lunes, 10 de febrero de 2020

PANTALONES MOJADOS

Un niño de diez años está en su pupitre y, de repente, hay un charco a sus pies y la parte delantera de sus pantalones está mojada. Piensa que su corazón se va a detener porque no puede imaginarse como pudo haber sucedido.
Nunca antes le había pasado. Y sabe que cuando los niños se den cuenta no habrá final. Y cuando las niñas se den cuenta no volverán a hablarle mientras viva.
El niño piensa que su corazón se va a detener, agacha la cabeza y dice esta oración:
¡Querido Dios, esto es una emergencia! ¡Necesito ayuda ahora! Dentro de un minuto estoy muerto.
Al levantar la cabeza después de su oración, ve venir a la maestra con una mirada que dice que ha sido descubierto.
Mientras la profesora camina hacia él, una compañera llamada Loli va llevando un pez dorado en un acuario lleno de agua. Loli tropieza frente a la profesora e inexplicablemente derrama toda el agua en el regazo del muchacho.
El niño aparenta estar enojado, pero al mismo tiempo está diciendo dentro de sí: Gracias, Señor, gracias.
Ahora, en lugar de ser ridiculizado, el niño es objeto de simpatía.
La profesora lo lleva rápidamente abajo y le hace ponerse unos pantalones de gimnasia mientras se secan los suyos. Mientras, todos los otros niños están limpiando alrededor de su pupitre.
Así es la vida, el ridículo que le habría tocado hacer, fue pasado a otra persona, Loli.
Al final de la jornada, mientras están esperando el autobús, el niño le dice al oído a Loli:
- Lo hiciste a propósito, ¿verdad?
Y ella le responde susurrando:
- Yo también me oriné en los pantalones una vez.

Que Dios nos ayude a ver las oportunidades de hacer el bien, que siempre están a nuestro alrededor.
Si estás pasando por un momento difícil ahora mismo, conserva la fe.

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