martes, 15 de julio de 2025

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN (1)


 

ORACIÓN DE SAN BUENAVENTURA (1)




 

MARTES XV T.O. C


Buenos días. Que tengamos un feliz martes. Hoy vemos en el Evangelio una reacción de Jesús muy natural, es el dolor porque no entiende cómo las ciudades de Tiro, Sidón y Cafarnaún no descubren la salvación de Dios. Por eso les advierte de que si no se convierten no se salvarán. En castellano tenemos la expresión: “En el pecado llevas la penitencia”, que nos hace comprender que nuestro mal llega por nuestra propia voluntad, que la penitencia o pena es consecuencia de nuestras decisiones. El Señor hoy nos llama a convertirnos, nos invita a descubrir los milagros que hace en nuestra vida y que no los despreciemos, sino que demos gracias por todo lo que nos regala. Seamos buenos, confiemos en Dios y revivirá el corazón.



1ª Lectura (Éx 2, 1-15a): En aquellos días, un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu; ella concibió y dio a luz un niño. Viendo qué hermoso era, lo tuvo escondido tres meses. No pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó una cesta de mimbre, la embadurnó de barro y pez, colocó en ella a la criatura, y la depositó entre los juncos, junto a la orilla del Nilo. Una hermana del niño observaba a distancia para ver en qué paraba.

La hija del Faraón bajó a bañarse en el Nilo, mientras sus criadas la seguían por la orilla. Al descubrir la cesta entre los juncos, mandó a la criada a recogerla. La abrió, miró dentro, y encontró un niño llorando. Conmovida, comentó: «Es un niño de los hebreos». Entonces, la hermana del niño dijo a la hija del Faraón: «¿Quieres que vaya a buscarle una nodriza hebrea que críe al niño?». Respondió la hija del Faraón: «Anda». La muchacha fue y llamó a la madre del niño. La hija del Faraón le dijo: «Llévate al niño y críamelo, y yo te pagaré».La mujer tomó al niño y lo crió. Cuando creció el muchacho, se lo llevó a la hija del Faraón, que lo adoptó como hijo y lo llamó Moisés, diciendo: «Lo he sacado del agua».

Pasaron los años, Moisés creció, fue adonde estaban sus hermanos, y los encontró transportando cargas. Y vio cómo un egipcio maltrataba a un hebreo, uno de sus hermanos. Miró a un lado y a otro, y, viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena. Al día siguiente, salió y encontró a dos hebreos riñendo, y dijo al culpable: «¿Por qué golpeas a tu compañero?». Él le contestó: «¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio?». Moisés se asustó pensando: «La cosa se ha sabido». Cuando el Faraón se enteró del hecho, buscó a Moisés para darle muerte; pero Moisés huyó del Faraón y se refugió en el país de Madián.


Salmo responsorial: 68

R/. Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.

Me estoy hundiendo en un cieno profundo y no puedo hacer pie; he entrado en la hondura del agua, me arrastra la corriente.

Pero mi oración se dirige a Ti, Dios mío, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude.

Yo soy un pobre malherido; Dios mío, tu salvación me levante. Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias.

Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos.


Versículo antes del Evangelio (Sal 94, 8): Aleluya. Hagámosle caso al Señor, que nos dice: ‘No endurezcáis vuestro corazón’. Aleluya.



Texto del Evangelio (Mt 11, 20-24): En aquel tiempo, Jesús se puso a maldecir a las ciudades en las que se habían realizado la mayoría de sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que en sayal y ceniza se habrían convertido. Por eso os digo que el día del Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, aún subsistiría el día de hoy. Por eso os digo que el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma que para ti».




Yo sé que me quieres, Señor, porque eres bueno. Porque tienes un corazón sensible, perdóname; limpia mi vida de todos mis pecados, y de mis continuas caídas, levántame.

Qué alegría tan grande saber que eres mi Padre, y que juzgas a todos con misericordia. Dame tu abrazo de perdón y tu amor cambiará mi corazón, sé mi amigo y caminaré siempre en tu presencia. 

Devuélveme el gozo y la alegría, que toda mi vida salte de gozo. Somos amigos: olvida el mal que hice, ayúdame con tu amistad a renovarme y haz que nunca más me separe de Ti. 

Que nazca en mí, como una fuente, un corazón puro, y que una voluntad firme crezca en mi. Quiero ver tu rostro alegre a mi lado, que tu fuerza me acompañe siempre.

Señor, dame alegría de tu salvación y un corazón generoso para amarte toda la vida. Les diré a mis amigos que tus caminos son formidables, y a los que pecan sin conocerte, lo bueno que Tú eres. Dame vida, pues yo amo el vivir, Tú que eres el Dios de la Vida, y con ella diré a las gentes que contigo todo es posible.

Abre mi corazón y mis labios para decirte cuánto te quiero. Ya sé que no te contentas con poco y que no quieres de mí palabras vacías. Lo que me pides es un corazón arrepentido; un corazón sincero y noble es lo que quieres.

Sé bueno conmigo y con los otros y fortalece nuestras vidas indefensas. A Ti te ofrecemos nuestra vida cada día, todo lo que somos y tenemos, todo es tuyo. Devuélvenos, te lo pedimos, el gozo y la alegría, y toda nuestra vida salte hoy en fiesta. Somos amigos: olvida el mal que hemos hecho y ayúdanos con tu amistad a convertirnos.

Así te lo pido. Así sea.







HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (235)


Te vendí y me vendiste, está bien hecho:
la venganza, en España, es un derecho.





 

CANTAR DEL PUEBLO 164 (AUGUSTO FERRÁN)


El dulce sonido
de tu voz alegre,
cuando te callas, se aleja despacio
hasta que se pierde.

Si de tu guitarra
una cuerda hieres,
como una queja resuena en el aire
que lenta se pierde.

Pues donde esa queja
y tu voz se mueren,
allí he soñado que nuestros amores
irán a perderse.


 

lunes, 14 de julio de 2025

ESTAMPA Y ORACIÓN A SAN CAMILO DE LELIS



 

LUNES XV T.O. C


Buenos días. Es lunes. Hoy el evangelio nos pide que nuestro corazón sea sincero y que nuestro a Dios sea real, porque seguir a Cristo y vivir según el Evangelio nos llevará a veces al conflicto con el mundo y con nosotros mismos. Seguir a Cristo, ser cristianos, es un estilo de vida que Dios nos recompensa. Seamos buenos y confiemos en Dios, que es nuestro refugio y auxilio.



1ª Lectura (Éx 1, 8-14.22): En aquellos días, subió al trono en Egipto un Faraón nuevo, que no había conocido a José, y dijo a su pueblo: «Mirad, el pueblo de Israel está siendo más numeroso y fuerte que nosotros; vamos a vencerlo con astucia, pues si no, cuando se declare la guerra, se aliará con el enemigo, nos atacará, y después se marchará de nuestra tierra». Así, pues, nombraron capataces que los oprimieron con cargas, en la construcción de las ciudades granero, Pitom y Ramsés. Pero, cuanto más los oprimían, ellos crecían y se propagaban más. Hartos de los israelitas, los egipcios les impusieron trabajos crueles, y les amargaron la vida con dura esclavitud: el trabajo del barro, de los ladrillos, y toda clase de trabajos del campo; les imponían trabajos crueles. Entonces el Faraón ordenó a toda su gente: «Cuando nazca un niño, echadlo al Nilo; si es niña, dejadla con vida».


Salmo responsorial: 123

R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte —que lo diga Israel, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros.

Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes. Bendito el Señor, que no nos entregó en presa a sus dientes.

Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador; la trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.


Versículo antes del Evangelio (Mt 5, 10): Aleluya. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. Aleluya.



Texto del Evangelio (Mt 10, 34-11,1): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y enemigos de cada cual serán los que conviven con él.
El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa».
Y sucedió que, cuando acabó Jesús de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.













HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (234)


Dice esa infame que por mí ha sabido
que el hombre es un demonio pervertido.


 

CANTAR DEL PUEBLO 163 (AUGUSTO FERRÁN)


Los cantares que yo escribo
bien sabes tú, compañera,
que antes los hago contigo.


 

domingo, 13 de julio de 2025

ORACIÓN SAN ENRIQUE


Oh Dios, que en este día has hecho pasar al bienaventurado Enrique, tu confesor, de un trono terrenal al reino eterno, haz, te lo imploramos, que así como él triunfó por tu gracia de las seducciones del siglo, despreciemos nosotros también los vanos atractivos del mundo para presentarnos a Ti con un corazón puro. Amén.

ORACIÓN SANTA CLÉLIA BARBIERI (1)


Señor Dios, nuestro Padre más clemente, en tu bondad buscaste con singular predilección a santa Clélia y con la abundancia de tus gracias y carismas del Espíritu Santo la preparaste para ser virgen, y muy joven virgen fue la madre espiritual de una gran familia de Hijas, y que con humildad y sacrificio sirvió a Jesús en la gente de los hermanos más humildes y sufrientes.
Te bendecimos, Santo Padre, por esta efusión de tu generosidad. Por intercesión de la Madre Clélia te pedimos ... (hacer la petición) y ese espíritu de caridad y servicio, que el Señor Jesús nos dejó como el objeto de su nuevo mandamiento y una señal indudable de nuestra genuina adhesión al Evangelio.

Escucha, oh Padre, nuestra humilde oración, que te ofrecemos a través de Cristo, tu Hijo y nuestro Señor, en el Espíritu Santo. Amén. 

DOMINGO XV T.O. C


Buenos días. La Iglesia hoy nos invita a descubrir cómo llegar a la vida eterna. Y Jesús responde muy claramente: al cielo llegaremos todos juntos. Por eso hay que tratar de ayudar al prójimo. ¿Cómo? Practicando la misericordia. Seamos buenos y confiemos en Dios, para que rebose nuestro corazón.



1ª Lectura (Dt 30, 10-14): Moisés habló al pueblo, diciendo: «Escucha la voz del Señor, tu Dios, observando sus preceptos y mandatos, lo que está escrito en el libro de esta ley, y vuelve al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma. Porque este precepto que yo te mando hoy no excede tus fuerzas, ni es inalcanzable. No está en el cielo, para poder decir: ‘¿Quién de nosotros subirá al cielo y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?’. Ni está más allá del mar, para poder decir: ‘¿Quién de nosotros cruzará el mar y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?’. El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca, para que lo cumplas».


Salmo responsorial: 68

R/. Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.

Mi oración se dirige a Ti, Señor, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude. Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia; por tu gran compasión, vuélvete hacia mi.

Yo soy un pobre malherido; Dios mío, tu salvación me levante. Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias.

Miradlo, los humildes, y alegraos; buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos.

Dios salvará a Sión, reconstruirá las ciudades de Judá. La estirpe de sus siervos la heredará, los que aman su nombre vivirán en ella.


2ª Lectura (Col 1, 15-20): Cristo Jesús es imagen del Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque en él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos y Dominaciones, Principados y Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él y para él quiso reconciliar todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.


Versículo antes del Evangelio (Jn 6, 63c.68c): Aleluya. Tus palabras, Señor, son Espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. Aleluya.



Texto del Evangelio (Lc 10, 25-37): En aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley, y para poner a prueba a Jesús, le preguntó: «Maestro, ¿que he de hacer para tener en herencia la vida eterna?». Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?». Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». Le dijo entonces: «Has respondido correctamente. Haz eso y vivirás».
Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?». Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: ‘Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva’.
¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?». Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo».

 












HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (233)


Hay mujer que se juzga tan despierta
que siempre piensa el mal y nunca acierta. 



CANTAR DEL PUEBLO 162 (AUGUSTO FERRÁN)


No me beses en la frente,
porque así no podré nunca
besarte cuando me beses.


 

sábado, 12 de julio de 2025

MUJER DE HIELO (Emilio de la Cerda)





 

SÁBADO XIV T.O. C


Buenos días. Feliz sábado. Hoy las lecturas nos invitan a reflexionar sobre la importancia de confiar en el proyecto de Dios. José intentó hacer la voluntad de Dios y ayudar a que el pueblo escogido creciera. Y Jesús en el evangelio nos invita a no tener miedo a nadie ni a nada, sólo confiar en la providencia de Dios que nos da lo que necesitamos, porque por mucho que nos empeñemos no vamos a poder añadir ni un pelo a nuestra cabeza sin que Dios lo sepa y lo anime. Seamos buenos, confiemos en Dios y con humildad nuestro corazón se llenará de FE, ESPERANZA y AMOR.  Que Dios os bendiga.



1ª Lectura (Gén 49, 29-32; 50, 15-26a): En aquellos días, Jacob dio las siguientes instrucciones a sus hijos: «Cuando me reúna con los míos, enterradme con mis padres en la cueva del campo de Efrón, el hitita, la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré, en Canaán, la que compró Abrahán a Efrón, el hitita, como sepulcro en propiedad. Allí enterraron a Abrahán y a Sara, su mujer; allí enterraron a Isaac y a Rebeca, su mujer; allí enterré yo a Lía. El campo y la cueva fueron comprados a los hititas». Cuando Jacob terminó de dar instrucciones a sus hijos, recogió los pies en la cama, expiró y se reunió con los suyos.

Al ver los hermanos de José que había muerto su padre, se dijeron: «A ver si José nos guarda rencor y quiere pagarnos el mal que le hicimos». Y mandaron decirle: «Antes de morir tu padre nos encargó: ‘Esto diréis a José: Perdona a tus hermanos su crimen y su pecado y el mal que te hicieron’. Por tanto, perdona el crimen de los siervos del Dios de tu padre». José, al oírlo, se echó a llorar. Entonces vinieron los hermanos, se echaron al suelo ante él, y le dijeron: «Aquí nos tienes, somos tus siervos». Pero José les respondió: «No tengáis miedo; ¿soy yo acaso Dios? Vosotros intentasteis hacerme mal, pero Dios intentaba hacer bien, para dar vida a un pueblo numeroso, como hoy somos. Por tanto, no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros hijos». Y los consoló, hablándoles al corazón.

José vivió en Egipto con la familia de su padre y cumplió ciento diez años; llegó a conocer a los hijos de Efraín, hasta la tercera generación, y también a los hijos de Maquir, hijo de Manasés; los llevó en las rodillas. José dijo a sus hermanos: «Yo voy a morir. Dios cuidará de vosotros y os llevará de esta tierra a la tierra que prometió a Abrahán, Isaac y Jacob». Y los hizo jurar: «Cuando Dios cuide de vosotros, llevaréis mis huesos de aquí». José murió a los ciento diez años de edad.


Salmo responsorial: 104

R/. Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.

Dad gracias al Señor, invocad su nombre, dad a conocer sus hazañas a los pueblos. Cantadle al son de instrumentos, hablad de sus maravillas.

Gloriaos de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor. Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro.

¡Estirpe de Abrahán, su siervo; hijos de Jacob, su elegido! El Señor es nuestro Dios, Él gobierna toda la Tierra.


Versículo antes del Evangelio (1Pe 4, 14): Aleluya. Dichosos vosotros, si os injurian por ser cristianos; porque el Espíritu de Dios descansa en vosotros. Aleluya.



Texto del Evangelio (Mt 10, 24-33): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus Apóstoles: «No está el discípulo por encima del maestro, ni el siervo por encima de su amo. Ya le basta al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su amo. Si al dueño de la casa le han llamado Beelzebul, ¡cuánto más a sus domésticos! No les tengáis miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados. Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos. Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos».




Puede que un día, el fichero de mis amistades esté vacío, lleno de tachaduras o sin nombres dignos de confianza.

Puede que un día, todos los teléfonos de mi agenda se encuentren comunicando y nadie responda a mis llamadas.

Puede que se hayan borrado las memorias en los bancos de datos, donde se escribieron las promesas en las que un día confié.

Puede que mi propia calculadora personal deje de funcionar y no encuentre un técnico del amor y la alegría capaz de arreglar sus entresijos.

Puede que todo esté negro y oscuro, y que yo ande a la deriva, con la inseguridad a flor de piel, nadando en la incertidumbre y sin recuerdos de Ti.

Pero si entonces, o ahora, o cualquier día, olvido tu número de teléfono y te necesito, estoy seguro que, aun sin marcar las cifras, sonará tu respuesta, Señor, porque TÚ ERES FIEL.

Gracias, Señor, y ayúdame a parecerme cada día más a Ti. 

Así te lo pido. Así sea.













HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (232)


¡Feliz tú, que tan sólo has disfrutado
la embriaguez de lo real en lo soñado! 



CANTAR DEL PUEBLO 161 (AUGUSTO FERRÁN)


Con los ojos entornados
y los labios entreabiertos,
la vida me vas quitando.

Con los labios entreabiertos
y los ojos entornados,
la vida me vas volviendo. 



viernes, 11 de julio de 2025

ORACIÓN A SANTA MARCIANA



Gloriosa santa Marciana, Sierva de Dios, tú que fuiste capaz de seguir la senda del Maestro, intercede por todos nosotros, por nuestras necesidades materiales y espirituales, para que podamos llegar a la diestra del Padre. Aboga para que la situación actual se arregle y los miles de personas que pasan hambre y sed de justicia puedan vivir dignamente. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.




VIERNES XIV T.O. C - SAN BENITO, PATRONO DE EUROPA


Buenos días. Feliz viernes. La Iglesia hoy nos recuerda que seguir el camino del evangelio es duro, es un camino que conlleva cruces para poder llegar a la vida eterna. Por eso, Jesús destaca que dejar cosas para seguir a Cristo significa descubrir la verdadera importancia de la vida. La sabiduría nos da ayuda para descubrir lo bueno, lo importante, a Dios. Seamos buenos, confiemos en Dios y bendigamos al Señor en todo momento.



Primera lectura

Lectura del libro de los Proverbios 2, 1-9

Hijo mío, si aceptas mis palabras, si quieres conservar mis consejos, si prestas oído a la sabiduría y abres tu mente a la prudencia; si haces venir a la inteligencia y llamas junto a ti a la prudencia; si la procuras igual que el dinero y la buscas lo mismo que un tesoro, comprenderás lo que es temer al Señor y alcanzarás el conocimiento de Dios.

Porque el Señor concede sabiduría, de su boca brotan saber e inteligencia; atesora acierto para el hombre recto, es escudo para el de conducta intachable; custodia la senda del honrado, guarda el camino de sus fieles.

Entonces podrás comprender justicia, derecho y rectitud, el camino que lleva a la felicidad.


Salmo de hoy

Salmo 33, 2-11 R/. Bendigo al Señor en todo momento

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloria en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.

El ángel del Señor acampa en torno
a quienes lo temen y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.

Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que lo temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.



Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 19, 27-29

En aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús:
«Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?».

Jesús les dijo:
«En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna».

 



San Benito, a quien hoy recuerda la Iglesia, hizo vida este Evangelio. Lo dejó todo para seguir a Jesús. Hoy rezamos por la familia benedictina y pedimos por Europa, para que fortalezca sus raíces cristianas.

Señor, ¿merece la pena decir la verdad? ¿trae cuenta renunciar a caprichos? ¿tiene sentido ser generoso y compartir? ¿qué voy a recibir por ser buen cristiano? ¿qué me vas a dar por seguirte?

A veces siento, Señor, que no merece la pena, que es mejor buscar únicamente mi interés, dejar de sentir los problemas de los demás y vivir la vida alegremente, sin renunciar a nada. Así lo siento... y no me gusta esta sensación.

Sé qué Tú das el ciento o el mil por uno, incluso el cien por cero o el mil por nada, que Tú pagas sin saber si vas a recibir algo; pero a veces no lo siento así, Señor, y te pido que me ayudes a experimentarlo.

Señor, ayúdame a comprender y a sentir que amar y servir a los demás es un regalo, que vivir en la verdad es una gracia tuya, que Tú haces posible mi esfuerzo y mi renuncia, que seguirte y estar a tu lado es el mejor don.

Así te lo pido. Así sea.