La gracia es un don sobrenatural que Dios nos concede para alcanzar la vida eterna.
Hay dos clases de gracia: la santificante y la actual. La gracia santificante es la que nos hace hijos de Dios y herederos del cielo. La gracia actual es un auxilio de Dios que ilumina nuestro entendimiento y mueve nuestra voluntad para obrar el bien y evitar el mal.
Solo con nuestras fuerzas no podemos cumplir todos los mandamientos ni ganar el cielo, porque necesitamos el auxilio de la gracia. Los medios principales para alcanzar la gracia son la oración y los sacramentos.
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