lunes, 31 de julio de 2017

LA COMUNIÓN ESPIRITUAL

La Comunión espiritual consiste en un gran deseo de recibir dignamente a Jesús sacramentado, y participar de las gracias y favores que Él prodiga a los que logran la feliz suerte de acercarse debidamente a la sagrada Mesa. Pero este deseo para ser eficaz exige no tener pecado mortal en la conciencia, o excitarse primeramente a una fe viva, animada de la caridad.
La Comunión espiritual es fácil y muy provechosa, y puede cada cual hacerla cuando quiera. Hay personas que comulgan espiritualmente siempre que oyen Misa, o van a la Iglesia, y otras lo practican en sus casas muchas veces al día. Aunque la Comunión espiritual no produce todos los frutos de la sacramental, con todo, tal vez una persona fervorosa sacará más fruto de ella que otra tibia cuando se acerca a la sagrada Mesa.

PRÁCTICA DE LA COMUNIÓN ESPIRITUAL

¡Oh Jesús mío y Señor mío! ¡Creo con firmísima fe que Tú estás realmente en el augusto Sacramento del altar!¡Oh Dios mío, y qué feliz sería yo si pudiera ahora recibirte con buena disposición dentro de mi pecho! Te amo, dulcísimo Jesús mío. ¡Oh, quién te hubiera amado siempre! Me pesa en el alma haberte ofendido. Mi alma desea unirse a Ti. Disponla Tú mismo y ven, si te agrada, a mi corazón. No permitas, Señor, que jamás me aparte de Ti.

Aquí callamos, adoramos a Jesús y nos entregamos a Él sin reserva.


No hay comentarios:

Publicar un comentario