no circunscrito, mas por el más amor
que a los primeros efectos allá arriba has.
Alabado sea tu nombre y tu valor
de toda criatura, porque es digno
rendir gracias a tu dulce vapor.
Venga a nosotros la paz de tu reino,
que a ella por nosotros no podemos no,
si ella no viene, con todo nuestro ingenio.
Como de su querer los ángeles tuyos
te ofrecen sacrificio, cantando hosanna,
así también los hombres del suyo.
Danos hoy el cotidiano maná,
sin el cual por este áspero desierto
atrás se vuelve cuando más de ir se afana.
Y como nosotros el mal que hemos sufrido
perdonamos a cada uno, también tú perdona
benigno, y no mires nuestro merecido.
Nuestra virtud que fácilmente se rinde,
no pruebes con el antiguo adversario,
mas líbranos de él, que así la incita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario