miércoles, 29 de febrero de 2012
EL CAMPESINO
A las seis de la mañana Volviendo a su gran martirio,
la luna se ha de marchar tiene el heno que agrupar,
para dejar paso al alba y coge su gran rastrillo,
que nos hará despertar. un utensilio sin par.
El gallo entona su canto Pero por más que lo intenta,
cuando ve al sol asomar; no puede al tiempo ganar;
entonces el campesino son las dos del mediodía
se tendrá que levantar. y a su casa ha de marchar.
Su mujer le da café Allí su mujer le espera,
y él comienza a cantar. ya ha acabado de guisar.
Ha nacido un nuevo día, A la mesa ellos se sientan
¡qué alegría, qué soñar! y comienzan a almorzar.
Enseguida coge la pala, ¡Ay, el pobre hombre del campo
pues tendrá que trabajar; lo que se ha de alimentar!,
remueve un poco la tierra para no tener flaquezas
para más tarde sembrar. y poder así labrar.
Siembra multitud de granos Terminado ya el almuerzo
que tendrán que germinar el hombre ha de ir al pinar
y también coge el dalle, pues a cortar toda la tarde
cereales ha de segar. con su hacha particular.
También para este proceso ¿Qué le pasa al pobre hombre
la hoz tiene que utilizar que no viene hoy a cenar?
y para cortar la hierba ¿Le habrá pasado algo malo?
la guadaña ha de usar. No se le ve regresar.
Cansado ya del trabajo Su mujer le está buscando,
el hombre empieza a sudar buscándole sin parar.
y echa mano a su botijo Allá se le ve tendido
ya que se ha de refrescar. con su hacha de cortar.
Y hay una voz que le dice: El hombre ya está dormido,
¡Labriego, has de trabajar! tiene ya que descansar.
¡Ay, el pobre campesino!, Que no le despierte nadie,
no puede ni descansar. mañana ha de madrugar.
JOSÉ MARÍA LÓPEZ MADROÑERO 1975
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