jueves, 4 de diciembre de 2025

ORACIÓN SANTA BÁRBARA


Señor, que diste a santa Bárbara una increíble fortaleza para soportar los mayores ultrajes y tormentos por ser fiel a Ti, te pedimos que, como ella, nosotros seamos fuertes en la adversidad y humildes en la prosperidad para alcanzar como ella la eterna bienaventuranza. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

JUEVES PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO A



Buenos días. Es jueves y rezamos por las vocaciones. Y las lecturas hoy nos muestran dónde deberíamos poner nuestra confianza. Cristo pone el ejemplo de la casa sobre roca o sobre arena. Y es que la vida edificada sobre un cimiento firme es más estable, creer en Dios es mucho más que decir: Señor, Señor; es ser coherente y seguir el modelo que Jesús nos propone. Quien construye su vida según su ejemplo, vive feliz. Seamos buenos y confiemos en Dios, que es la Roca que nos salva.



1ª Lectura (Is 26, 1-6): Aquel día, se cantará este canto en la tierra de Judá: «Tenemos una ciudad fuerte, ha puesto para salvarla murallas y baluartes. Abrid las puertas para que entre un pueblo justo, que observa la lealtad; su ánimo está firme y mantiene la paz, porque confía en ti. Confiad siempre en el Señor, porque el Señor es la Roca perpetua. Doblegó a los habitantes de la altura, a la ciudad elevada; la abatirá, la abatirá hasta el suelo, hasta tocar el polvo. La pisarán los pies, los pies del oprimido, los pasos de los pobres».


Salmo responsorial: 117

R/. Bendito el que viene en nombre del Señor.

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes.

Abridme las puertas de la salvación, y entraré para dar gracias al Señor. Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella. Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mí salvación.

Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor; el Señor es Dios, Él nos ilumina.


Versículo antes del Evangelio (Is 55, 6): Aleluya. Buscad al Señor mientras lo podáis encontrar, invocadlo mientras está cerca. Aleluya.



Texto del Evangelio (Mt 7, 21.24-27): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».

 










HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (377)


Todos lo vemos, Lola,
Dios te hizo, rompió el molde y eres sola.
 



CANTAR EPIGRAMÁTICO DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (28)


Cuando cobrar una de uno
quiere prenda que aún no dio,
esa una vendió a alguno
lo que alguno no pagó.


 

miércoles, 3 de diciembre de 2025

ORACIÓN SAN FRANCISCO JAVIER (1)


 

MIÉRCOLES PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO A



Buenos días. Hoy miércoles las lecturas nos hablan de un gran festín en el monte Santo. Dios, dice el profeta Isaías, dará un festín de manjares suculentos y aniquilará la muerte. Y en el evangelio Jesús nos presenta ese banquete de pan para todos y muestra su amor aniquilando la muerte (curando a los enfermos). Estamos todos invitados a celebrar ese banquete. ¿Aceptamos su invitación? Este banquete nos permitirá conocer y vivir como auténticos seguidores. Seamos buenos y confiemos en Dios, cuya bondad y amor nos acompañan siempre.




1ª Lectura (Is 25, 6-10a): En aquel día, preparará el Señor del universo para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares exquisitos, vinos refinados. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el lienzo extendido sobre todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. Dios, el Señor, enjugará las lágrimas de todos los rostros, y alejará del país el oprobio de su pueblo —lo ha dicho el Señor—. Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios. Esperábamos en Él y nos ha salvado. Este es el Señor en quien esperamos. Celebremos y gocemos con su salvación, porque reposará sobre este monte la mano del Señor».


Salmo responsorial: 22

R/. Habitaré en la casa del Señor por años sin término.

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.

Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.

Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.


Versículo antes del Evangelio: Aleluya. Ya viene el Señor para salvar a su pueblo. Dichosos los que estén preparados para salir a su encuentro. Aleluya.




Texto del Evangelio (Mt 15, 29-37): En aquel tiempo, pasando de allí, Jesús vino junto al mar de Galilea; subió al monte y se sentó allí. Y se le acercó mucha gente trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y otros muchos; los pusieron a sus pies, y Él los curó. De suerte que la gente quedó maravillada al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban curados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de la gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino». Le dicen los discípulos: «¿Cómo hacernos en un desierto con pan suficiente para saciar a una multitud tan grande?». Les dice Jesús: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos dijeron: «Siete, y unos pocos pececillos». El mandó a la gente acomodarse en el suelo. Tomó luego los siete panes y los peces y, dando gracias, los partió e iba dándolos a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos y se saciaron, y de los trozos sobrantes recogieron siete espuertas llenas.




El Evangelio de hoy nos ayuda a entender mejor qué significa el Adviento y la Navidad: 

Dios viene porque se da cuenta de nuestras necesidades, porque tiene compasión de nosotros.

Señor Jesús, tienes compasión de los que no te encuentran y te acercas a todos.

Tienes compasión de los que te tememos y te haces pequeño. 

Tienes compasión de los que somos, demasiado duros y te manifiestas como ternura. 

Gracias, Jesús. 

Tienes compasión de los que tenemos hambre y te conviertes en pan de vida. 

Tienes compasión de los que no te entendemos y te haces Palabra. 

Tienes compasión de los que nos sentimos solos y perdidos y te haces nuestro compañero de camino. 

Gracias, Jesús. 





HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (376)


Dijiste "adiós por siempre"... y yo sumiso,
al ver que te alejabas resignada,
eché sobre tu rostro la mirada
que echó Adán al salir del Paraíso. 





CANTAR EPIGRAMÁTICO DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (27)


Lo recuerdo de tal modo
que aún creo que estoy mirando
cómo fuiste colocando
mano, pie, cabeza y todo. 



martes, 2 de diciembre de 2025

ORACIÓN A DIOS CON LA INTERCESIÓN DE SANTA BIBIANA





 

MARTES PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO A


Buenos días. Hoy martes el profeta Isaías explica la visión del mundo en el que ha triunfado Dios y reina el vástago de Jesé (Cristo). Ese tiempo será el tiempo de volver a vivir en la armonía. Por eso, en el evangelio, Jesús les indica a los apóstoles que muchos querrán ver lo que ellos ven. Pero este tiempo está reservado para los que creen en Él, en su promesa y dan a conocer la VERDAD: que Dios se fija en el que pone en Él su corazón y su alma y sabe que Dios es la verdadera fuente de Alegría y Esperanza. ¿En quién tenemos nosotros puesta nuestra esperanza? Seamos buenos y confiemos en Dios, que trae la auténtica PAZ. 



1ª Lectura (Is 11, 1-10): Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. No juzgará por apariencias ni sentenciará de oídas; juzgará a los pobres con justicia, sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra; pero golpeará al violento con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia será ceñidor de su cintura, y la lealtad, cinturón de sus caderas. Habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos: un muchacho será su pastor. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león como el buey, comerá paja. El niño de pecho retozará junto al escondrijo de la serpiente, y el recién destetado extiende la mano hacia la madriguera del áspid. Nadie causará daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país del conocimiento del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz de Jesé será elevada como enseña de los pueblos: se volverán hacia ella las naciones y será gloriosa su morada.


Salmo responsorial: 71

R/. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.

Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.

En sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra.

Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; Él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres.

Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; Èl sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.


Versículo antes del Evangelio: Aleluya. Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los ojos de sus hijos. Aleluya.



Texto del Evangelio (Lc 10, 21-24): En aquel momento, Jesús se llenó de gozo en el Espíritu Santo, y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar». Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron».





Haznos saber, Padre compasivo, que nuestra vida es don recibido: gratuidad, misterio y bendición; que somos alianza de amor. Enséñanos a ser agradecidos como Jesús, que salía del camino y elevaba los ojos a Ti.

Haznos conscientes, Padre amoroso, de lo mucho recibido en nuestra existencia cotidiana: de las manos que nos cuidaron, de los hombros que soportaron nuestro peso y nos rescataron de nuestros abismos.

Muéstranos también, Padre de huérfanos y solos, el don que hemos sido para tantos y tantas que acudieron a nosotros en busca de refugio. Y pon en nuestros labios, Padre bueno, aquella hermosa oración que nos enseñó tu Hijo:

Padre nuestro...





HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (375)


Dichosos los momentos
en que dos que se miran frente a frente
se respiran las almas mutuamente
en vez de respirarse los alientos.


 

CANTAR EPIGRAMÁTICO DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (26)


Con tanto placer cruzamos
el túnel de Elda los dos,
que al salir de él exclamanos:
"¿No habrá otro túnel, gran Dios?". 



lunes, 1 de diciembre de 2025

LUNES PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO A


Buenos días. Comienza la primera semana de Adviento, y ayer nos invitó el Señor a estar atentos para descubrirlo en nuestra vida. Hoy las lecturas profundizan, y el profeta Isaías anima al pueblo, que vive el dolor del destierro, a tener esperanza. Dios mismo vendrá, y a todo el que cree en Él le dará la santidad. Por eso en el Evangelio, Mateo nos presenta al Centurión, imagen de que esa salvación será universal, Dios se convierte en hombre para que la humanidad alcance la santidad. Confiemos en su palabra y pongamos en práctica la fe y viviremos la salvación. Seamos buenos y confiemos en Dios, que nos invita a vivir por siempre en su Gloria.



1ª Lectura (Is 2, 1-5): Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén. En los días futuros estará firme el monte de la casa del Señor, en la cumbre de las montañas, más elevado que las colinas. Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos y dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, la palabra del Señor de Jerusalén». Juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.


Salmo responsorial: 121

R/. Vamos alegres a la casa del Señor.

¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor.

Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén: «Vivan seguros los que Te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios».

Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo». Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien.


Versículo antes del Evangelio (Cf. Sal 79, 4): Aleluya. Señor y Dios nuestro, ven a salvarnos; míranos con bondad y estaremos a salvo. Aleluya.




Texto del Evangelio (Mt 8, 5-11): En aquel tiempo, habiendo entrado Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos». Dícele Jesús: «Yo iré a curarle». Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: ‘Vete’, y va; y a otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace».
Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos».




Adviento. Tiempo de espera cierta.

Esperar bien despiertos, pero no desvelados.

Esperar caminando, pero no adelantándonos.

Esperar expuestos, pero no a cualquier viento.

Esperar entre niebla, pero no perdidos en esta tierra.

Esperar con velas encendidas, pero no consumidos.

Esperar ofreciéndonos, pero no vendiéndonos.

Esperar preparando tu camino, pero no encorvándonos.

Esperar en silencio, pero cantando al Verbo encarnado.

Esperar gestando, no abortando.

Esperar acogiendo, no reteniendo.

Esperar dándonos, no reclamando.

Esperar en silencio, no alborotando.

Esperar compartiendo y disfrutando.

Esperar aunque sea de noche y no veamos signos en el horizonte.

Esperar a cualquier hora del día

aunque nos quedemos solos y se rían.

Esperar en soledad... ¡y en compañía!

Esperar con mucha paz, pero pellizcados por los hermanos.

Esperar anhelando, pero mecidos en su regazo.

Esperar mirando a lo alto, pero con los pies asentados.

Esperar refrescándonos en tus manantiales vivos y claros.

Esperar encarnados y ya naciendo a tu Reino.

Esperar en este tiempo de crisis y recortes.

Esperar con el Evangelio en la mano.

Esperar con los que vienen y con los que se van.

Esperar disfrutando lo que se nos ha dado.

Esperar viviendo y amándonos.

Esperar como Isaías, viviendo y profetizando.

O como Jeremías, sufriendo, pero enamorados.

O como Juan Bautista, pregonando lo que nos has dado.

Esperar, para que no pases de largo.

Esperar, sabiendo que una sola palabra tuya bastará para sanar mi alma …

Así te lo pido. Así sea.



HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (374)


De esta niña hechicera
será la suerte amiga,
pues, si suelta el cabello por bandera,
no hay soldado de amor que no la siga.


 

CANTAR EPIGRAMÁTICO DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (25)


Sin saber decir por qué es,
para los malos amantes
todas son discretas antes,
y todas tontas después.


 

domingo, 30 de noviembre de 2025

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO A


Buenos días. Comenzamos el nuevo año litúrgico hoy con el Primer Domingo de Adviento. Y el mensaje que nos transmiten las lecturas es la vigilancia. Jesús nos invita a confiar en que la promesa de Dios se cumple y por eso debemos estar preparados como Noé. En su tiempo, como en el nuestro, la gente vive su vida, pero Noé y su familia se preparan ante lo que se le viene encima al mundo. ¿Y nosotros? ¿Nos preparamos en nuestro interior? Este camino de adviento nos llama a prepararnos y por eso debemos estar vigilantes y preparados. Seamos buenos y confiemos en Dios, que viene a traer la Paz. 


HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (373)


Oíd, tiernos esposos, con paciencia
que cuando el tiempo pasa,
por cansancio, por muerte o por ausencia,
todo aquel que se casa se descasa.


 

CANTAR EPIGRAMÁTICO DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (24)


Como en la iglesia te vi
después de lo de la fiesta,
me santigüé y prorrumpí:
"¿Quién dirá que aquella es esta?"


 

sábado, 29 de noviembre de 2025

HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (372)


Con harto sentimiento
la maldita experiencia me ha enseñado
que un bandido es más fiel a un juramento
que quien invoca la razón de Estado.


 

CANTAR EPIGRAMÁTICO DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (23)


Pues yo la perdiz anhelo,
el mochuelo es para ti;
o bien para ti el mochuelo
y la perdiz para mí.


 

viernes, 28 de noviembre de 2025

HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (371)


Con ese talle airoso,
no extrañaré que el día de mañana,
para hacerse tu esposo,
eche el trono algún rey por la ventana.




 

CANTAR EPIGRAMÁTICO DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (22)


Quisiera al jardín volver
de tu cariñoso amor
si se pudiera coger
dos veces la misma flor. 



martes, 25 de noviembre de 2025

MARTES 34º T.O. C


Buenos días. Hoy martes el Señor nos llama la atención para que no caigamos en la superficialidad. Por eso, Daniel advierte al rey que su sueño es una realidad, esa gran estatua será destruida por una roca que viene de Dios. Y no quedará nada de los distintos metales preciosos. Jesús advierte de que el Templo, tan bellamente construido, también será destruido y enseña que tengamos cuidado con todo el que se hace pasar por Mesías o profeta, porque uno solo es nuestro Dios. En estos días que estamos viviendo la superficialidad de las compras, tengamos cuidado para que no dejemos de lado lo importante: amar a Dios y al prójimo. Seamos buenos y confiemos en Dios, el único que merece nuestra alabanza. 



1ª Lectura (Dan 2, 31-45): En aquellos días, dijo Daniel a Nabucodonosor: «Tú, rey, viste una visión: una estatua majestuosa, una estatua gigantesca y de un brillo extraordinario; su aspecto era impresionante. Tenía la cabeza de oro fino, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos de bronce, las piernas de hierro y los pies de hierro mezclado con barro. En tu visión, una piedra se desprendió sin intervención humana, chocó con los pies de hierro y barro de la estatua y la hizo pedazos. Del golpe, se hicieron pedazos el hierro y el barro, el bronce, la plata y el oro, triturados como tamo de una era en verano, que el viento arrebata y desaparece sin dejar rastro. Y la piedra que deshizo la estatua creció hasta convertirse en una montaña enorme que ocupaba toda la tierra. Este era el sueño; ahora explicaremos al rey su sentido: Tú, majestad, rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha concedido el reino y el poder, el dominio y la gloria, a quien ha dado poder sobre los hombres, dondequiera que vivan, sobre las bestias del campo y las aves del cielo, para que reines sobre ellos, tú eres la cabeza de oro. Te sucederá un reino de plata, menos poderoso. Después un tercer reino, de bronce, que dominará todo el orbe. Vendrá después un cuarto reino, fuerte como el hierro. Como el hierro destroza y machaca todo, así destrozará y triturará a todos. Los pies y los dedos que viste, de hierro mezclado con barro de alfarero, representan un reino dividido; conservará algo del vigor del hierro, porque viste hierro mezclado con arcilla. Los dedos de los pies, de hierro y barro, son un reino a la vez poderoso y débil. Como viste el hierro mezclado con la arcilla, así se mezclarán los linajes, pero no llegarán a fundirse, lo mismo que no se puede alear el hierro con el barro. Durante ese reinado, el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruido ni su dominio pasará a otro, sino que destruirá y acabará con todos los demás reinos, pero él durará por siempre; eso significa la piedra que viste desprendida del monte sin intervención humana y que destrozó el barro, el hierro, el bronce, la plata y el oro. Éste es el destino que el Dios poderoso comunica a su majestad. El sueño tiene sentido, la interpretación es cierta».


Salmo responsorial: Dan 3

R/. Ensalzadlo con himnos por los siglos.

Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor.

Cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor.

Ejércitos del Señor, bendecid al Señor.


Versículo antes del Evangelio (Ap 2, 10): Aleluya. Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el Señor. Aleluya.




Texto del Evangelio (Lc 21, 5-11): En aquel tiempo, como dijeran algunos acerca del Templo que estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: «Esto que veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida».
Le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir?». Él dijo: «Estad alerta, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: ‘Yo soy’ y ‘el tiempo está cerca’. No les sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato». Entonces les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo».



Señor, dame una mirada como la tuya, una mirada que no se quede en la superficie, que sepa bucear a lo más profundo de la realidad.

Señor, convencerme de que sólo permanece lo que se construye sobre el cimiento sólido del amor y la verdad, aunque parezca pequeño y débil.

Ayúdame a darme cuenta de que no quedará piedra sobre piedra de todo lo que se levanta sobre la mentira y el egoísmo, por grande y bello que parezca.

Señor, orienta y dirige mi trabajo y mi vida, para que no pierda el tiempo y la fuerza con lo que no tiene fundamento y desaparece; para que todas mis obras broten de Ti, como de su fuente, y tiendan siempre a Ti, como a su fin.

Así te lo pido. Así sea.