jueves, 15 de enero de 2015

LA VERDADERA RIQUEZA 2 (Cuento popular)

Un hombre rico veraneaba en un pueblo de pescadores. Cada mañana, solía pasear por la playa, y siempre veía a un pescador dormitando en su barca. Un día se le acercó y, tras los saludos de rigor, le dijo:
- Y usted... ¿no sale a pescar?
- Bueno... sí... -repuso el pescador-: salí esta mañana temprano, y no se dio mal.
- Y... ¿no va a salir otra vez?
- ¿Para qué? Ya pesqué lo suficiente para hoy.
- Pero si usted pescara más, conseguiría más dinero, ¿no?
- ¿Y para qué quiero más dinero, señor?
- Bueno, con más dinero podría usted tener un barco más grande.
- ¿Un barco más grande?
- Pues claro... Con un barco mayor conseguiría más pesca, y más pesca significa más dinero.
- ¿Y para qué quiero yo más dinero?
- Pero... ¿no lo entiende? Con más dinero podría comprar varios barcos, y entonces pescaría mucho más, y se podría hacer rico.
- ¿Yo? ¿Ser rico?
- Sí, claro... ¿acaso no desea ser rico? Podría usted comprarse una casa bonita, tener un coche, viajar, tener toda clase de comodidades...
- ¿Y para qué quiero yo esas comodidades?
- ¡Dios mío!... ¿Cómo es posible que no lo entienda?... Si usted tuviera comodidades y riquezas, entonces podría retirarse a disfrutar y hacer lo que le apetezca.
- Pero, caballero... ¿no ve usted que eso es justo lo que estoy haciendo ahora?

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