domingo, 22 de junio de 2025

EL ZORRO SIN COLA


 

SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO



Buenos días. Feliz día del Corpus Christi. Día que los cristianos celebramos con alegría y esperanza, porque el Señor Jesús entregó su cuerpo y su sangre en la cruz, pero quiso realizarlo de una forma especial en la eucaristía, actualizando ese sacrificio tan grande para que su amor, su vida, su presencia se quedasen con nosotros como un alimento que nos une a Él y nos ayuda a ser santos. Por eso tenemos hoy el testimonio de la carta de san Pablo. que antes que los evangelios ya cuenta cómo se celebra la eucaristía. “Este es el Misterio de la fe”, dice el sacerdote, y todos respondemos: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús”. Hemos leído el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Jesús hace el milagro y da a los apóstoles los panes para que los repartan entre todos; así hemos sido invitados todos los cristianos a recibir su cuerpo, pan de vida, para que también nosotros podamos llevarlo al mundo; ya se encarga Cristo por la acción del Espíritu Santo de multiplicarlo para que no le falte a nadie. No tengamos miedo como los apóstoles al principio, que querían despedir a la gente, sino que compartamos los dones qie Dios nos da y a nadie le faltará el alimento de salvación. Seamos buenos y confiemos en Dios, que es sacerdote eterno que presenta su cuerpo y sangre como el alimento de la vida eterna.


 

Primera lectura

Lectura del libro del Génesis 14, 18-20

En aquellos días, Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino, y le bendijo diciendo:

«Bendito sea Abrán por el Dios altísimo,
creador de cielo y tierra;
bendito sea el Dios altísimo,
que te ha entregado tus enemigos».

Y Abrán le dio el diezmo de todo.


Salmo 109, 1. 2. 3. 4 R/. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.

Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies». R/.

Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos. R/.

«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, desde el seno,
antes de la aurora». R/.

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec». R/.


Segunda lectura

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 11, 23-26

Hermanos:

Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido:
Que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo:
«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía».

Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:
«Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía».

Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.



Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 11b-17

En aquel tiempo, Jesús hablaba a la gente del reino y sanaba a los que tenían necesidad de curación.

El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:
«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado».

Él les contestó:
«Dadles vosotros de comer».

Ellos replicaron:
«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para toda esta gente».

Porque eran unos cinco mil hombres.

Entonces dijo a sus discípulos:
«Haced que se sienten en grupos de unos cincuenta cada uno».

Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos.

Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos.



















HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (212)


¡Oh! ¡Qué niña tan bella!...
En mi tiempo su madre era como ella. 





CANTAR DEL PUEBLO 141 (AUGUSTO FERRÁN)


Me mata poquito a poco
el querer que yo te tengo:
no te asustes, compañera,
pues por lo mismo te quiero.


 

sábado, 21 de junio de 2025

DÉJAME SOÑAR (J. J. Benítez)


Esta noche, mi amor,
déjame soñar.

Déjame poner alas a mi
destino.

Déjame llegar a ti.

Déjame besarte desde la ausencia.

Esta noche, mi amor,
déjame cambiar el deseo
por el imposible de tu abrazo.

Hoy me consumo en la brasa
de los sueños.

Mañana,
a la luz de tus ojos de niña,
yo seré realidad.

Y esa noche no habrá sueños,
ni distancia,
ni ausencia.

Esa noche, mi amor,
mis manos envolverán tu nombre
para siempre. 



SÁBADO XI TIEMPO ORDINARIO C


Buenos días. Feliz sábado. Hoy una pregunta importante nos hace el Señor: ¿A quien servimos, a Dios o al dinero? Y nos invita a poner nuestra fuerza en los bienes del cielo, porque lo material pasa, incluso san Pablo nos lo intenta explicar, la fuerza de Dios se realiza en nuestra debilidad, no podemos añadir ni un solo día a nuestra vida, por más que nos empeñemos, ni por que seamos más ricos, tendremos mejor vida. La auténtica felicidad está en Dios, que nos regala todo lo que somos y tenemos, porque nos quiere como verdaderos hijos suyos. Pero nosotros, con nuestros egoísmos, deseamos más y eso nos lleva a la frustración. No podemos servir y amar a Dios y a la vez al dinero, porque en algún momento sufriremos y entonces ¿hacia quien miraremos? Seamos buenos y confiemos en Dios, porque nada les falta a los que le aman.



1ª Lectura (2Cor 12, 1-10): Hermanos: Toca presumir. Ya sé que no está bien, pero paso a las visiones y revelaciones del Señor. Yo sé de un cristiano que hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo, con el cuerpo o sin cuerpo, ¿qué sé yo? Dios lo sabe. Lo cierto es que ese hombre fue arrebatado al paraíso y oyó palabras arcanas, que un hombre no es capaz de repetir. De uno como ese podría presumir; lo que es yo, sólo presumiré de mis debilidades. Y eso que, si quisiera presumir, no diría disparates, diría la pura verdad; pero lo dejo, para que se hagan una idea de mí sólo por lo que ven y oyen. Por la grandeza de estas revelaciones, para que no tenga soberbia, me han metido una espina en la carne: un ángel de Satanás que me apalea, para que no sea soberbio. Tres veces he pedido al Señor verme libre de él; y me ha respondido: «Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad». Por eso, muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso, vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte.


Salmo responsorial: 33

R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a Él.

Todos sus santos, temed al Señor, porque nada les falta a los que le temen; los ricos empobrecen y pasan hambre, los que buscan al Señor no carecen de nada.

Venid, hijos, escuchadme: os instruiré en el temor del Señor; ¿hay alguien que ame la vida y desee días de prosperidad?


Versículo antes del Evangelio (2Cor 8, 9): Aleluya. Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. Aleluya.



Texto del Evangelio (Mt 6, 24-34): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?
Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal».











ORACIÓN SAN LUIS GONZAGA


Dios Todopoderoso, que infundiste en san Luis Gonzaga un espíritu de servicio y entrega al prójimo por Ti, te pido por su intercesión que me concedas fortaleza para no desfallecer, y paciencia para no desesperar en este momento de desconsuelo; ayúdame, te lo suplico, a aliviar mis sufrimientos,  ayúdame a obtener lo que tanto necesito (hacer la petición con mucha fe y esperanza).
También te pido que pueda imitar el espíritu de sacrificio de san Luis Gonzaga, así como el deseo de vivir con pureza interior cada día de mi existencia.
Te lo pido a Ti, que siendo Dios, vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. 

HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (211)


Acompañado del tintín de oro
toda mujer dormida oye un ¡te adoro!


 

CANTAR DEL PUEBLO 140 (AUGUSTO FERRÁN)


Caminando hacia la muerte
me encontré con tu querer,
y por morir más a gusto
seguí el camino con él.


 

viernes, 20 de junio de 2025

ORACIÓN CONTRA LA PICADURA DE INSECTOS

 


ORACIÓN A SANTA FLORENTINA DE CARTAGENA


Oh, santa Florentina, virgen ilustre, modelo de virtud y caridad, ruega por nosotros ante Dios para que imitemos tus ejemplos de fe y entrega. Intercede por todos los que buscan tu protección. Que tu ejemplo nos inspire a vivir una vida de servicio y amor al prójimo. Amén. 

VIERNES XI TIEMPO ORDINARIO C


Buenos días. Feliz viernes que nos recuerda la muerte del Señor. Por eso las lecturas nos ayudan a interiorizar sobre el sufrimiento. Y nos hacen una pregunta muy importante: ¿dónde está tu tesoro?, porque allí es donde tendremos nuestro corazón y hacia donde caminaremos. San Pablo tiene claro que su única riqueza es Dios, porque ha descubierto con dolor las penurias del mundo y la “mala leche” que el hombre puede tener, por eso ha descubierto que en su debilidad es donde Dios ha actuado. Jesús en el evangelio también nos enseña a dirigirnos hacia los bienes que no se acaban y a poner en ellos nuestros corazones, pero nos advierte de la oscuridad que sentiremos si lo único que vemos y por lo que vivimos, es por la gloria pasajera. Seamos buenos y confiemos en Dios, porque el afligido invoca al Señor y Él lo escucha.



1ª Lectura (2Cor 11, 18.21b-30): Hermanos: son tantos los que presumen de títulos humanos, que también yo voy a presumir. Pues, si otros se dan importancia, hablo disparatando, voy a dármela yo también. ¿Que son hebreos?, también yo; ¿que son linaje de Israel?, también yo; ¿que son descendientes de Abrahán?, también yo; ¿que si ven a Cristo?, voy a decir un disparate: mucho más yo. Les gano en fatigas, les gano en cárceles, no digamos en palizas y en peligros de muerte, muchísimos; los judíos me han azotado cinco veces, con los cuarenta golpes menos uno; tres veces he sido apaleado, una vez me han apedreado, he tenido tres naufragios y pasé una noche y un día en el agua. Cuántos viajes a pie, con peligros de ríos, con peligros de bandoleros, peligros entre mi gente, peligros entre gentiles, peligros en la ciudad, peligros en despoblado, peligros en el mar, peligros con los falsos hermanos. Muerto de cansancio, sin dormir muchas noches, con hambre y sed, a menudo en ayunas, con frío y sin ropa. Y, aparte todo lo demás, la carga de cada día, la preocupación por todas las Iglesias. ¿Quién enferma sin que yo enferme?; ¿quién cae sin que a mí me dé fiebre? Si hay que presumir, presumiré de lo que muestra mi debilidad.


Salmo responsorial: 33

R/. El Señor libra a los justos de sus angustias.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor y me respondió, me libró de todas mis ansias.

Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha y lo salva de sus angustias.


Versículo antes del Evangelio (Mt 5, 3): Aleluya. Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Aleluya.



Texto del Evangelio (Mt 6, 19-23): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso; pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!».













HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (210)


Me inspiras compasión, pues dicen que eres
¡oh infeliz! muy feliz con las mujeres.




 

CANTAR DEL PUEBLO 139 (AUGUSTO FERRÁN)


Eres de lo ajeno avara,
y pródiga de lo tuyo,
cosas que no se comprenden
porque son cosas del mundo.


 

jueves, 19 de junio de 2025

ASÍ, QUIZÁ (J. J. Benítez)

Como nacida de la piedra,
quizá de la esmeralda
del Gran Pensante,
o quizá de las manos de
cristal del vacío,
como nacida de la sonrisa
de un sol naciente.
Así, quizá, puede llegar
una mujer al corazón
de un hombre. 



JUEVES XI TIEMPO ORDINARIO C


Buenos días. Es jueves y antiguamente se celebraba el día del Corpus. Hoy nosotros rezamos por las vocaciones sacerdotales. Las lecturas nos ayudan a acercarnos a Dios para descubrir un Padre que quiere darnos lo mejor y con quien queremos tener un diálogo de amor. Es la misma experiencia que Pablo transmite a los corintios, tiene miedo de que el evangelio que ha transmitido acabe siendo desechado y que el esfuerzo que ha hecho por ayudar a nacer en ellos el germen de Dios acabe en “saco roto”. Pero, a pesar de todo, no se arrepiente porque un padre reza y da todo lo que tiene por sus hijos, aunque estos sean desagradecidos. Ojalá que sintamos en nuestro espíritu que Dios es ese Padre que da todo por nosotros y sintamos que su amor nos lleva al auténtico Amor y perdón. Seamos buenos y confiemos en Dios, porque todos sus mandatos son verdad y se cumplen con justicia.



1ª Lectura (2Cor 11, 1-11): Hermanos: Ojalá me toleraseis unos cuantos desvaríos; bueno, ya sé que me los toleráis. Tengo celos de vosotros, los celos de Dios; quise desposaros con un solo marido, presentándoos a Cristo como una virgen intacta. Pero me temo que, igual que la serpiente sedujo a Eva con su astucia, se pervierta vuestro modo de pensar y abandone la entrega y fidelidad a Cristo. Se presenta cualquiera predicando un Jesús diferente del que yo predico, os propone un espíritu diferente del que recibisteis, y un Evangelio diferente del que aceptasteis, y lo toleráis tan tranquilos.

¿En qué soy yo menos que esos superapóstoles? En el hablar soy inculto, de acuerdo; pero en el saber no, como os lo he demostrado siempre y en todo. ¿Hice mal en abajarme para elevaros a vosotros? Lo digo porque os anuncié de balde el Evangelio de Dios. Para estar a vuestro servicio, tuve que saquear a otras Iglesias, aceptando un subsidio; mientras estuve con vosotros, aunque pasara necesidad, no me aproveché de nadie; los hermanos que llegaron de Macedonia proveyeron a mis necesidades. Mi norma fue y seguirá siendo no seros gravoso en nada. Lo digo con la verdad de Cristo que poseo; nadie en toda Acaya me quitará esta honra. ¿Por qué?, ¿porque no os quiero? Bien lo sabe Dios.


Salmo responsorial: 110

R/. Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor.

Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos, en la asamblea. Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman.

Esplendor y belleza son su obra, su generosidad dura por siempre; ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso y clemente.

Justicia y verdad son las obras de sus manos, todos sus preceptos merecen confianza: son estables para siempre jamás, se han de cumplir con verdad y rectitud.


Versículo antes del Evangelio (Rom 8, 15): Aleluya. Hemos recibido un espíritu de hijos, que nos hace exclamar: ¡Padre! Aleluya.



Texto del Evangelio (Mt 6, 7-15): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.
Vosotros, pues, orad así: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal’. Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».









Al Padre eterno. ¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (209)


¡Quién pudiera, con tierna confianza,
deslizar en tu oído
ciertos cuentos, Inés, que yo he aprendido
de mi eterna nodriza la esperanza!


 

CANTAR DEL PUEBLO 138 (AUGUSTO FERRÁN)


Guárdate del agua mansa,
y guárdate de los hombres
que, sin conocerte a ti,
a todo el mundo conocen.