viernes, 25 de diciembre de 2020

NATIVIDAD DEL SEÑOR



¡Felicidades, Jesús! La humanidad está hoy de gran fiesta universal, en memoria de tu llegada a este nuestro mundo, en la aurora de nuestra salvación.
Te invito a celebrarlo en mi casa, que es la tuya. Ven a mi vida: quiero ser todo tuyo, y quiero que acampes en mí y nunca me dejes.
Hoy y siempre quiero estar a tu lado, con María, con José, con los ángeles y entre los pastores más sencillos de la humanidad. Para los grandes de ayer y de hoy había y hay cosas más importantes que Tú, el Dios con nosotros. Para los pequeños te has hecho un pequeño, y todos los pequeños del mundo celebramos hoy tu nacimiento: la Navidad.
Es Patrimonio de toda la humanidad, de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. 

lunes, 21 de diciembre de 2020

ABORTO (José María Zandueta)

Un solapado error. También la duda
oscurece la mente. En tu conciencia,
prendido el aguijón, clara advertencia,
“NO MATARÁS” es la verdad desnuda.

El alma languidece y está muda,
y el corazón sumido en la inconsciencia
no acierta a comprender la diferencia;
se empecina en el mal y en él se escuda.

Dicho el “no matarás”, nada hay más cierto
que la pura verdad, ni más vertientes,
que la que dicta un Juez, en claro exhorto.

Hay que execrar el fúnebre concierto,
la matanza de seres inocentes,
el auténtico crimen del aborto.

domingo, 20 de diciembre de 2020

ORACIÓN DE OFRENDA

Te ofrecemos nuestras manos, que sirvan para servirte y que trabajen para hacer de este mundo tu Reino.
Te ofrecemos nuestras alegrías, nuestros miedos y tristezas, pues sabemos que en tus manos se llenarán de paz.
Te ofrecemos nuestro tiempo y nuestros movimientos, que siempre sean para amar y buscar la justicia.
Te ofrecemos nuestro Sí, como María, un sí a tus proyectos, un sí a tus sueños sobre mí. Hágase en mí según tu Palabra.
Te ofrecemos nuestro mundo, nuestros estudios, nuestro trabajo, que todo sea para que venga a nosotros tu Reino.
Te ofrecemos nuestro corazón, haz que palpite por tu amor y para amar a todos como nuestros hermanos.
Te ofrecemos nuestra pobreza, nuestra debilidad, nuestras limitaciones. Sabemos que para Ti nada es imposible, que todo lo haces nuevo y bueno.

REZA Y ENCONTRARÁS SENTIDO (Bartolomé Martos)

Si te sientes solo, si crees que la vida no tiene sentido, que esto es un caos, reza. Hay Alguien ahí que da un sentido a todo lo que ocurre. Esa es mi recomendación para orar. No hace falta recitar oraciones determinadas, porque corremos el riesgo de hacerlo mecánicamente, sin sentir lo que decimos. Reza de la manera que te resulte más sencillo, más acorde a lo que sientes.
Aparte de ese diálogo natural mi oración favorita es el Padrenuestro. En ella se recoge una serie de conceptos básicos que, si los dices de forma consciente, te hablan de la fe, de quién es Dios, del agradecimiento y de algo que me parece vital, como es el perdón, un principio básico de ética que todos deberíamos aplicar en nuestra vida diaria con más frecuencia. 

sábado, 19 de diciembre de 2020

ESTAMPA ORACIÓN A LA INMACULADA CONCEPCIÓN

 



BLANCA NAVIDAD

Oh, blanca Navidad, sueño,
y con la nieve alrededor,
blanca es mi quimera,
y es mensajera de paz y de puro amor.

Oh, blanca Navidad, nieve,
un blanco sueño y un cantar.
Recordar tu infancia podrás,
al llegar la blanca Navidad.
 

jueves, 17 de diciembre de 2020

NUEVA RUTA

Marchitos ya mis sueños triunfadores
y perdida la ingenua luz del alba,
por los anchos senderos retadores
la vida toma un sesgo gris y malva.
Con ademán estoico mi cansancio
-cansancio que es común a tantos pechos-,
aceptando su tono seco y rancio
se sumerge en el caos de los hechos.
Y perdido el ensueño migratorio,
en las cosas humildes y sencillas,
encuentro ruta, norte y promontorio.
Y en estos nuevos mares -ya sin quillas-,
vas buscando en su oleaje transitorio
la nueva meta de celestes villas.

lunes, 14 de diciembre de 2020

LAS TOSTADAS QUEMADAS


Una noche mi madre preparó la cena después de un duro día de trabajo. Puso un plato de huevos, ensalada y tostadas quemadas delante de mi padre.
Inmediatamente me di cuenta de las tostadas quemadas y estaba esperando a ver si se iba a molestar por eso, pero mi padre se las empezó a comer, sonriendo, y me preguntó cómo había pasado el día en la escuela... Mi madre se disculpó con mi padre por las tostadas quemadas. Nunca olvidaré su respuesta a ella: "¡Cariño, me encantan las tostadas quemadas!".
Más tarde, cuando me fui a la cama y mi padre se acercó a darme un beso de buenas noches, le pregunté si realmente le gustaban las tostadas quemadas. Me abrazó y dijo: "Tu madre ha tenido un día difícil y está muy cansada. Hizo todo lo posible para prepararnos una buena comida, ¿por qué culparla y lastimarla? Las tostadas quemadas nunca lastimaron a nadie, ¡pero las palabras pueden ser muy dolorosas!

Tenemos que saber apreciar lo que los demás hacen por nosotros, aunque no sea perfecto, porque lo que cuenta es la intención de hacerlo bien... y nadie es perfecto.

LA VIDA (Tito Suárez)

Primero la niñez dulce y serena
sin inquietud ni pena,
resbalando entre juegos y sonrisas;
¡puro y naciente albor, fresco capullo,
indescifrable arrullo
de hojas y ramas, pájaros y brisas!
Feliz, después, la juventud despierta
como la flor abierta.
Y perfuma de amor los corazones:
¡Ardiente claridad, fijo deseo,
misterioso aleteo
de sueños, de esperanzas, de ilusiones.
Luego la vejez, triste y sombría
como nublado día.

domingo, 13 de diciembre de 2020

ORACIÓN A SANTA LUCÍA

Oh bienaventurada y amable virgen santa Lucía, universalmente reconocida por el pueblo cristiano como especial y poderosa abogada de la vista, llenos de confianza a ti acudimos; pidiéndote la gracia de que la nuestra se mantenga sana y le demos el uso para la salvación de nuestra alma, sin turbar jamás nuestra mente en espectáculos peligrosos. Y que todo lo que ellos vean se convierta en saludable y valioso motivo de amar cada día más a Nuestro Creador y Redentor Jesucristo, a quien por tu intercesión, oh protectora nuestra, esperamos ver y amar eternamente en la patria celestial. Amén.
 



sábado, 12 de diciembre de 2020

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA NIÑA (3)

 
Te entrego, Virgen Niña, mi corazón para que lo presentes a Jesús. Por el amor y complacencia con que te aceptó cuando a la temprana edad de tres años te consagraste a Él, suplícale acepte el mío e imprima en él las virtudes que le faltan, para que, a imitación del Tuyo, le sea agradable.
Enséñame a despreciar las honras vanas del mundo; haz que siempre sea mi único anhelo crecer en el amor de Dios, cumpliendo siempre su Divina Voluntad.
Te presento también los corazones de los que no te conocen y no pueden amarte. Oh Virgen Niña, atráelos con tus inspiraciones para que, amándote todos como hijos, vayamos a cantar las glorias y magnificencias de tu Hijo Jesús Nuestro Señor en el Cielo. Amén.

Rezar ahora con piedad y atención las Tres Avemarías.

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

 




miércoles, 9 de diciembre de 2020

BELLA REFLEXIÓN

Una mujer que se llevaba muy mal con su esposo sufrió un paro cardíaco. Casi a punto de morir, un ángel se presentó ante ella para decirle que ante la evaluación de su vida, sus malas acciones y sus errores no podría entrar al Reino de los cielos. Entonces le propuso a la mujer permitirle estar en la tierra unos días más hasta lograr cumplir con las buenas acciones que le faltaban para poder entrar al Reino de los cielos. La mujer, sin dudarlo ni un instante, aceptó el trato. En el matrimonio no se dirigían la palabra hacía bastante tiempo porque estaban peleados. Ella pensó: "Me conviene hacer las paces con mi esposo, está durmiendo en el sofá, ya hace tiempo que dejé de cocinarle, él ahora está planchando su camisa para ir a trabajar. Esta tarde lo esperaré con una sorpresa". 
Cuando el hombre salió de la casa, ella empezó a lavar y planchar toda la ropa de él. Preparó una rica comida, puso flores en la mesa con unas velas, y un cartel en el sofá que decía: “Creo que puedes estar más cómodo durmiendo en la cama que fue nuestra, esa cama donde el amor concibió a nuestros hijos, donde tantas noches los abrazos cubrieron nuestros temores y sentimos la protección y la compañía el uno del otro. Ese amor, aún con vida, nos espera en esa cama. Si puedes perdonar todos mis errores, allí nos encontraremos. Tu esposa". 
Cuando apenas terminó de escribir el último renglón “Si puedes perdonar todos mis errores” pensó: "¿Me estoy volviendo loca?, ¿yo voy a pedirle perdón cuando fue él quién empezó a venir enojado de la calle cuando lo echaron de la fábrica y no conseguía trabajo? Era yo quién tenía que arreglarme con los pocos ahorros que teníamos, y todavía tenía que soportar su enojo. Fue él quién empezó a beber, aplastado en el sillón, exigiendo silencio a los niños que solo querían jugar. Él empezó a gritarme cuando yo le decía que así no podíamos seguir. Él lo arruinó todo, ¿y ahora yo tengo que pedirle perdón?". Enfurecida, rompió la carta, y en ese momento escuchó la voz del ángel que le dijo: “Recuerda que solo tienes una oportunidad para cambiar tus acciones y así alcanzar el Reino de los cielos, de lo contrario no podrás entrar en él”. 
La mujer, muy angustiada, se preguntó a sí misma: "¿Que hice? Me estaba por ir al infierno por no querer cambiar. Decidida, tomó la iniciativa de cambiar. Entonces rehízo la carta y esta vez, reconociendo sus errores, agregó aún más palabras cariñosas en la carta. Puso: "Mi amor, no supe comprender nada de todo lo que hiciste por nosotros, no supe ver tu preocupación al quedarte sin empleo después de tantos años con un salario seguro en la fábrica. Mi amor, debiste sentir miedo. Ahora recuerdo cuántas cosas querías hacer al llegar el día en que te jubilaras. Pude haberte impulsado a que las hicieras en lugar de obligarte a aceptar estar todo el día sentado en ese taxi. . Ahora recuerdo aquella noche de locura cuando rompí esas cartas de amor que habías escrito para mí, y prendí fuego a todas las telas de los cuadros que pintaste. En ese momento me enfurecía verte encerrado en el cuarto gastando dinero en pinturas, o sentado en ese escritorio escribiendo cartas para mí porque no tenías nada para hacer. Debí haberte impulsado a vender los cuadros, Eran realmente hermosos. Perdón mi amor, estaba tan encerrada en mí misma, y solo pensaba en mí, Yo también me sentía segura con el salario de la fábrica y no supe ver tu dolor y tu miedo al perder tu trabajo. Por favor, perdóname, mi amor. Te prometo que de hoy en adelante voy a valorarte y todo será diferente. Te lo prometo. Tu esposa, que tanto te ama". 
Cuando el marido llegó del trabajo, al abrir la puerta, notó algo distinto, el olor a comida, las velas en la mesa, su música favorita sonando suavemente y la carta en el sofá. Cuando la mujer salió de la cocina con la fuente en sus manos, lo encontró tirado en el sillón llorando como un niño. Ella dejó la fuente sobre la mesa y corrió a abrazarlo, Y no necesitaron decirse nada, lloraron juntos, y él la alzó en sus brazos y la llevó hasta la cama. Ahí se reconciliaron y se trataron con el amor y con la misma pasión que el primer día. Luego comieron la exquisita comida que ella había preparado, y mientras cenaban juntos se reían mucho mientras recordaban anécdotas graciosas de los niños, y hasta reían y reían por cualquier tontería. Ya el clima era totalmente diferente. Luego él la ayudó a limpiar la mesa como siempre lo hacía, y mientras ella lavaba los platos, vio por la ventana de la cocina que en el jardín estaba el ángel; entonces ella, preocupada, salió llorando y le dijo al ángel: "¡Por favor, ángel, no me lleves todavía! Por favor, intercede por mí, no quiero irme todavía, amo a este hombre y necesito un tiempo más para poder demostrárselo e impulsarlo a que pinte nuevos cuadros, quiero tratar de reconstruir esas cartas que solo para mí y con tanto amor me había escrito. Quiero mimarlo y demostrarle que lo amo, y siento que aún no he podido demostrárselo. Te prometo que en poco tiempo podré demostrarles que puedo ser diferente y tener buenas acciones y así hacer feliz a mi esposo y a mis hijos, y podré hacer que en mi hogar halla paz y alegría... Entonces ahí sí ya me podré ir contigo al Reino de los cielos. Te lo ruego, por favor". Pedía la mujer desesperada.
El ángel le respondió sonriendo: "Ya no tengo que llevarte a ningún lado mujer, porque ya estás en el Reino de los cielos. Recuerda que el infierno era donde has vivido tanto tiempo con rencor y con odio y nunca olvides que el Reino de los cielos siempre está al alcance de tu mano. Solo depende de dónde quieras habitar cada día". 
La mujer oyó la voz de su marido que desde la cocina le gritaba: “Mi amor, hace frío y es tarde, ven a acostarte a mí lado que mañana será otro día”. Entonces ella pensó: "Es verdad. Gracias, Dios. Gracias, Señor, porque mañana será otro día…". 

La Biblia dice: "La mujer sabia edifica su casa, mas la necia, con sus manos, la derriba (Prov.: 14:1).

POEMA DE SAN JOSÉ (Lidia Leal)

No soy digno de entrar en su hogar,
ni mucho menos de llegarle a amar.
Soy un pobre carpintero,
sin tesoros ni dinero;
mi cetro, un burdo madero,
y mi trono, un butacón.

¿Qué riquezas he de darles?
¿Bajo qué techo guardarles
cuando el frío invierno, al llegar,
venga dispuesto a quedarse?
Solo soy un trabajador
con manos de leñador,
que convierte en herramientas.

Pero, ¿cómo he de decir?
¿Con el mismo Dios vivir?
¿Quién soy yo para abrazarle
o decir que soy su padre?
¿Quién soy yo?

No me ha llamado el Señor
por tener fama o dinero.
Me ha escogido, aunque soy
solo un simple carpintero. 

martes, 8 de diciembre de 2020

ORACIÓN A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Santísima Virgen, yo creo y confieso que eres Santa e Inmaculada Concepción pura y sin mancha. ¡Oh Purísima Virgen!, por tu pureza virginal y tu gloriosa cualidad de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, una gran pureza de corazón, de cuerpo, de alma, de espíritu y de mente, una santa perseverancia en el bien, el don de oración, una buena vida y una santa muerte. Amén.

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA NIÑA (2)


Hermosa y dulce Niña María, que a temprana edad aceptaste ser la Madre de Nuestro Señor y así has llegado a ser también la soberana Reina de los ángeles y la amantísima Madre de los hombres, a quienes nos cobijas bajo tu manto y nos proteges de todo mal y peligro. Bendita Niña María, flor con dulzura ambrosíaca, belleza inmaculada, inocencia consumada, pureza virginal:
Por las innumerables gracias que durante toda mi vida me has concedido, escucha hoy benevolente las humildes súplicas que a tus pies deposito con toda mi fe, porque mis esperanzas están puestas en Ti, por todas las necesidades que sufro y especialmente en la situación que me atribula actualmente.

(Hacer una súplica)

¡Oh santa Niña María! que habitas en mi corazón, por todas las gracias, méritos y privilegios que únicamente a Ti te han sido concedidos, apiádate de mi y muestra tu compasión, porque es inagotable la fuente de favores y bienes que continuamente dispensas a tus devotos hijos y porque tu poder es ilimitado sobre el Corazón paternal de Dios.
Por la profusión de gracias que te ha dado Dios omnipotente, ¡oh Niña celestial!, desde el primer instante de tu Inmaculada Concepción, atiende mi oración y alabaré para siempre tu bondad. Amén.

ORACIÓN DE SANACIÓN (5)

Señor, no quiero tener el mismo destino que tienen las ramas que se desprenden de un árbol: terminan secas y sin frutos.
Ayúdame a sentir la fuerza de tu amor, a estar abierto a tu Palabra, pues Tú eres un Dios de vivos y no de muertos.
En este mundo todos estamos de paso, así que mi esperanza la centro en tus promesas de vida. No quiero nada que me haga desviar de esta meta. Confío en tu compañía. Amén.

MEDITACIÓN INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA (Padre Damián Ramírez Lozano)