid riendo de lo que nos hacía reír juntos. Rezad, sonreíd, pensad en mí. 
Que mi nombre sea pronunciado como siempre lo ha sido, sin énfasis de ninguna clase, sin señal de sombra. 
La vida es lo que siempre ha sido. El hilo no se ha cortado. 
¿Por qué estaría yo fuera de vuestra mente? ¿Simplemente porque estoy fuera de vuestra vista? 
Os espero; No estoy lejos, sólo al otro lado del camino. 
¿Veis? Todo está bien. 

No lloréis si me amabais. ¡Si conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudierais oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos ¡Si pudierais ver con vuestros ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudierais contemplar como yo la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen! 

Creedme: Cuando la muerte venga a romper vuestras ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, vuestra alma venga a este Cielo en el que os ha precedido la mía, ese día volveréis a ver a aquel que os amaba y que siempre os ama, y encontraréis su corazón con todas sus ternuras purificadas. 

Volveréis a verme, pero transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando con vosotros por los senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo con embriaguez a los pies de Dios un néctar del cual nadie se saciará jamás. 

AMÉN 

PARA MI PADRE

Vives feliz entre ángeles y luces amorosas, mirándome con amor aún desde el más allá, mientras que yo en este mundo busco palabras hermosas para poder expresarte ¡cuánto te extraño, papá!

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

¡Oh, Espíritu Santo, dulce huésped y consolador de mi alma! Ilumina mi entendimiento para conocer la voluntad divina sobre mí; inflama mi corazón para amarla con pasión y da fuerza a mi voluntad para cumplirla con la perfección que Tú me pides.

ORACIÓN DE LA NOCHE (3)

Señor, enciende la luz de la esperanza en mi corazón, para que al descansar las tristezas no perturben mi sueño. Que tu paz envuelva mi alma y tus bendiciones desciendan sobre mi hogar. Amén.

ORACIÓN PARA LLENARSE DE DIOS

Que Dios esté en mi cabeza y en mi entendimiento.
Que Dios esté en mis ojos y en mi mirada.
Que Dios esté en mi boca y en mi palabra.
Que Dios esté en mi corazón y en mi pensamiento.
Que Dios esté en mi camino y en mi partida.

ORACIÓN DE LA NOCHE (2)

Señor, enciende esta noche la luz de la confianza para que brille con intensidad y pueda descansar confiado en tus cuidados. Que el calor del Amor abrace mi corazón y sienta tu compañía al descansar. Que brille con fuerza tu presencia como luz que no se apaga. Amén.

domingo, 9 de octubre de 2016

TRISAGIO A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

                                                         Ofrecimiento


Te rogamos, Señor, por el estado de la Santa Iglesia y Prelados de ella; por la exaltación de la fe católica, extirpación de las herejías, paz y concordia entre los príncipes cristianos, conversión de todos los infieles, herejes y pecadores; por los agonizantes y caminantes; por las benditas almas del purgatorio, y demás piadosos fines de nuestra santa Madre la Iglesia. Amén.
   V. Bendita sea la santa e individua Trinidad, ahora y siempre, y por todos los siglos de los siglos.
   R. Amén.
   V. Abre, Señor, mis labios.
   R. Y mi voz pronunciará tu alabanza.
   V. Dios mío, en mi favor benigno atiende.
   R. Señor, a mi socorro presto atiende.
   V. Gloria sea al Padre. Gloria al eterno Hijo. Gloria al Espíritu Santo. Por los siglos de los siglos.
   R. Amén. Aleluya.
En tiempo de Cuaresma se dice:
Alabanza sea dada a Ti, Señor, Rey de la eterna gloria.

                                                      Acto de contricción


Amorosísimo Dios, Trino y Uno, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en quien creo, en quien espero, a quien amo con todo mi corazón, cuerpo y alma, sentidos y potencias, por ser Tú mi Padre, mi Señor y mi Dios, infinitamente bueno y digno de ser amado sobre todas las cosas, me pesa, Trinidad santísima, me pesa, Trinidad misericordiosísima, me pesa, Trinidad amabilísima de haberte ofendido, solo por ser quien eres; propongo y te doy palabra de nunca más ofenderte, y de morir antes que pecar. Espero de tu suma bondad y misericordia infinita me has de perdonar todos mis pecados, y me darás gracia para perseverar en un verdadero amor y cordialísima devoción de tu siempre amabilísima Trinidad. Amén.

                                                               Himno

Ya se aparta el sol ardiente,
y así, oh luz perenne, unida,
infunde un amor constante
a nuestras almas rendidas.
En la aurora te alabamos,
y también al medio día,
suspirando por gozar
en el cielo de tu vista.
Al Padre, al Hijo y a Ti,
Espíritu que das vida,
ahora y siempre se den
alabanzas infinitas. Amén.

                                                  Oración al Padre

¡Oh, Padre eterno! Fuera de tu posesión yo no veo otra cosa que tristeza y tormento, por más que digan lo que quieran cuantos siguen la vanidad. Diga el avaro que su dicha es aumentar el caudal de sus riquezas; diga el sensual que su cielo es disfrutar de sus placeres; diga también el ambicioso que su mayor contento es el gozar de sus honras; que yo por mí no cesaré jamás de repetir, con tus Profetas y Apóstoles, que mi suma felicidad, mi tesoro y mi gloria es el unirme a mi Dios, y mantenerme inseparablemente arrimado a Él.
Un Padre nuestro, Ave María y nueve veces:
Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.
Y el coro responde:
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

                                                    Oración al Hijo

Oh verdad eterna, fuera de la cual yo no veo otra cosa que engaños y mentiras. ¡Oh cómo todo me parece desabrido a vista de vuestros suaves atractivos! ¡Oh cómo me parecen mentirosos y asquerosos los discursos de los hombres en comparación de las palabras de vida con las cuales Tú hablas al corazón de aquellos que te escuchan! ¿Cuándo será la hora en que Tú me tratarás sin enigma, y me hablarás claramente en el seno de tu gloria? ¡Oh, qué trato, qué belleza, qué luz!
Un Padre nuestro, Ave María y nueve veces:
Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.
Y el coro responde:
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

                                                     Oración al Espíritu Santo

¡Oh Amor, oh don del Altísimo, centro de las dulzuras y de la felicidad del mismo Dios: qué atractivo para un alma el verse en el abismo de tu bondad, y toda llena de tus inefables consolaciones! ¡Ah placeres engañadores!, ¿cómo habéis de poderos comparar con la mínima de las dulzuras que un Dios, cuando le parece, sabe derramar en un alma fiel? Si una solo gotita de ellas es tan gustosa, ¿cuánto más lo será cuando Tú las derramarás como un torrente sin medida y sin reserva? ¿Cuándo será esto, Dios mío, cuándo será?
Un Padre nuestro, Ave María y nueve veces:
Santo, Santo, Santo, señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.
Y el coro responde:
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

ANTÍFONA. A Ti, Dios Padre, ingénito, a Ti, Hijo unigénito, a Ti, Espíritu Santo paráclito, santa e individua Trinidad, de todo corazón te confesamos, alabamos y bendecimos. A Ti se de la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
V. Bendigamos al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Alabémosle y ensalcémosle en todos los siglos. Amén.

ORACIÓN: Señor Dios, uno y trino, danos continuamente tu gracia, tu caridad y la comunicación tuya, para que en tiempo y eternidad te amemos y glorifiquemos, Dios Padre, Dios Hijo, y dios Espíritu Santo en una deidad por todos los siglos de los siglos. Amén.

                                  Deprecación devota a la beatísima Trinidad 

V. Padre eterno, omnipotente Dios.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Verbo divino, inmenso Dios.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Espíritu Santo, infinito Dios.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Santísima Trinidad, y un solo Dios verdadero.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Rey de los cielos, inmortal e invisible.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Creador, conservador y gobernador de todo lo creado.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Vida nuestra, en quien, de quien y por quien vivimos.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Vida divina y una en tres personas.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Cielo divino de celsitud majestuosa.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Cielo supremo del cielo oculto a los hombres.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Sol divino e increado.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Círculo perfectísimo de capacidad infinita.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Manjar divino de los Ángeles.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Hermoso iris, arco de clemencia.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Luz primera y triduana, que al mundo ilustras.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. De todo mal de alma y cuerpo.
R. Líbranos, trino Señor.
V. De todo pecado y ocasión de culpa.
R. Líbranos, trino Señor.
V. De vuestra ira y enojo.
R. Líbranos, trino Señor. 
V. De repentina y de improvisa muerte.
R. Líbranos, trino Señor.
V. De las asechanzas y cercanías del demonio.
R. Líbranos, trino Señor.
V. Del espíritu de deshonestidad y de su sugestión.
R. Líbranos, trino Señor.
V. De la concupiscencia de la carne.
R. Líbranos, trino Señor.
V. De toda ira, odio y mala voluntad.
R. Líbranos, trino señor.
V. De plagas de peste, hambre, guerra y terremoto.
R. Líbranos, trino Señor.
V. De tempestades en el mar o en la tierra.
R. Líbranos, trino Señor.
V. De los enemigos de la fe católica.
R. Líbranos, trino Señor.
V. De nuestros enemigos y sus maquinaciones.
R. Líbranos, trino Señor.
V. De la muerte eterna.
R. Líbranos, trino Señor.
V. Por vuestra Unidad en Trinidad y Trinidad en Unidad.
R. Líbranos, trino Señor.
V. Por la igualdad esencial de vuestras Personas.
R. Líbranos, trino Señor.
V. Por la alteza del misterio de vuestra Trinidad.
R. Líbranos, trino Señor.
V. Por lo mucho que os agradan  las almas que son devotas de vuestra santísima Trinidad.
R. Líbranos, trino Señor.
V. Por el gran amor con que libráis de males a los pueblos donde hay algún devoto de vuestra Trinidad amable,
R. Líbranos, trino Señor.
V. Por la virtud divina que en los devotos de vuestra Trinidad santísima reconocen los demonios contra sí.
R. Líbranos, trino Señor.
V. Nosotros pecadores.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Que hermoseéis cada día más con la gracia vuestra imagen que está en nuestras almas.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Que todos los fieles se esmeren en ser muy devotos de vuestra santísima Trinidad.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Que todos consigamos las muchas felicidades que están vinculadas para los devotos de esa vuestra Trinidad inefable.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Que al confesar nosotros el misterio de vuestra Trinidad se destruyan los errores de los infieles.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Que todas las almas del purgatorio gocen mucho refrigerio en virtud del misterio de vuestra Trinidad.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Que os dignéis oírnos por vuestra piedad.
R. Te rogamos, óyenos.
Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, líbranos, Señor, de todo mal. (Esto se repite tres veces). 

sábado, 8 de octubre de 2016

EL GLOTÓN (Jean de la Fontaine)

Para su cena, un glotón,
ordena que con presteza
le sirvan un esturión.
Exceptuando la cabeza
le come, enferma, le dan
cien lavativas copiosas,
y le dicen, con afán,
que ponga en orden sus cosas.
«Amigos, dijo el glotón,
tenéis sobrada razón,
y puesto que he de morir,
haced que sin dilación
me puedan aquí servir
el resto de mi esturión.» 

martes, 4 de octubre de 2016

ORACIÓN A SAN JOSÉ (15)


Séanos lícito ¡oh José glorioso! penetrar un momento siquiera, sin ruido, en la gruta de Belén, y sorprenderte en las primeras alegrías que, para mitigar tus sinsabores en aquel desde entonces sagrado recinto, recibiste. Un pequeño grupo se divisa, y lo forman una hermosísima y delicada doncella, de rodillas, inclinada sobre una cuna en donde reposa un recién nacido: era la Virgen Madre, María, que a tu lado contemplaba al Verbo encarnado. Y tú ¡oh José! eras el esposo de María y debías figurar como padre de Jesús. ¡Oh, qué grandeza y dignidad, qué gozo y alegría intervenir en la portentosa obra de la Redención del mundo! En ti había el eterno Padre declinado su autoridad de Padre, y el Espíritu Santo su título de Esposo; estabas, por lo tanto, íntimamente ligado con la Trinidad Beatísima.
JACULATORIA. Que nuestro corazón sea siempre santuario en donde moren por la gracia las tres divinas Personas. Amén.

domingo, 2 de octubre de 2016

LA LECHERA (Félix María de Samaniego)

Llevaba en la cabeza
una lechera el cántaro al mercado
con aquella presteza,
aquel aire sencillo, aquel agrado,
que va diciendo a todo el que lo advierte:
"¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!"
Porque no apetecía
más compañía que su pensamiento,
que alegre le ofrecía
inocentes ideas de contento.
Marchaba sola la infeliz lechera,
y decía entre sí de esta manera:
"Esta leche vendida,
en limpio me darán tanto dinero;
y con esta partida,
un canasto de huevos comprar quiero,
para sacar cien pollos, que al estío
me rodeen cantando el pío, pío.
Del importe logrado
de tanto pollo, mercaré un cochino:
con bellota, salvado,
berza y castaña, engordará sin tino,
tanto, que pueda ser que yo consiga
el ver cómo le arrastra la barriga.
Llevarelo al mercado,
sacaré de él sin duda buen dinero;
compraré de contado
una robusta vaca y un ternero
que salte y corra toda la campaña
desde el monte cercano a la cabaña."
Con este pensamiento
enajenada, brinca de manera
que a su salto violento
el cántaro cayó. ¡Pobre lechera!
¡Qué compasión! ¡Adiós, leche, dinero,
huevos, pollos, lechón, vaca, ternero!
¡Oh loca fantasía,
qué palacios fabricas en el viento!
Modera tu alegría,
no sea que saltando de contento,
al contemplar dichosa tu mudanza,
quiebre tu cantarillo la esperanza.
No seas ambiciosa,
de mejor o más próspera fortuna,
que vivirás ansiosa,
sin que pueda saciarte cosa alguna.
No anheles impaciente el fin futuro,
mira que ni el presente está seguro.

sábado, 1 de octubre de 2016

NOVENA A SAN JUDAS

(Se debe realizar cuando surgen problemas o cuando uno parece estar privado de toda ayuda posible, o en casos que parezcan desesperados).

Santísimo Apóstol San Judas, fiel sirviente y amigo de Jesús: La Iglesia te honra y te invoca universalmente, eres patrón de los casos desesperados, de las cosas casi inesperadas, reza por mí que estoy desesperado y solo.
Haz uso, te imploro, de ese privilegio particular que se te dio de traer ayuda visible allí donde ya casi no hay esperanza. Ven en mi ayuda en esta mi gran necesidad, que reciba el consuelo y la ayuda del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente... (Hacer aquí la petición) y que yo siempre alabe a Dios contigo y con todos los elegidos, y prometo, oh bienaventurado San Judas, tener siempre presente este gran favor, honrarte siempre como mi especial y poderoso patrón y amorosamente sienta la devoción hacia ti. Amén.

(La novena debe rezarse seis veces al día durante nueve días consecutivos. La gracia será otorgada en el noveno día o antes, y nunca se ha sabido que dejara de cumplirse).

ORACIÓN DE NOVENA. Que el Santísimo Corazón de Jesús sea adorado y amado en todos los tabernáculos hasta el fin de los tiempos. Amén.
Que el Santísimo Corazón de Jesús sea glorificado y alabado ahora y siempre. Amén.
San Judas, reza por nosotros y escucha nuestras oraciones. Amén.
Bendito sea el Sagrado Corazón de Jesús.
Bendito sea el Inmaculado Corazón de María.
Bendito sea San Judas Tadeo, en todo el mundo y por toda la eternidad.
(Decir esta oración seguida de un Padrenuestro y un Avemaría).

ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL (3)

Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales, humildemente te rogamos te dignes librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por el poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad. Amén.