Padre Celestial, me preparo para ir a dormir. Te pido, Señor, que me ayudes a serte fiel aun en mi sueño. Dale el descanso a mi alma agitada y necesitada de Ti. Dale, señor, la vitalidad, el reposo y la energía a mi cuerpo cansado por el trabajo y los años para poder despertar mañana con muchos ánimos y deseos de vivir el nuevo día que Tú me darás. Dale también ese descanso a mi mente y a mi corazón, y fortalece mi espíritu. Háblame, Señor, si es tu voluntad, en mi subconsciente; en mis sueños, dirige mi vida y llénala de Ti.
Alabado sea tu Santo Nombre. Bendito y alabado seas por siempre, Dios de los Ejércitos. Bendito y alabado seas, Señor.
Padre Celestial, te lo pido y doy gracias en el nombre de Jesús, mi Señor y mi Salvador. Amén.
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