sábado, 6 de mayo de 2017

SEÑOR, MI PASTOR

Señor, mi pastor eres Tú,
nada podrá faltar, donde me guiarás.

Al fresco de tus pastos
me has hecho descansar,
allí en tus limpias aguas
mi sed has de calmar.
En este valle oscuro
no temo ya el dolor,
pues cerca de tu casa
refuerzo mi vigor.
La mesa me preparas
y el vino del festín,
mi copa desbordante,
embriágame sin fin. 
Tu aceite vivifica
mi frente con su unción,
encuentro la abundancia
viviendo en tu mansión.
Tú trazas mi sendero
que va hacia tu heredad, 
así mejor conozco
tu gloria y tu bondad. 
Tu luz, tu paz, tu gracia
doquier me seguirán,
un día a tu morada
feliz me llevarán.

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