Oh poderosa y gloriosa santa Rita, he aquí a tus pies un alma desamparada que necesita ayuda; a ti recurro con la dulce esperanza de ser atendido por ti que tienes el título de santa de los casos imposibles y desesperados.
Te ruego que te intereses por mi causa y que intercedas junto a Dios para que me conceda la gracia que tanto necesito (hacer la petición).
No dejes que me aleje de tus pies sin ser atendido.
Si hay en mí algún obstáculo que me impida alcanzar la gracia que ruego, auxíliame para que lo aleje.
Por tus preciosos méritos, lleva mi solicitud a tu celeste esposo, Jesús, en unión con tu oración.
Oh, santa Rita, pongo en ti toda mi confianza. Por tu intercesión espero tranquilamente la gracia que pido.
Santa Rita, abogada de los casos imposibles, ruega por nosotros.
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