jueves, 14 de mayo de 2015

LAS MANOS EN LA ORACIÓN

Hay quien interpreta que juntar las manos al rezar es una señal de humildad o sumisión. Sin embargo, este gesto implica aspectos energéticos reales. Cuando unimos las palmas de las manos, cerramos un circuito de energía que sale del corazón, recorre los brazos y atraviesa los chakras que se encuentran en el centro de cada palma. El chakra de la palma derecha es el que suele dar energía y el de la palma izquierda el que la recibe.
Completar este circuito tiene una poderosa influencia a la hora de contener la energía en lugar de dispersarla. Parece haber algo sagrado en la unión de las manos.
También hay una sutil diferencia entre cruzar los dedos y dejarlos extendidos de forma que las yemas de los dedos se toquen y completen el circuito. Dado que las yemas de los dedos son pequeños chakras, el circuito energético se completa aún más al adoptar esta posición.

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