viernes, 28 de junio de 2013

SABER SIN ESTUDIAR (Nicolás Fernández de Moratín)

Extrañóse un portugués
de que en su más tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es»,
dijo torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho
un hidalgo en Portugal
llega a viejo y lo habla mal,
y aquí lo parla un muchacho».

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