lunes, 19 de febrero de 2018

EL EXAMEN DEL TRIPLE FILTRO

Un día, allá por el siglo IV antes de Jesucristo, un conocido se encontró con el gran filósofo Sócrates y le dijo:
- ¿Sabes lo que oí acerca de uno de tus discípulos?
- Espera un momento -respondió Sócrates-. Antes de que me hables sobre alguien sería buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Yo a eso lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la VERDAD. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
- No, realmente solo oí sobre eso, y...
- Entonces -dijo Sócrates-, realmente no sabes si es cierto o no. Vamos con el segundo filtro, el filtro de la BONDAD. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi discípulo?
- No, en principio...
- Entonces -insistió el filósofo- deseas decirme algo malo sobre él, pero que además no estás seguro de que sea cierto. Vayamos ahora con el tercer filtro, la UTILIDAD. ¿Crees que me servirá de algo lo que vas a decirme?
- No, la verdad es que no...
- Bien, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, ni me va a ser útil, ¿para qué querría saberlo? 

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