jueves, 28 de noviembre de 2019

ESTAMPA DE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ (1)



MIRANDO A UN PASTOR, TODO ES SERENO (Manuel J. Fernández)

Mirando a un pastor, todo es sereno, no hay prisa.
La vida vuelve a nacer. Es sencillez simple y humilde.
Cada cosa está en su sitio: el árbol, las margaritas,
la hierba verde, el camino, la oveja y el corderillo.
Y el pastor está ahí. Vive cada instante mirando
y acompañando a sus ovejas. Sabe mucho de ellas. Casi todo.
A las enfermas las cuida con ternura.
A los corderos recién nacidos los protege con delicadeza.
Hay tiempo para todo. El pastor es dueño de su tiempo.
¿Cabe mayor sentido de su vida?
Posee todo porque se posee a sí mismo.
Simplemente ser y estar en la vida siendo lo que es.
¿Cabe mayor plenitud?

SALVA, SEÑOR, AL HOMBRE (Blas de Otero)

Salva, Señor, al hombre en esta hora
horrorosa, de trágico destino;
no sabe adónde va, de dónde vino
tanto dolor, que en sauce roto llora.

Ponlo de pie, señor, clava tu aurora
en su costado, y sepa que es divino
despojo, polvo errante en el camino,
mas que tu luz lo inmortaliza y dora.

Mira, Señor, que tanto llanto, arriba,
en pleamar, oleando a la deriva,
amenaza cubrirnos con la nada.

¡Ponnos, Señor, encima de la muerte!
¡Agiganta, sostén nuestra mirada,
para que aprenda, desde ahora, a verte!

lunes, 18 de noviembre de 2019

LA VIEJECITA QUE NUNCA HABLABA MAL DE NADIE

Cuentan de una viejecita que nunca, nunca, nunca hablaba mal de nadie.
Un día murió un hombre, conocido por todos, que parecía reunir todos los defectos, miserias y desgracias: era un vago, un ladrón, un borracho y, encima, pegaba a su mujer y a sus hijos pequeños.
La noche de su muerte, en el velatorio, llegó la viejecita a la sala en la que se rezaba por el difunto. Todos se miraban y se decían para sí: "Seguro que de este no dice nada bueno".
La viejecita estuvo un momento callada. Estaba claro, parecía que, efectivamente, no tenía nada que decir. Pero al fin habló: "Sabía silbar, la verdad es que daba gusto oírle cuando pasaba por debajo de mi ventana todas las mañanas. Lo echaré de menos".

DIOS TE BENDIGA

Dios bendiga tu vida y la de los seres que amas. Bendiga la tierra que pisas y el aire que respiras. Bendiga el alimento que comes y la palabra que sale de tu boca. Bendiga tu trabajo o el negocio con el que te prospera. Bendiga tu presente y futuro para que sea mejor que tu pasado. Bendiga tu corazón y bendiga al ser hermoso que eres tú.

DULCE MADRE

Dulce Madre, tu vista de mí no apartes. Ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes. Ya que Tú me quieres tanto como verdadera madre, haz que me bendigan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

ORACIÓN DE LA MAÑANA (19)

Gracias, Señor, por el día de hoy, por la vida, por mi salud, por mi familia, por el pan en mi mesa y por tu compañía.
Bendice y cuida de cada uno de nosotros y llévanos de tu mano durante este día. Amén.

ORACIÓN DE LOS ESPOSOS (5)

Señor, no permitas que se pierda el amor que nos une a mi pareja y a mí, que en nuestros corazones brote el deseo de querer luchar para formar un mejor hogar juntos.
Bendice el pacto de amor que hicimos frente a tus ojos un día en el altar, para que dicho sello de amor jamás se vea roto y perdure por el resto de nuestros días, hasta que la muerte nos separe. Amén.