Oh, Corazón de Jesús, Dios y Hombre verdadero, delicia de los Santos, refugio de los pecadores y esperanza de los que en Ti confían, Tú nos dices amablemente: "Vengan a Mí", y nos repites las palabras que dijiste al paralítico: "Confía, hijo mío, tus pecados te son perdonados", y a la mujer enferma: "Confía, hija, tu fe te ha salvado", y a los Apóstoles: "Confíen, Yo soy, no teman".
Animado con estas palabras acudo a Ti con el corazón lleno de confianza para decirte sinceramente y desde lo más íntimo de mi alma: "Corazón de Jesús, en Ti confío".
Sí, Corazón de mi amable Jesús, confío y confiaré siempre en tu bondad y, por el Corazón de tu Madre, te pido que no desfallezca nunca esta confianza en Ti para que, habiendo sido mi consuelo en vida, seas mi refugio en la hora de la muerte y mi gloria por toda la eternidad. Amén.
Animado con estas palabras acudo a Ti con el corazón lleno de confianza para decirte sinceramente y desde lo más íntimo de mi alma: "Corazón de Jesús, en Ti confío".
Sí, Corazón de mi amable Jesús, confío y confiaré siempre en tu bondad y, por el Corazón de tu Madre, te pido que no desfallezca nunca esta confianza en Ti para que, habiendo sido mi consuelo en vida, seas mi refugio en la hora de la muerte y mi gloria por toda la eternidad. Amén.
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