jueves, 21 de enero de 2016

ORACIÓN A SAN JOSÉ (11)

Lo primero que ante todo, en el estudio de tu vida, se descubre ¡oh José glorioso! es un desprecio total de todas las humanas grandezas. Ni las riquezas, ni los honores ni aun aquellas distinciones a las que con legítimo derecho podías optar, fueron parte en lo más mínimo para sacarte de tu interior felicidad, y aparente bajeza. Es que a través de la humana y fingida pompa, cual por transparente velo, divisabas allá lejos, a la otra parte, llantos y miserias; es que te habías convencido bien de aquellas palabras del Espíritu Santo que dice que excepción hecha de amar y servir a Dios, todo lo de este mundo es vanidad de vanidades; humo, por lo tanto, que a lo mejor se disipa dejándonos sumidos en el más cruel desengaño. ¡Oh con cuánto tino y acierto elegiste tú, con preferencia a tan deleznables bagatelas, el retiro y soledad del alma para que sin estorbo pudiera remontarse a Dios!

JACULATORIA. Haz que logre seguir tus huellas con el interior recogimiento de mi corazón aun en medio del mundanal ruido. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario