bendigamos su vida y su ejemplo
veneremos la escuela que es templo
donde oficia abnegado el maestro.
Gloria a ti, ignorado mentor,
que prodigas tu esfuerzo y tu luz
y que llevas a cuestas la cruz
caminando resuelto al Tabor.
Que cultivas la sabia simiente
laborando constante con calma
que iluminas al niño la mente
transformándole el cuerpo y el alma.
No vaciles la marcha en seguir,
no abandones la obra, cruzado:
¡Adelante!, te grita el pasado,
¡Adelante!, grita el porvenir,
Conjurad la viciosa amenaza
del ambiente, ese ingrato y artero,
y lucid victorioso y austero,
de virtud vuestra noble coraza.
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