Tú estás siempre cercano, me abrazas y me haces sentir que soy un hijo valioso y que en cualquier situación puedo volver los ojos hacia tu amor buscando protección y seguridad.
Dame tu amor, Dios de mi vida, para que mi corazón se restaure y se mantenga fuerte ante toda caída y desilusión.
Acompáñame con tu poder, y no me dejes caer en la tentación. Amén.
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