jueves, 31 de enero de 2019

QUERIDO PADRE CELESTIAL (1)

Querido Padre celestial, te doy gracias por tu amor. Te pido que tu Hijo Jesucristo venga a mi vida. Sé que yo he pecado y he cometido cosas que no te agradan. Te pido que ahora perdones mis pecados y limpies mi vida. Ayúdame a seguirte a Ti y tus enseñanzas. Protégeme del diablo y la maldad. Enséñame a colocarte a Ti primero en todos mis pensamientos y acciones. Ayúdame a amar a los demás como Tú me amas a mí. Y, Padre, muéstrame punto por punto el plan que tienes para mi vida. Te doy mi cuerpo y mi vida. Te alabo y te doy gloria, mi Creador y Señor. Y continuaré dándote gracias por el sacrificio de tu Hijo en la cruz para que yo pueda tener vida eterna contigo. Ayúdame a ganar a otros para Cristo. Espero la segunda venida de Cristo para que me lleve al Cielo. Ven pronto, Señor Jesús. Amén.

miércoles, 23 de enero de 2019

ORACIÓN DE LIBERACIÓN DE NUESTRA CASA

Para hacerla dentro de la casa, con la familia reunida. Después de hacerla se reza un Padrenuestro y se rocía con agua bendita todas las habitaciones.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Padre de infinita bondad, te consagro mi casa, este lugar en que vivo con mi familia.
Muchas casas se vuelven lugares de pleitos, de disputas por herencias, de deudas económicas, lamentos y sufrimientos. Algunas son escenario de adulterio, otras se transforman en lugar de odio, venganza, prostitución, pornografía, libertinaje, robo, tráfico de drogas, falta de respeto, enfermedades físicas y psicológicas, agresividad, muertes, abortos...
A veces, mientras se construye la casa, alguien, por los más variados motivos, maldice a los dueños o los materiales de construcción usados. Eso no es bueno para el lugar en que vivimos. Por eso yo te pido, Señor, que quites todo eso de nuestro hogar.
Si el terreno en el que está la casa fue motivo de disputas judiciales y herencias mal resueltas que pudieron haber generado muertes, accidentes, violencia y agresividad, te pido, Señor, que nos bendigas y alejes de nosotros todo ese mal.
Yo sé que el enemigo se aprovecha de esas situaciones para instalar su cuartel general, pero también sé que Tú tienes el poder de de expulsar de aquí todo mal. Por eso, te pido que el demonio vaya directo a tus pies y nunca más regrese a esta casa.
Hoy tomé la decisión de consagrar esta casa a Ti. Pido que, así como fuiste a la casa de los novios de Caná de Galilea y ahí hiciste tu primer milagro, vengas hoy a mi casa y expulses todo el mal que pueda estar enraizado y las posibles maldiciones que se encuentran impregnadas en ella.
Por favor, Cristo Señor, expulsa ahora, con tu poder, todo mal, toda falsa enfermedad, el espíritu de separación, el adulterio, los problemas económicos, los espíritus malignos de agresividad, de desobediencia, de bloqueos afectivos y familiares, toda y cualquier consagración, hechizo o evocación a los muertos, uso de cristales, energización, todo tipo de figuras y ruidos (cita otras incomodidades que no están aquí y que te molestan).
Que esos males sean expulsados ahora de este lugar en nombre de Jesús y no vuelvan nunca más, pues esta casa ahora pertenece a Dios y a Él está consagrada.
Señor, expulsa de aquí toda la agresividad entre hermanos, toda pelea, la falta de respeto y la violencia entre padres e hijos, entre la pareja que vive aquí, entre los habitantes de esta casa y los vecinos.
Que los ángeles de Dios vengan a vivir con nosotros. Que cada cuarto, sala, baño, cocina, corredor y área externa sean ahora habitados por ellos. Que nuestra casa sea una fortaleza habitada y protegida por los ángeles del Señor, para que toda nuestra familia permanezca en oración, en la fidelidad del amor a Dios, y que en ella habiten la paz y la plena concordia.
Muchas gracias, Señor, por atender mis plegarias. Que cada día podamos servirte y que tengamos siempre la gracia de tu bendición. Que sepas, Señor, que esta casa te pertenece. Quédate con nosotros, Señor. Amén.

QUERIDO PADRE CELESTIAL

Querido Padre celestial, concédenos la paz interior que necesitamos para llegar a tu presencia y escucharte, olvidando todas las cosas que tratan de imponerse en nosotros. Podemos experimentar tu vivo y verdadero apoyo. Conserva nuestro corazón contento y agradecido por todo, incluso en el dolor, la angustia y el sufrimiento. En este agradecimiento podemos permanecer contigo, y Jesucristo  puede ayudarnos, Jesús, a quien Tú nos has dado como nuestro apoyo y auxilio en todo lo que más nos afecta profundamente. Nos encomendamos a Ti. Guárdanos en tu Espíritu. Amén.

lunes, 21 de enero de 2019

ORACIÓN SANTA INÉS

Dios todopoderoso y eterno, que eliges a los débiles para confundir a los fuertes de este mundo, concédenos a cuantos celebramos el triunfo de tu mártir santa Inés imitar la firmeza de su fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.


martes, 15 de enero de 2019

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO PIDIENDO QUE NOS SANE TRISTEZAS Y DEPRESIONES

Señor, siento el desierto en mi corazón, las cargas son muchas y ya no tengo fuerzas. 
Señor, infunde tu Santo Espíritu, sopla sobre mí y llévate esta depresión que me consume por dentro. Aleja de mí todo espíritu de tristeza, de angustia, de agobio, de cansancio, de soledad, de falta de constancia.
Señor, dame una señal de que me escuchas. Tú sabes que te amo, pero hay veces que me cuesta reconocerlo; tengo como un aguijón clavado en mi corazón que me hace débil, pero sé, Señor, que Tú me sanarás, que alejarás todo tipo de espíritu que quiera enfermarme y alejarme de Ti.
Dame la fortaleza de tu Santo Espíritu, ilumíname con tu Palabra, hazme salir de esta prisión que me ahoga, que me asfixia.
Señor, bendíceme. Sáname, Tú que has sanado a los leprosos, a los paralíticos y a los ciegos. Por eso te digo ¡Jesús, hijo de David, ten piedad de mí!
Levántame de esta oscuridad, dame tu Luz y tu Misericordia. Perdona mis pecados y los de mis ancestros, libérame de toda depresión y sana todas las etapas de mi vida.
Enséñame a perdonar y a perdonarme. Llena mis espacios vacíos de amor con tu amor y tu misericordia. Llévate este aliento de muerte y hazme resucitar como a Lázaro. Quítame las vendas de la tristeza, no las quiero. Dame el don de la alegría y el don de la fe.
Lléname con tu Espíritu y nada más, Señor, lléname con tu Espíritu y nada más. Amén.

OH DULCE NIÑO, HIJO DE MARÍA

Tierno protegido y custodiado por San José, escucha mi súplica y concédeme, por los méritos de tu infancia, esta necesidad especial que tengo:


Menciona tu necesidad


Dulce y amado Niño Jesús, hágase en mí según la voluntad del Padre. Que la gloria sea por siempre para Ti y bendito sea tu santo Nombre para siempre. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DIME, SEÑORA (Juan Álvarez Gato)

Dime, Señora, di,
cuando parta de esta tierra,
si te acordarás de mí.
En el siglo duradero
del juicio postrimero,
do por mi remedio espero
los dulces ruegos de Ti,
si te acordarás de mí.
Cuando yo esté en la afrenta 
de la muy estrecha cuenta
de cuantos bienes y renta
de tu Hijo recibí,
si te acordarás de mí.

martes, 8 de enero de 2019

MADRE QUERIDA

Madre querida, acógeme en tu regazo, cúbreme con tu manto protector y con ese dulce cariño que nos tienes a tus hijos. Aleja de mí las trampas del enemigo e intercede intensamente para impedir que sus astucias me hagan caer. A Ti me confío y en tu intercesión espero. Amén.

¡SEÑOR MÍO, DIOS MÍO!

Hoy en este día no te vengo a pedir por mí, hoy vengo a pedirte por todos los enfermos de cáncer, por las personas desahuciadas, por los huérfanos y por los niños de la calle, por los que viven en la soledad, por los países en guerra, por las personas necesitadas y por la persona que lee esta oración derrama bendiciones en el nombre de Jesucristo. Amén.

ORACIÓN CONTRA EL ABORTO (1)

Señor Jesús, que seamos capaces de reaccionar delante del escándalo de la muerte de tantos inocentes en los vientres de sus propias madres.
Concédenos la gracia de ser capaces de defender la vida mediante la oración por las madres que han perdido el sentido de la maternidad, por las naciones que aprueban este terrible crimen, para que puedan descubrir con tu ayuda el gran valor y dignidad de la persona humana desde su concepción.
Hoy, en nuestra sociedad marcada por la cultura de la muerte, ocurre lo mismo que el tiempo de Herodes.
Que podamos nosotros ser un signo y un testimonio en favor de la vida que está por nacer. Amén.