El Detente, el Escudo del Sagrado Corazón de Jesús es un emblema con la imagen del Sagrado Corazón y la divisa: ¡Detente! El Corazón de Jesús está conmigo. Venga a nosotros tu Reino.
El uso del Detente es un medio de expresar nuestro amor al Sagrado Corazón de Jesús, señal de nuestra confianza en su protección contra las celadas del demonio y los peligros de todo orden.
Además, nos ayuda a recordar continuamente las promesas del Sagrado Corazón de Jesús; es un símbolo de nuestra total confianza en la protección divina, una señal de nuestra permanente súplica y fidelidad a Nuestro Señor y una petición de que Él haga nuestros corazones semejantes al suyo.
El Detente, lejos de ser un talismán mágico, es un signo de nuestra confianza en el poder del Señor Jesús. Miramos su Divino Rostro y nos sentimos apoyados por tan dulce mirada. Abrimos nuestro corazón delante de esos brazos que siempre están abiertos para recibirnos y perdonarnos.
El Detente se puede usar en la ropa o en el auto, no hace falta ninguna imposición especial, como en el caso de los escapularios. La confianza en el Sagrado Corazón de Jesús es suficiente para experimentar los efectos de su Divino Amor y protección.
El Detente significa: ¡Detente! Satanás, tentación, pasión, peligro, enemistad, tristeza, penas, infierno, que el Corazón de Jesús, mi Dios, mi Redentor, mi amor, mi esperanza, mi todo, está conmigo.
Por lo tanto, llevar el Detente del Sagrado Corazón y llevarlo con amor y fe es lo mismo que si lleváramos un escudo contra toda clase de peligros. Procuremos que los enfermos, niños, jóvenes, ancianos y todo el mundo lleven encima un Detente, en la cartera o debajo de la almohada (en el caso de enfermos).
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