Tú que eres bondadoso suplica al Señor la gracia que te pido. Por el gran dolor que te provocó el fuego de tu martirio, que siempre sirvamos a Dios hasta el último momento de nuestras vidas y si es necesario dar la vida por difundir la verdad de su palabra a todas las almas que ponga en nuestro camino. Y en la hora de las pruebas fortalezcas este amor y la confianza de que Jesús siempre está con nosotros, cargando con la cruz.
San Lorenzo, ruega por nosotros. Amén.
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