jueves, 26 de mayo de 2016

SÁNAME, SEÑOR

Padre Santo, en el nombre de Jesucristo y con la intercesión de la Santísima Virgen María, de San José, de los santos ángeles y de todos los santos, te presentamos a los enfermos en el alma, en la mente, en el cuerpo y en el espíritu y te pedimos para todos ellos y también para nosotros que nos sanes. Todo te lo pedimos de acuerdo a tu santa voluntad, Padre Santo, en el nombre de Jesús y por los méritos de su divina infancia, por su sangre preciosa, por sus santas llagas y por su resurrección. Que todo sea para tu gloria. Creemos en tu poder y te pedimos, oh buen Jesús, que la fuerza del Espíritu Santo sea liberada ahora y que todos seamos curados.

En el nombre de Jesús y con la intercesión de María, Rosa Mística, 
de los santos ángeles, de todos los santos y de las benditas ánimas del Purgatorio, te pedimos Padre Santo que nos sanes de toda herida profunda en nuestros corazones, de todo resentimiento y rechazo, de toda carencia de amor, de depresión y de soledad, de toda carencia afectiva, de toda frustración, fracaso, complejo y trauma, de odios, de divisiones, de envidia, de hipocresía, de ira, de rabia, (especialmente de...). Llena Señor en nosotros cualquier vacío que pudiera existir con tu presencia santa y danos tu ternura.Danos tu libertad y tu amor. Danos tu paz.

En el nombre de Jesús y con la intercesión de nuestra Madre Celestial María, Madre de la Iglesia, de los santos ángeles y de todos los santos del cielo, te pedimos, Padre Santo, que nos sanes de cualquier vicio que pudiéramos tener (especialmente de...), sánanos de todo miedo, temor, nerviosismo, angustia, ansiedad, inseguridad, orgullo y soberbia. Sánanos de depresión, psicosis, obsesiones, de toda inestabilidad emocional y mental, decepción, desengaño, amargura, de rebeldía, de toda idolatría y superstición, de toda enfermedad mental, y de cualquier falta de perdón.

En el nombre de Jesús y con la intercesión de la Santísima Virgen María, de los santos ángeles, de todos los santos y de las benditas ánimas del Purgatorio, te pedimos, Padre Santo, que nos sanes físicamente de toda enfermedad conocida o desconocida, de toda enfermedad curable o incurable (especialmente de...).

Gracias, Padre Santo, por escuchar nuestras plegarias. Sabemos que Tú estás actuando con tu poder y que todo lo puedes. Señor, en Ti confiamos y en Ti esperamos. Te damos gracias por todo lo que has hecho, por lo que estás haciendo y por lo que seguirás haciendo en nuestras vidas. 


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