jueves, 13 de octubre de 2016

ORACIÓN A SAN JOSÉ (16)

A ti, José, en Belén, te contemplamos estático y meditabundo, sin saber lo que a tu alrededor pasaba; al tiempo que de tus enjutos ojos una lágrima se desprendía que rodaba por tus mejillas.¡Ah! Jesús que todo lo veía, interpretando tu dolor, y queriendo suavizarlo, al paso que con angelical sonrisa, pasaba una de sus manitas por la blanca tez de María, metía la otra con infantil atrevimiento por tu espesa barba. Y tú quedabas enajenado al contacto de aquellos dedos que sostienen la gran máquina de los mundos. ¡El omnipotente te hacía mimos y caricias! ¡Te quería consolar, distraer y aun recrear! Y ¡con qué copia de afectuosas exclamaciones y jaculatorias, movido de la gratitud, contestarías a las pruebas de cariño que, no bien entraba en el mundo, te daba el Eterno Verbo del Padre! ¿Y cómo mediremos, si no es posible, la intensidad de tus gozos y consuelos?
JACULATORIA. Recibir a menudo a Jesús en el Santísimo Sacramento del Amor, para que, cual a José, nos consuele y alegre. Así sea. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario