jueves, 3 de agosto de 2017

ORACIÓN A SAN JOSÉ (28)

¡Oh gloriosísimo san José! ¡Es posible que yo haya tenido la cruel temeridad de perseguir a tu Jesús con tantas ofensas mías! ¡Ay, por qué no he muerto mil veces antes que ofenderle! Las luces especiales que tú me concedes ¡oh santo protector mío! me hacen conocer ahora lo mal que he obrado.Concédeme, pues, Santo mío, que yo llore con lágrimas de verdadera y estable contrición la vida tan indigna que he tenido hasta hoy; y te ruego, por lo mucho que padeciste en el penosísimo viaje y destierro de Egipto, que vengas en mi ayuda, para huir del pecado, como de horrible serpiente, según nos previene el Espíritu Santo: Como de la serpiente, huye del pecado, porque si te acercas, te morderá (Eclesiástico, 21, 2). Que me libres del peligro de caer en él, y de ser, sobre todo, del número de los desdichados que, imitando a Lucifer, son piedra de escándalo para la inocencia. Asísteme también para reparar con una vida ejemplar los muchos escándalos que he dado; y concédeme la gracia de procurar con celo la salvación de las almas, así como tú procuraste que los egipcios conocieran y amaran a nuestro querido Jesús.

JACULATORIA.  

¡No más culpas ni pecados! 
De ti ¡oh José! lo imploro,
y de almas, un lleno coro,
conducir a mi Señor. 

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