jueves, 19 de junio de 2014

CHIQUITITA (ABBA)

Chiquitita,  dime por qué
tu dolor hoy te encadena,
que en tus ojos hay una sombra de gran pena.
No quisiera verte así
aunque quieras disimularlo,
si es que tan triste estás
para qué quieres callarlo.
Chiquitita, dímelo tú
en mi hombro aquí llorando,
cuenta conmigo ya
para así seguir hablando.
Tan segura te conocí y
ahora tu ala quebrada,
déjamela llevar, yo la quiero ver curada.
Chiquitita, sabes muy bien
que las penas vienen y van y desaparecen,
otra ves vas a bailar y serás feliz
como flores que florecen.
Chiquitita, no hay que llorar,
las estrellas brillan por ti allá en lo alto,
quiero verte sonreír para compartir
tu alegría, Chiquitita.
Otra vez quiero compartir tu alegría, chiquitita.
Chiquitita, dime por qué
tu dolor hoy te encadena,
en tus ojos hay una sombra de gran pena.
No quisiera verte así
aunque quieras disimularlo,
si es que tan triste estás
para qué quieres callarlo.
Chiquitita, sabes muy bien
que las penas vienen y van y desaparecen,
otra ves vas a bailar y serás feliz
como flores que florecen.
Chiquitita no hay que llorar,
las estrellas brillan por ti allá en lo alto,
quiero verte sonreír para compartir tu alegría, Chiquitita.
Otra vez quiero compartir tu alegría, Chiquitita.
Otra vez quiero compartir tu alegría, Chiquitita.


YO PENSABA (LA CANCIÓN DEL ASTRONAUTA)


Yo pensaba que el hombre 
era grande por su poder, 
grande por su saber, 
grande por su valor; 
yo pensaba que el hombre 
era grande y me equivoqué, 
pues grande sólo es Dios.

Sube hasta el cielo y lo verás, 
que pequeñito el mundo es, 
sube hasta el cielo y lo verás 
como un juguete de cristal 
que con cariño hay que cuidar: 
sube hasta el cielo y lo verás.

Muchas veces el hombre 
buscaba ser como Dios, 
quería ser como Dios, 
soñaba ser como Dios. 
Muchas veces el hombre 
soñaba y se despertó, 
pues grande sólo es Dios.

Caminando por la vida 
hay veces que encontrarás 
cosas que extrañarás, 
hombres que admirarás. 
Caminando por la vida 
hay veces que pensarás 
que el hombre es como Dios.

ORACIÓN DE CHILE EN TIEMPOS DEL MUNDIAL DE FÚTBOL BRASIL 2014

Señor Jesucristo, redentor y salvador,
que con los brazos abiertos abrazas en un solo lugar 
a hombres y mujeres venidos de todo el mundo
para encontrarse como hermanos y hermanas.
Nos ofreces algo más grande que la Copa del Mundo: 
una vida fecunda y feliz.
Te pedimos que en estos días de mundial
nos enseñes a ser tus discípulos, a seguirte toda la vida y a jugar en tu equipo.
A vivir el amor fraterno, saber escuchar, comprender,
perdonar, acoger, ayudar a los otros, sin excluir ni marginar, 
a entrenar y estar en forma para enfrentar la vida con fe y alegría,
a jugar para adelante como protagonistas de la historia
y constructores de un mundo mejor.
Que en esos días cesen las violencias y las discordias
y crezca el dialogo y el respeto.
Que nuestros jugadores e hinchas que viajarán a Brasil,
se vean libres del desánimo y del sin sentido,
de la injusticia y del egoísmo.
Te lo pedimos por Jesucristo, el resucitado, meta de nuestra vida, 
que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

Comisión Nacional de Liturgia, Conferencia Episcopal de Chile

miércoles, 18 de junio de 2014

LA LEYENDA DEL VIEJO DE LA MONTAÑA (Tercer cuento chino de Ho Tse Lin)

Hace mucho tiempo, en una aldea de montaña de China, al llegar la noche y alrededor del fuego del hogar los mayores contaban historias a los más jóvenes. En una de las casas, Chai Cai escuchaba a su tatarabuelo Chai Yin la leyenda del viejo que se fue a la montaña y no volvió:
            - Li Cheng perdió la razón al unirse sus más de cien años con la soledad de las altas montañas. Al enviudar perdió las ganas de vivir y se fue de la aldea, muy lejos de todos. Sólo su amigo Lu Ching subió a su retiro dos veces para dar sepultura a su cuerpo. La primera vez, a los tres meses, Li le contó que vivía feliz con una mujer, pero él no vio a nadie. La segunda vez, a los tres años, no pudo encontrarlo. Lo buscó durante tres días y, abatido, regresó a su casa. Yo tenía entonces siete años y recuerdo que sus hijos le hicieron un funeral al que asistimos los casi trescientos habitantes de la aldea. En el mismo, Lu dijo que buscó a su amigo sin éxito, pero vio una luz muy fuerte sobre unos árboles durante cerca de un minuto. Probablemente era el espíritu de Li despidiéndose.
           - Abuelo Yin, me gustaría subir contigo a la montaña y que me enseñases dónde vivía el viejo Li Cheng.
           Sólo hubo que esperar a la mañana siguiente. Tatarabuelo y tataranieto subieron a lo más alto, donde Lu Ching dijo haber visto la luz. Se sorprendieron al ver a un hombre de unos cincuenta años sentado al borde del precipicio mirando al infinito.
           - Hacía más de cien años que nadie subía hasta aquí -dijo el hombre sin volverse a mirarlos.
           - ¿Quién eres? -preguntó Chai Yin. No te había visto nunca.
           - Soy tu tatarabuelo Li Cheng.
          Yin no entendía nada. Li Cheng, de seguir vivo tendría más de doscientos años. Además, no era su tatarabuelo.
           - No me gusta que se rían de mí. ¿Acaso te has escapado de un manicomio?
          - Pregúntale a Lu Ching. Él sabe lo que pasó aquí hace más de un siglo. No contó todo lo que vio para que no creyeran que había perdido la razón.
          - Lu Ching murió hace sesenta años -replicó Yin.
          - ¿Estás seguro? ¿Viste tal vez su cadáver?
         - Ahora que lo dices, Lu se fue de viaje a Europa y no volvimos a tener noticias suyas. Supusimos que a sus 150 años debió de morir en aquellas lejanas tierras.
        - Él vive en España todavía, en un pueblo llamado Pampaneira. No puede morir hasta que nos vea a mí y a mi esposa Yaisai. Tenéis que conseguir que vuelva a subir aquí por tercera vez.
        El pequeño Chai Cai no podía creer lo que veían sus pequeños y rasgados ojos de un niño de nueve años. ¿Sería cierto que aquel hombre era Li Cheng y lo que estaba contando? Salió de dudas cuando lo vio  levantarse, darle un beso en su cabeza y correr por el aire hasta la montaña de al lado. Allí creyeron ver la figura de una mujer joven que lo abrazaba y cómo se perdían en la espesura del bosque.
        - Vámonos para la aldea, Cai. Y no cuentes nada o será peor.
        - Abuelo, ¿tú no me dices que para estar realizados hay que ser puros y transparentes y que no debemos ocultar nada?
       - Sí, pero si no se daña a nadie; y si no ocultamos lo que hemos visto nos veremos perjudicados. Por cierto, luego hablaré con tus padres. Nos vamos de viaje. 
     - Esto es muy raro. Con los poderes que tiene tu tatarabuelo, ¿por qué no consigue traer él mismo a Lu Ching? Podría ir volando hasta ese sitio donde está. Además, si viene morirá...¡es lo que ha dicho!
       - Tienes razón, pequeño Cai, además creo que España está un poco lejos. Y nosotros no podemos volar.
      - Bueno, en sueños yo sí vuelo. Es fantástico. Cuando me despierto aún noto la brisa fresca en la cara.
      - ¡Me acabas de dar una idea! Intentemos los dos esta noche viajar en sueños y hablar con Lu Ching. Que nos cuente lo que sepa y luego que decida lo que hace.
      Esa misma noche los cuerpos astrales de tatarabuelo y tataranieto llegaron a España, a casa del viejo Lu, que dormía plácidamente en su cama. En el plano astral  hablaron con él.
      - En efecto, Li Cheng es tu tatarabuelo. Su matrimonio no iba bien y tuvo una aventura con tu tatarabuela. Tu tatarabuelo no es tu tatarabuelo, Chai Yin.
      - Tienes más de doscientos años. ¿Cómo has podido vivir hasta ahora?  -preguntó el niño.
      - Cuidando mis tres cuerpos. El físico con una buena alimentación, felicidad, armonía, ejercicio...El astral con largos viajes a lugares que pocos conocen y que recargaban mi energía poderosamente. Y el mental siguiendo los sabios consejos de nuestros antepasados y jugando al ajedrez y a la pocha.
      - ¿Qué pasó en la montaña? -interrogó Chai Yin
      - Es complicado explicarlo. Allí arriba hay una comunicación con otros planos y con otros lugares físicos, digamos otros planetas. Yaisai existe, pero no es de nuestro mundo. Li Cheng viajó a esos lugares muchas veces. En una ocasión se rompió su cordón de plata y ya no volvió a su cuerpo físico. A quien vosotros visteis fue a Li Cheng con su nuevo cuerpo. Ahora me espera con su amor Yaisai para que su mejor amigo se vaya con ellos. Me cuidan y quieren que vaya a esa montaña para el gran viaje.
      -¿Irás? -preguntaron a la vez tatarabuelo y tataranieto.
      - Hay que coger el toro por los cuernos. Y ya va siendo hora.
      Un mes después, Lu Ching llegó a la aldea, donde ya nadie se acordaba de él. Chai Yin y Chai Cai lo acompañaron hasta la montaña. Allí estaban Li Cheng y Yaisai. Los cinco se abrazaron y lloraron de alegría. Los dos que quedaron volvieron a la aldea a tiempo para cenar un rico arroz chino y jugar una partida de ajedrez y de pocha.  

lunes, 16 de junio de 2014

HIMNO AL MAESTRO HONDUREÑO

Del que enseña alabemos el estro,
bendigamos su vida y su ejemplo
veneremos la escuela que es templo
donde oficia abnegado el maestro.


Gloria a ti, ignorado mentor,
que prodigas tu esfuerzo y tu luz
y que llevas a cuestas la cruz
caminando resuelto al Tabor.
Que cultivas la sabia simiente
laborando constante con calma
que iluminas al niño la mente
transformándole el cuerpo y el alma.


No vaciles la marcha en seguir,
no abandones la obra, cruzado:
¡Adelante!, te grita el pasado,
¡Adelante!, grita el porvenir,
Conjurad la viciosa amenaza
del ambiente, ese ingrato y artero,
y lucid victorioso y austero,
de virtud vuestra noble coraza.




EL CHINO Y EL ARROZ

Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su esposa, cuando vio a un hombre chino poniendo un plato con arroz en la tumba vecina. El hombre se dirigió al chino y le preguntó:
- Disculpe, señor, ¿de verdad cree usted que el difunto vendrá a comer el arroz…?
- Sí -respondió el chino-, cuando el suyo venga a oler sus flores…
MORALEJA:
Respetar las opiniones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, por lo tanto actúan diferente y piensan diferente.
No juzgues, solamente comprende, y si no puedes comprenderlo… OLVÍDALO .
Recuerda las 5 simples reglas para ser feliz, según la sabiduría oriental:
1. Libera tu corazón del rencor y del odio
2. Libera tu mente de preocupaciones.
3. Vive sencillamente.
4. Da más.
5. Espera menos.


jueves, 12 de junio de 2014

ORACIÓN PARA COMULGAR ESPIRITUALMENTE

Jesús mío, creo que estás en el Santísimo Sacramento; te amo sobre todas las cosas, y deseo recibirte ahora dentro de mi alma, y ya que no te puedo recibir sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón; y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. ¡Oh, Señor! No permitas que jamás me aparte de Ti. Amén.
                                          O MÁS BREVE

Creo, mi Jesús, que estás en el Santísimo Sacramento; te amo, y deseo recibirte; ven a mi corazón, yo te abrazo; no te ausentes de mí.

martes, 10 de junio de 2014

ORACIÓN DEL MAESTRO

TÚ ME ENSEÑASTE A VOLAR (HIMNO AL MAESTRO)

Tú me enseñaste a volar
con alas de pajarillo
cuando no era más que un niño
sin miedo a la libertad.

No envejecerás jamás,
amigo, hermano, maestro,
siempre como un padrenuestro
en boca de algún chaval.

TE HAN ROBADO EL CORAZÓN
LOS MUCHACHOS EN LA ESCUELA.
ELLOS PASAN, TÚ TE QUEDAS,
ALGO DE TI LLEVARÁN.

TE HAN ROBADO EL CORAZÓN
LOS MUCHACHOS EN LA ESCUELA.
ELLOS PASAN, TÚ TE QUEDAS,
TÚ ME ENSEÑASTE A VOLAR.

Tú decidiste volar
dejando crecer a todos,
cada cual tuvo a su modo
su sueño de libertad.

Nunca he podido olvidar
aquella lección pequeña:
'Cada cual es lo que sueña,
sueña un poco cada cual'.

TE HAN ROBADO...

Vas diciendo que alzarás
el vuelo como un chiquillo
hermano, maestro, amigo,
quédate un poquito más.

Siempre tendrás un lugar
en mi corazón de niño,
compañero de camino,
tú me enseñaste a volar.

TE HAN ROBADO...


HIMNO AL MAESTRO COLOMBIANO

Somos los maestros de nuestra patria querida
que con vocación cumplimos esta gran labor
impartiendo amor y enseñanza todos los días
desde nuestras aulas a una Colombia mejor.

Dios, patria y amor con el saber para emprender
por cada educando para su superación
rompiendo las barreras para poder aprender,
¡no más analfabetas en nuestra gran nación!

Nuestra misión es enseñar y a los niños educar,
preparados para el mañana,
sus valores cimentar, respetar siempre y amar
a nuestra patria colombiana.

Nuestra loable labor es difícil de igualar,
revestida de amor para enseñar y educar,
aunque la ingratitud haga mella al andar,
con frente en alto el deber no es claudicar

Somos la esperanza del padre para sus hijos,
y construir futuro y prepararlo para el mañana;
como profesionales, la meta ya alcanzada,
servir con orgullo a nuestra patria colombiana.

Nuestra misión es enseñar y a los niños educar
preparados para el mañana
sus valores exaltar, respetar siempre y amar
a nuestra patria colombiana.



HIMNO AL MAESTRO BOLIVIANO

Entonemos un himno de gloria
cual se canta una marcha triunfal
en honor al maestro que enseña
el camino de fe y bondad.

Mil coronas de lauros le ciñen
esa frente repleta de ideal,
es el maestro que lleva en su alma
la pureza de luz y verdad.


Tiene el alma tan pura y serena,
cual las aguas de un gran manantial,
estrechemos sus manos tan tiernas,
que están llenas de felicidad.

Nada puede quebrar su conciencia,
nada agota su sed de verdad,
es al maestro a quien canta la gloria
sus canciones de paz y bondad.


lunes, 2 de junio de 2014

LETANÍAS DE LA HUMILDAD DEL CARDENAL MERRY DEL VAL


Jesús manso y humilde de Corazón, -Óyeme.
(Después de cada frase decir: Líbrame Jesús)
Del deseo de ser lisonjeado,
Del deseo de ser alabado,
Del deseo de ser honrado,
Del deseo de ser aplaudido,
Del deseo de ser preferido a otros,
Del deseo de ser consultado,
Del deseo de ser aceptado,
Del temor de ser humillado,
Del temor de ser despreciado,
Del temor de ser reprendido,
Del temor de ser calumniado,
Del temor de ser olvidado,
Del temor de ser puesto en ridículo,
Del temor de ser injuriado,
Del temor de ser juzgado con malicia
(Después de cada frase decir: Jesús dame la gracia de desearlo)
Que otros sean más amados que yo,
Que otros sean más estimados que yo,
Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse,
Que otros sean alabados y de mí no se haga caso,
Que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil,
Que otros sean preferidos a mí en todo,
Que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda,

Oración:
Oh Jesús que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio. Concédenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para que humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de Ti en el cielo. Amén.


domingo, 1 de junio de 2014

HOY HE VUELTO MADRE A RECORDAR


Cuántas veces, siendo niño, te recé,
y en mis versos te decía que te amaba.
Poco a poco con el tiempo, alejándome de Ti
por caminos que se alejan, te perdí.

HOY HE VUELTO MADRE A RECORDAR 
CUÁNTAS COSAS DIJE ANTE TU ALTAR
Y AL REZARTE PUEDO COMPRENDER
QUE UN MADRE NO SE CANSA DE ESPERAR.

Al regreso yo sentía su valor, 
sonriendo desde lejos me esperabas.
En la mesa la comida aún caliente y el mantel,
y tu abrazo es mi alegría de volver.

Aunque el hijo se alejara del hogar,
una madre siempre espera su regreso.
Que el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor,
es su Madre y el milagro de su amor.




AVEMARÍA

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA (MISA)

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso, Señor Hijo único Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestras súplicas: Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. Porque solo Tú eres santo, solo Tú, Señor, solo Tú Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.

LA ILUSIÓN DEL AMOR (Segundo cuento chino de Ho Tse Lin)

           Li Cheng vivió hace mucho tiempo en una aldea de montaña de China. A la edad de 103 años enviudó y como ya no tenía ilusión alguna para la vida terrenal decidió subir a lo más alto de la montaña y esperar allí su marcha al más allá.

             Aún no llevaba un mes cuando vio aparecer ante sus ojos una joven y bella mujer cual tentación de San Antonio. Sorprendido le preguntó:
            -¿Eres real o una ilusión?¿Un espíritu bienhechor o el maligno peor?¿Vienes a zaherirme o a darme tu amor?
            La muchacha no contestó. Lo miró con dulzura, lo abrazó tiernamente y Li sintió una felicidad indescriptible. De hecho, creyó que había muerto.
            Lu Ching subió a la cumbre a los tres meses de irse Li para dar sepultura al cuerpo de su amigo. Su sorpresa fue grande al verlo sentado en el borde de un precipicio mirando al infinito.
           - ¡Li, amigo, sigues vivo! - gritó alborozado.
          El susto fue tal que Li Cheng estuvo a punto de caer al abismo.
          - ¿Cómo has podido sobrevivir tanto tiempo a tus años y sin alimentos? - preguntó Lu. Incluso te veo con mejor aspecto que cuando te fuiste.
         - Ha sido gracias a Yaisai, que me ha cuidado, me ha alimentado, me ha dado su amor... Es una bendición de los dioses. Aquí soy completamente feliz.
         Lu sólo veía a su amigo. Se compadeció y lo invitó a regresar a la aldea.
         -¿Has perdido la cabeza, Lu? No pienso irme contigo. Pero si quieres puedes quedarte con nosotros. A Yaisai no le importará.
        Lu agradeció el ofrecimiento, abrazó a su amigo y se dio media vuelta.
         - ¡Vuelve cuando quieras! - gritó Li. Me alegrará verte, y tal vez puedas conocer a Yaisai.
        A los pocos minutos y entre la espesura del bosque Lu creyó ver la figura de una mujer joven recogiendo algo del suelo. Pero había mucha niebla y empezaba a llover. Tenía que regresar a la aldea antes de que anocheciera.
aaldea antes de que anocheciera.